Argentina, tierra de amor y venganza: otra mujer se suma a la historia para complicar la vida de Trauman
El regreso de Raquel (China Suárez) a Buenos Aires pone en alerta a Trauman (Fernán Mirás) que desde hace años quiere vengarse de su antigua cautiva. Ella y Alenka (Lourdes Mansilla), en tanto, se encuentran con sus antiguas amigas, Helga (Daryna Butryk), Dina (Luli Torn) y Edith (Anita Pauls), que les cuentan que ahora Aldo (Gonzalo Heredia) es la mano derecha de Trauman en el Barsovia y está involucrado en la campaña política de su cuñado, Torcuato (Benjamín Vicuña).
El inesperado encuentro entre los dos amantes se vuelve inevitable, y aunque él se ofrece a explicarle sus planes, ella se niega y le dice que hubiese sido mejor no haberlo vuelto a ver nunca.
Al llegar a su casa, Salaberry (Luciano Cáceres) le anuncia que se vuelven a Viedma, porque no está de acuerdo con el cargo que le ofrecen en la capital. Sin embargo, la Polaca no está de acuerdo: quiere quedarse y luchar contra la mafia que maneja el negocio de la prostitución. Aquél hombre, sin embargo, ya no es el mismo del que se enamoró: ahora se muestra controlador, celoso y ególatra.
Más tarde, Aldo va a buscarla a su casa y le cuenta la verdad: todo lo que sus amigas le contaron es cierto, pero forma parte de un plan para llevar a Torcuato a la cárcel y salvar a Bruno (Albert Baró). Ella, a su vez, le confiesa que ahora es una mujer casada.
Lucía (Delfina Chaves), en su nueva vida de esposa fiel, debe soportar los ataques de su hermano, Gabriel (Federico Salles), quien la acusa de ser la responsable de que Lidia (Minerva Casero) esté en coma. Marie (Macarena Paz) la niñera de su hijo, Pedro, simula consolarla, pero en realidad esconde un secreto: es la amante de Torcuato. Sin saberlo, la mayor de las hermanas Morel le confiesa que si el tratamiento de Lidia no fuera tan caro, ella se iría lejos. "Sin dinero propio, las mujeres no vamos a ser nunca libres", le dice, sin saber que la mujer utilizará ese dato en su contra.
Torcuato, en tanto, espera descubrir quién es el periodista anónimo que escribió una columna en el diario hablando sobre él y poniendo en duda su honor de cara a su candidatura a senador. Quien está detrás de esos artículos no es otra que su esposa, Lucía.
Bruno, a su vez, parece haber encontrado en Francesca (Malena Sánchez) la perfecta compañera para sus planes: valiente, decidida e incondicional. Sin embargo, el encuentro fortuito con el hijo de Lucía en la puerta de la librería, lo lleva a naufragar en un mar de dudas.
Francesca debe confesarle a su madre, Serafina (Julia Calvo), que Bruno se fugó de la cárcel y que está viviendo allí, en el conventillo. Como era de esperarse, ella no está de acuerdo.
Bruno convence a Gallo (Matías Mayer) de que lo deje acompañarlo a ver a Lidia, pero cuando los dos se encuentran de polizones en la habitación, llega Lucía y se ven obligados a esconderse. Allí, el español y su amigo uruguayo escuchan el monólogo de la esposa de Ferreyra, que confiesa, una vez más, que su sueño es irse lejos.
Al cabaret llega la hija ilegítima de Trauman, Carmen (Maite Lanata), para buscar a su padre. Su madre falleció y le dejó una carta contándole la historia, pero lo que encuentra es un hombre que solo puede ofrecerle dinero y que no solo insulta a su madre sino que se comporta de manera indebida con ella; todo ante la mirada atenta de Ivonne (Andrea Frigerio), que termina perdiendo el conocimiento en medio de la discusión.