La cara de "Todos santos"
Ya hace casi un año que Patricia Miccio está detrás de "Todos santos", el programa sobre las distintas advocaciones de la Virgen María, que estrena mañana, a las 20, en Canal 9. Pero tranquila como parece, se tomó su tiempo para hacerlo a su medida. Viajó a París para grabar las escenas del primer envío, dedicado a la Virgen de la Medalla Milagrosa; estuvo en Bolivia para seguir de cerca los festejos de la Virgen de Copacabana; fue a Salta, a Perú, a Catamarca. Y ahora que tiene el material, las historias y las entrevistas que ella esperaba, se anima a debutar con su primer ciclo propio en la pantalla abierta.
Rodeada de una biblioteca, Miccio presentará cada domingo tres historias distintas, que la llevarán a distintos lugares del mundo, pero que siempre tendrán su raíz en la Argentina.
"Un día -cuenta ella poco antes del estreno- en mayo del año último, me desperté con ganas de hacer este programa. Quería hacer un documental periodístico. En ese momento, lo presenté al Canal 9 y les encantó la idea, pero el canal estaba en una situación especial y no se dio. Entonces, mi marido me dijo: "¿A quién esperás? Hacelo sola". Y, por suerte, le hice caso. Contraté un equipo y empezamos. Pero la verdad es que las cosas no salieron como yo quería. Y justo cuando estaba por bajar los brazos aparecen los productores, los inversores, y a los 15 días estaba en París, grabando las imágenes del primer capítulo. Cuando las cosas se tienen que dar, se dan. Y además, yo estaba convencida de este proyecto. La verdad es que es la primera vez que siento que llego a tiempo con un proyecto mío. Muchas veces me pasó tener ideas, pero después dormirme en los laureles. Esta vez, en cambio, "Todos santos" llegó en el momento ideal y tal como yo lo quiero. Además, me parece que se está dando algo particular: la película de Mel Gibson, el programa de Víctor Sueiro...
-¿Qué puntos de contacto tiene con el ciclo de Sueiro?
-No tiene nada que ver. Yo narro la historia de principio a fin. El misterio de fe o de conversión está, pero no es el eje del programa. Nosotros hacemos un documental periodístico.
-¿Influyó en la decisión de hacer este programa lo que le pasó con el cáncer?
-Supongo que uno lleva adentro algo. La fe es un don. Yo vengo de una familia católica, practicante. Y aunque a una cierta edad dejé de ir a misa, con mi enfermedad volví. La fe yo la tenía muy enraizada, y fue un cable espiritual muy fuerte para transitar ese momento. Sería muy injusta si lo negara. Y hoy, transcurrido el tiempo, este ciclo es también un agradecimiento a la Virgen, porque yo me sentí muy protegida por ella.
-Por el tema, ¿es un programa exclusivamente para creyentes?
-No; no trato con este programa de convertir a la gente. La gente tiene que elegir el camino que le haga bien. A mí me parece que está lejos de ser un programa confesional. Es cierto que el primer programa es un programa de fe, sin dudas. Y yo lo digo en la primera emisión: la gente puede creer o no creer, pero no puede desconocer que son situaciones que se han repetido a lo largo de la historia. Pero que cada cada uno tome lo que quiera. Yo soy absolutamente neutral.
Aunque todavía le faltan algunas horas para que lo estrene en la pantalla local, el ciclo que produce Businesslike ya fue pedido para ser emitido en Canadá, Austria, Francia, Brasil, Uruguay y Ecuador.