Mirtha Legrand: "Siempre decimos: 'Un país tan rico, tan maravilloso', pero la gente siempre pasa necesidades"
Casi sin descanso, la conductora retomará este fin de semana sus almuerzos en Mar del Plata, con los que cumple medio siglo; aguda e inquieta, interpela al Gobierno y a la oposición
"Tengo ganas de comenzar. Me preparo para arrancar con gran entusiasmo y emoción. Con mucha fuerza y con el deseo de que el programa sea un éxito". Estas bien podrían ser las enfáticas palabras de un debutante novato ante el desafío de hacer TV; de alguien que aún debe rendir más de una prueba frente a cámaras. No es el caso. El pensamiento en voz alta pertenece a una de las pocas figuras que puede vanagloriarse de estar desde hace décadas en la cima de la industria del espectáculo argentino.
La que habla es Mirtha Legrand. Una Mirtha que -a horas de volver a la pantalla de El Trece, con sus programas de fin de semana- tiene la energía, la ilusión y la expectativa dignas de alguien que está dando sus primeros pasos. "Que una conductora haya cumplido 50 años al aire con su programa es un caso único en el mundo", se jacta la reina madre de la TV en diálogo con la nacion y en medio de los preparativos para el debut. Luego de un mínimo período de descanso en Buenos Aires, Mirtha viajó en su auto a Mar del Plata, como lo hace siempre, porque disfruta de ver los campos que le recuerdan a los paisajes de su Villa Cañás natal.
Mientras conversa recuerda que esa misma tarde agendó la reunión con su equipo de producción para terminar de armar el estreno y ya tiene varias noches comprometidas para ir a ver espectáculos. Elvira, su asistente de toda la vida, atiende las mil y una llamadas que recibe el teléfono estallado, mientras que Héctor Vidal Rivas arma los equipos de ropa para toda la temporada. Contradiciendo al escritor Antonio Tabucchi, para ella el tiempo no envejece deprisa. Los días de la Legrand parecieran tener más de 24 horas.
Así como en 2017 celebró su cumpleaños de número redondo, esta temporada la diva festejará los cincuenta años de sus míticos almuerzos. El 23 de febrero cumplirá 91. Y el 3 de junio, su ágape televisivo redondeará 50 temporadas. "Soy gánica", suele decir la Legrand con toda la autoridad para introducir en el argot popular un término hurtado a su hermana Goldie.
Frente al mar
Una vez más, el primer piso del Hotel Costa Galana de la ciudad de Mar del Plata se convertirá en un set televisivo con vista al océano. Allí, mañana, a las 22, Mirtha dará comienzo a sus cenas de alto tenor político. Para arrancar con un plato fuerte, la diva invitó a la gobernadora María Eugenia Vidal, quien se encuentra descansando junto a sus hijos en la cercana Chapadmalal. Pasado mañana, la tradicional partitura de Luis María Serra será el puntapié inicial para un año de celebración de los tradicionales almuerzos, nacidos por iniciativa de Alejandro Romay en la pantalla de Canal 9 en 1968. El trío Midachi y la modelo Ingrid Grudke -quien se referirá a su separación de Cristóbal López- compartirán el menú dominical con Chiquita.
-Mirtha, veinte años no es nada, pero cincuenta son un montón. ¿Cuál es el secreto?
-El gran secreto es ocuparse y aggiornarse. Yo no tengo necesidad de trabajar. Podría estar con mi familia en Punta del Este de vacaciones, sin embargo vengo a Mar del Plata porque me gusta estar acá, en contacto con el público. Me hace bien mental y físicamente, tengo pasión por lo que hago.
-A pesar de lo que despierta en usted el trabajo, debe haber una cuota de sacrificio.
-Algo de eso hay. Me cuido mucho. Me gusta estar bien arreglada, lo más bonita posible. Soy coqueta. Siempre lo fui. Estar bien es un trabajo arduo: hay que probarse ropa, comer menos de lo que a una le gustaría, pero no me quejo.
-El otro gran trabajo es absorber y decodificar las tensiones de la realidad.
-Tengo que saber todo lo que está pasando y retenerlo. Para hacer TV hay que estar bien informado. En los diarios, leo desde los editoriales hasta quiebras y convocatorias. Me gusta saber de todo, tanto sobre temas políticos como lo que sucede en el mundo artístico.
La Argentina, según Mirtha
-En las últimas semanas se comunicaron varios aumentos. ¿Cómo ve el país?
-La Argentina es un cuento de nunca acabar. Aumentan las tarifas, entonces a posteriori vienen las paritarias y aumentan los sueldos. Y luego se cierra el círculo porque vuelven a aumentar las tarifas. Esto es lo que produce la inflación tremenda que estamos teniendo. Lo primero que tiene que bajar el Gobierno es la inflación, que nos está devorando y que nos hace tanto daño. ¡Los sueldos no alcanzan!
-En este mismo sentido, usted se ha manifestado con ciertas objeciones a la ley de reforma previsional, sancionada hace pocas semanas.
-Eso es muy duro, muy terrible. Si yo fuera gobierno hubiera revertido esa medida y les quitaba algo a las petroleras y a las mineras, que tienen tantas subvenciones, y derivaba ese dinero a los jubilados. Es una lástima. Y peor aún, en un país tan rico, tan maravilloso. Siempre decimos lo mismo: "Un país tan rico, tan maravilloso", pero la gente siempre pasa necesidades.
-¿Qué otros temas la desvelan de la actualidad nacional?
-El tema de la inseguridad también es muy tremendo. No le encuentran la vuelta. Y debo decir que no me parece bien que el Presidente esté veraneando tanto tiempo cuando el país está muy difícil. Yo no sé quién maneja el país en este momento. No lo sé. No entiendo cómo un gobernante se va de vacaciones. No es momento. Los funcionarios no se tienen que ir de vacaciones. Quédense aquí. Señores, enfrenten la situación, arreglen el país. Nosotros, los ciudadanos, estamos a la expectativa. Un gobierno es gerenciar, es una gestión, yo no me iría jamás si tengo una empresa y estoy pasando dificultades.
-¿Qué otras fallas encuentra en la actual gestión?
-El Presidente debería hablarle más a la gente. Tiene el prurito de la cadena nacional. ¡Use la cadena nacional! Si está contemplada dentro de la Constitución. Debería haber dado un saludo para Navidad y otro para Año Nuevo, y explicarnos cómo está el país realmente. Nos enteramos por los medios sobre lo que sucede.
En el programa del debut, la diva apelará a toda su verba filosa para transmitir sus inquietudes sobre la realidad nacional a la gobernadora María Eugenia Vidal: "El otro día tuvo una actitud fantástica, maravillosa, cuando se bajó de su automóvil porque le cortaban el paso". Legrand se refiere al reclamo del gremio de guardavidas que se realizó sobre la calle impidiendo el paso de la caravana que transportaba a la responsable del Ejecutivo bonaerense. "Hay que terminar con eso, perturba a los ciudadanos. En Buenos Aires, todo el mundo llega tarde. La gente te dice: ?Disculpe, me agarró un piquete'. Yo voy mucho al Teatro Colón. Vivo en Palermo, muy cerca, y sin embargo salgo dos horas antes de mi casa para llegar a tiempo a la función".
El desafío de una mesa dispar
-Al reto lógico de enfrentar una cámara, que de por sí no es poca cosa, en el caso de sus programas se trata de formatos de tres horas casi sin cortes. No es sencillo sostener ese lapso en vivo.
-Y además hago las ventas de los productos que auspician el ciclo.
-¡Pida aumento Mirtha! Además, muchas veces tiene que lidiar con invitados complejos. Aunque convengamos que usted tampoco es complaciente como entrevistadora. A veces es una anfitriona un poco hostil.
-Pregunto lo que la gente quiere saber. Son mesas complicadas porque se tocan cuestiones variadas. Es muy raro que se hable de un solo tema. Lo difícil, sobre todo, es incorporar las distintas conversaciones. No me gustan los monólogos o las charlas unilaterales, así que antes de salir al aire, les digo a los invitados que pueden intervenir y opinar sobre todo lo que se habla en la mesa, así se hace más ameno. Algunos participan y otros tienen miedo o desconocen el tema.
-¿Insistirá con invitar a políticos que adhieren al pensamiento de la expresidenta Cristina Kirchner?
-Los invitamos, pero no vienen. El único que acepta es Juan Manuel Abal Medina. También me interesan mucho los gremialistas, me gusta conversar con ellos.
-¿Se prepara diferente para bastonear las emisiones desde Mar del Plata?
-Acá el programa es variado. Amo charlar con mis colegas del espectáculo y que estén representados todos los elencos. La verdad es que me están esperando con los brazos abiertos, según me han contado, porque es una promoción gratis a nivel nacional.
-El otro atractivo de cada verano es su visita a los teatros. ¿No le estresa enfrentar esos tumultos?
-¡Es impresionante lo que sucede! Todos los elencos quieren que vaya a verlos para que opine, aunque nunca hablo en contra de un espectáculo. Con algunos seré más efusiva, con otros menos, pero jamás digo algo negativo sobre una obra. ¿Quiere que le diga? Mi vida es muy placentera en Mar del Plata. Trabajo los sábados y domingos, y los martes hago reunión de producción en el hotel donde vivo. El resto de los días paseo, voy al teatro o invito amigos a comer. Lo paso muy bien.