Mirtha y Marcelo se sacaron chispas
Cuando Mirtha Legrand visitó a Marcelo Tinelli en ShowMatch, hace unos meses, un par de cosas quedaron claras. La primera: a pesar de que la conductora era la invitada en un estudio ajeno más acostumbrado al grito y a la broma soez que a la palabra que abunda en sus almuerzos, pero con su presencia y su experiencia televisiva fue Legrand la que marcó el ritmo de la noche. La segunda: después de la gentileza de Mirtha, a Tinelli no lo quedaba más remedio que devolvérsela. Y lo hizo. Ayer, el conductor se sentó a la mesa del ciclo de América dispuesto a contestar las preguntas de la anfitriona que siempre son formuladas en tono amable, pero que suelen hacer temblar hasta al más templado de los invitados.
Serio como no se lo ve nunca en su programa, el conductor llegó como Papá Noel, lleno de regalos lujosos, aunque su generosidad no le evitó la reprimenda de la anfitriona: "Retrasé mi despedida del aire para que pudieras venir", lo amonestó Mirtha antes de pasar a la mesa. Allí, la primera pregunta fue por un futuro abuelazgo, pero del tema familiar Legrand pasó rápidamente al laboral.
"Fue un año intenso. Arrancamos con un plan de trabajo que tuvimos que cambiar totalmente sobre la marcha. Habíamos planeado un programa basado en los veinte años y en el humor político. Hicimos 19 máscaras para llegar con el tema a las elecciones de octubre y el gobierno las adelantó. En junio se terminó el humor político y entonces adelantamos el musical", explicó Tinelli, sin meterse a hablar de si o hasta qué punto su programa influyó sobre los resultados electorales. En su lugar, prefirió explayarse sobre el tema que le queda más cómodo: el rating. De hablar pausado y con las palabras justas para sortear los interrogantes de Legrand, Tinelli describió detalles del detrás de escena de su ciclo. Por ese relato pasaron entonces las señas que sus productores le hacen para indicarle su suerte con las mediciones de audiencia en el minuto a minuto, la explosión del nuevo personaje mediático Ricardo Fort y hasta la justificación de algunos excesos de ShowMatch, con el latiguillo del programa en vivo.
Claro que de la comodidad de su programa la dueña de los almuerzos enseguida lo pasó al tema político y su relación con la Presidenta y Néstor Kirchner, un dúo que apareció más de una vez en la divertida conversación. "¿Vos eras amigo de los Kirchner?", arrancó Mirtha, y Tinelli, rápido de reflejos, despejó las dudas sobre cualquier tipo de enemistad con el matrimonio gobernante. "No tengo una mala relación con ellos", dijo primero, para luego reafirmar: "Tengo una muy buena relación con Cristina y Néstor".
Esa fue la señal de largada para que la conductora la preguntara sobre el polideportivo de Bolívar, para el que confesó que "me dieron una mano muy grande", y para que le pidiera a Tinelli su opinión sobre el fallo del juez Oyarbide respecto del enriquecimiento de los Kirchner.
Algo ansiosa por dar su opinión al respecto, Mirtha se encontró de frente con la seguridad del conductor de ShowMatch, que supo dar la suya sin extenderse demasiado ni avivar la polémica que sus declaraciones sobre la inseguridad generaron hace unos meses. De hecho, hasta defendió la "sensibilidad de Cristina", de la que Mirtha descreyó bastante.
"Hay que terminar con el odio"
"Hay que terminar con el odio", aseguró Tinelli cuando Legrand intentó hablar de la inseguridad como lo hizo hace unas semanas con su amiga Susana Giménez. Claro que aunque son comparables por su gran popularidad y su impacto público, Tinelli y Giménez no se parecen, especialmente a la hora de hacer declaraciones más allá del aire de sus programas. Mientras la diva de Telefé puede mezclar Miami con los motochorros y la dictadura, el conductor prefirió no opinar sobre determinados temas porque no los conoce bien, y ante la posibilidad de hablar de la inseguridad eligió comentar sobre su creencia en la Justicia y la necesidad de invertir en el país.
Si la visita de Susana a Mirtha fue un almuerzo de amigas televisado, en el que lo divertido de la confianza entre ellas tuvo su contraparte en la repetición de algunas anécdotas ya conocidas, el encuentro con Tinelli fue un reportaje comprehensivo en el que hubo espacio para la persona y el personaje. Cuando recordó su infancia en Bolívar, a su madre y sus primeros años en la Capital, el conductor quedó de lado, lo mismo que cuando se entusiasmó hablando de la ley de medios y cómo algunos de sus artículos afectan directamente el negocio de la TV, del que él es la cara más visible, pero también uno de sus empresarios más exitosos. Claro que el mismo que dijo –muy serio– que ahora no le interesaba ser dueño de un canal y habló de los 800 empleados de Ideas del Sur, unos minutos después se atrevió a bromear con la edad de Mirtha, o al menos la de sus amigas.
Es que metida la entrevista en la vida sentimental del recientemente separado conductor, Legrand le aseguró que muchas de sus amigas lo encuentran atractivo, y Tinelli no pudo reprimir el impulso de preguntar qué edad tenían esas amigas. La broma espontánea derivó en más comentarios, inofensivos pero pícaros, sobre las salidas nocturnas, las mujeres que lo buscan y hasta la posibilidad de que la conductora oficiara de celestina. "Yo no soy casamentera, búsqueselas usted", le espetó Mirtha cuando el conductor insinuó que podría arreglarle un encuentro con algunas mujeres.
El rey del rating
A la hora de hablar de la televisión, pocos de sus integrantes son tan apasionados como Tinelli. Claro que en su charla de ayer el conductor aseguró que esa pasión por la competencia y el rating no se traduce en peleas personales, como creen muchos de sus adversarios profesionales. Así, descartó rápido las preguntas sobre Mario Pergolini, Roberto Petinatto y Claudio Villarruel, aunque aprovechó para comentar que la salida del programador de Telefé no lo había sorprendido: "Yo sabía que cuando cumpliera un día más en ese sillón que [Gustavo] Yankelevich se iba a ir".
"Para mí, la competencia no es personal. Yo quiero hacer el mejor rating y el de enfrente también", aseguró el conductor, que adelantó algo de lo que será su programa el año próximo. "Los lunes vamos a hacer un programa que tendrá un poco el espíritu de Ritmo de la noche y La noche del 10, con segmentos de solidaridad." Además, aclaró que está muy contento con su canal, El Trece, y que tiene contrato por tres años más.
Para el final del almuerzo, Mirtha y Marcelo brindaron por Sandro y luego cada uno aprovechó la cámara para expresar sus deseos para los argentinos. Luego pasaron al living, donde Tinelli le tenía reservada una sorpresa a la anfitriona. Con la música y presentación correspondiente apareció Mirtha Segunda, es decir, Martín Bossi, caracterizado como la conductora, que a la hora de agradecerle a Marcelo su presencia en el programa esbozó una definición del conductor más exitoso de la Argentina: "Valoro tu honestidad. No buscás nada más que rating, y eso es valedero".