Las Estrellas: Flor y Jazmín, cada vez más cerca de adoptar a Violeta

Miranda ( Justina Bustos ) decidió fugarse con Manuel ( Gonzalo Valenzuela ). El abogado chileno le contó los motivos de su sorpresiva huida y por qué decidió volver a buscarla: se metió con personas poderosas que lo enviaron a la cárcel, pero declaró contra ellos y le bajaron la pena. Sin embargo, el idilio de la menor de las hermanas y su hombre perfecto parece estar en peligro: extraños hombres los persiguen y los espían.

Mariano ( Luciano Castro ) sabe que algo raro ocurre y que la versión del abogado chileno tiene varios puntos oscuros. Por eso, le pide que no ponga en riesgo a su amiga.

Carla ( Natalie Pérez ), en tanto, se decidió a terminar su relación con Fernán ( Martín Seefeld ) para retomar su noviazgo con Lucho ( Pedro Alfonso ). Le pide una cita para decírselo, pero el obstetra se adelanta y la deja con la excusa de que tienen distintos objetivos, debido a la diferencia de edad.

Flor ( Violeta Urtizberea ) y Jazmín ( Julieta Nair Calvo ) deciden buscar a Violeta, la chica huérfana que conocieron el día anterior y a la que decidieron adoptar junto a su hermanita. La búsqueda, sin embargo, se complica. Saben que las chicas duermen en una parroquia del barrio y hacia allí parten, pero luego de recorrer tres conventos, nadie parece conocerlas.

Por suerte, se acerca a ellas una monja para contarles que les mintieron porque Violeta debería estar en un hogar. La hermana les confirma que la adolescente pasa sus noches allí, y les pasa la dirección del hogar en el que vive Melisa, la hermanita de Violeta.

Luego, Flor le pide asesoramiento legal a Virginia ( Celeste Cid ), pero su hermana mayor le aconseja que vayan más despacio. Algo parecido les dice Javo (Esteban Lamothe), pero termina comprometiéndose a convencer a Virginia para que las ayude.

Mariano, a su vez, le propone a Lucía ( Marcela Kloosterboer ) irse a vivir al hotel. Es que la muchacha, a punto de dar a luz, no quiere ni pensar en una convivencia. La idea del remisero, entonces, es que no compartan el cuarto, pero sí el mismo espacio, para estar juntos cuando llegue el momento del parto. El plan, a Lucía le parece horrible.