Bailando por un sueño 2017: comenzó el folklore y la Chipi arrasó
Por otra parte, Christian Sancho logró un puntaje que lo mandó directo a la sentencia
Luego del duelo, la noche del Bailando por un sueño cambió de género y le dio la bienvenida al folklore. La encargada de abrir el ritmo fue Mariela Anchipi que acompañada por Dady Brieva, que la vitoreaba desde el público, volvió a deslumbrar al jurado con su talento.
Luego del baile, Ángel de Brito dijo “no sabía que en ese ritmo se podían poner dos temas por pareja” (en referencia a que la coreo enganchó dos canciones) y Hugo Ávila, jefe de coach junto a Lolo Rossi, respondió que sí, que eso se consultó y le dieron el visto bueno. A pesar de eso, de Brito dijo que le gustó mucho más la segunda parte del baile que la primera, y observó que se reían demasiado. La nota de color fue que si bien el voto debía ser secreto, se vio claramente un ocho. Tinelli preguntó qué había que hacer, y Federico Hoppe respondió que ante ese error, el voto secreto se pasa a Marcelo Polino. Luego Paula Chaves (que llegó para reemplazar por un par de veleadas a Carolina "Pampita" Ardohain) consideró que hubo fluidez en el baile, y expresó que se sintió muy nerviosa “por el corpiño de la Chipi”, (9). Moria Casán comentó que la pareja fue “glamorosa”, y remató diciendo que “la belleza estuvo en la perfección” (10). Finalmente, Marcelo Polino felicitó a los dos participantes (voto secreto).
Luego bailó Christian Sancho y los resultados no fueron los mejores. En la devolución, y con muy pocas palabras, simplemente dijo que "no le gustó" (voto secreto). Chaves consideró que Christian acompañó muy bien a su bailarina, y declaró que a ella sí le pareció que estuvo bien (8). Moria expresó y destacó el compromiso de Sancho con el certamen, aunque agregó que le faltó firmeza en el desempeño (6). Polino por su lado, coincidió con de Brito y sentenció que el número no le gustó mucho y culminó diciendo que Christian estuvo muy desprolijo (0).