El secreto de los unitarios de Pol-ka
"Por suerte, a los unitarios no se les exige tanto rating como a las tiras. Todos sabemos que las productoras no viven de las series semanales", dice Daulte y tiene razón. Claro que si bien es cierto que económicamente Pol-ka no puede depender de los ingresos que le proporcionan sus unitarios, sí los necesita cuando se trata de mantener su prestigio. En la lógica de la TV armada hace tiempo por Adrián Suar, Valientes y Tratame bien pueden nacer de una misma usina y convivir en una misma pantalla.
Aunque suelen cambiar de autores, puntos de vista y estética, los unitarios made in Pol-ka cumplen ciertas reglas de producción que no se alteran de uno a otro. Cada capítulo se graba en cinco jornadas de diez horas cada uno, un ritmo impensable para una tira, que una vez en el aire suele realizar el capítulo del día en una sola jornada, siempre bien pegada a la emisión.
"Mantenemos el formato que se ha caído en otros lugares. La lucha es en conjunto con los productores para defender el formato, para defender el unitario", dice Barone. Para el director, los secretos -a voces- detrás del éxito y la permanencia de los unitarios de Pol-ka son el casting y el cuidado para mantener la coherencia entre guiones y producción, que comienza en Suar y va bajando hasta llegar a las grabaciones, donde todo el trabajo previo se transforma en imágenes.
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