Una historia sobre la inseguridad
"Criminal" , miniserie de 13 episodios producida por Ideas del Sur para Canal 9. Dirección: Eduardo Rípari. Guión: Alejandro Maci y Javier Van de Couter. Con Diego Peretti, Inés Estévez, Valentina Bassi, Tina Serrano, Walter Quiroz, Sandra Mihanovich y Roly Serrano, entre otros. Los lunes, a las 23, por Canal 9.
Nuestra opinión: Regular
Alejandro Ruiz (Diego Peretti), un remisero del conurbano bonaerense, presencia un asesinato a plena luz del día. Su primer impulso es denunciar a los delincuentes, pero su padre (Ulises Dumont) lo convence de no hacerlo, ya que de poco serviría y con ello pondría en riesgo a sus seres queridos, expuestos a la represalia de los asesinos. Por supuesto que el tajante "a éstos habría que salir a la calle y matarlos uno por uno" con el que da por terminada la discusión será tomado a pies juntillas por Ruiz hijo cuando los asesinos deciden no correr riesgos y matar a Ruiz padre, al que creen testigo del crimen.
El guión de "Criminal" no hace demasiados esfuerzos por explicar la aparente facilidad con la que Ruiz pasa de ser un hombre agobiado por el dolor y la culpa a una versión aggiornada de "El vengador anónimo" que personificaba Charles Bronson, como si prefiriera dejar que la sucesión de escenas en las que el personaje de Peretti reflexiona acerca de su curso de acción fueran dotadas de una complejidad que no tienen a través de las convicciones y emociones del público (el uso subrayado de música y efectos de sonido no deja lugar a dudas acerca de cuáles deberían ser).
La ley y el orden
Si para explicar la transformación de Ruiz no basta el recuerdo de las palabras de su padre, una mirada a su mujer embarazada, el temor de sus familiares y la radio comentando el último piquete de Nina Pelozo y el "creciente clima de inseguridad" -en abierta contradicción del "cualquier semejanza con la realidad es pura coincidencia" que se ve al comienzo-, qué puede decirse de la casualidad que le permite al remisero comenzar la persecución que terminará con el asesinato de los matadores de su padre (uno de los delincuentes entra a comprar cigarrillos a la misma estación de servicio en la que el protagonista toma café, que lo reconoce por su voz).
Como mínimo, que hay en el primer episodio de "Criminal" una intención simplificadora en aras de la emoción que termina diluyendo las posibilidades de identificarse con sus personajes centrales y no haciéndole ningún honor a la complejidad del tema que han decidido desarrollar aquí.
Si bien el ciclo apunta claramente a crear polémica, a tomar partido como forma de conversación, no parece, en sus tramos iniciales, demasiado seguro de la contundencia de su propia apuesta. Sólo así puede entenderse la cantidad de imágenes explícitas y la ausencia de caracterización de los delincuentes y sus circunstancias (sólo se los ve bailando cumbia y drogándose), lo que los convierte en propiciadores sin rostro de la venganza que dará comienzo a la historia. neutralizando cualquier escrúpulo que pueda quedarle a su protagonista y, con él, al público.
Si Diego Peretti dota de algunos rasgos de individualidad a un personaje que bordea el estereotipo gracias a su probada capacidad de encarnar personajes cuyo frente gris esconde una vívida interioridad, Inés Estévez tiene un trabajo aún más difícil por delante, ya que su abnegada fiscal Linares, al frente de las investigaciones de homicidios como el de Ruiz padre -y, por supuesto, los que cometerá Ruiz hijo en su nombre en los doce episodios que restan-, ni siquiera contó con el tiempo suficiente en pantalla como para elevarse por sobre su función: servir de contrapeso a la decisión de Ruiz, encarnar a la Justicia con mayúsculas y, por sobre todo, alertar sobre las consecuencias de arrogarse sus prerrogativas.
La intención por momentos didáctica, por momentos melodramática del ciclo reduce a un planteo maniqueo -la lentitud incierta de la Justicia, la instantaneidad certera de la venganza- un problema que tiene bastantes más voces y más actores en la sociedad a la que intenta interpelar desde la ficción. Dados los apreciables antecedentes dramáticos de sus responsables -creadores de "Tumberos" y "Sol negro"-, es de esperar que el rumbo de la historia permita pronto descubrirlos.
La alegría fue brasileña
Ni Maradona, ni Tinelli ni Susana. El verdadero ganador de otro lunes intenso en la pantalla chica resultó "Señora del destino", la telenovela de origen brasileño que Telefé estrenó a las 17 y obtuvo un envidiable rating promedio de 25,5, con lo que se convirtió en el programa más visto de la jornada.
Más tarde, en "La noche del 10" no funcionaron las visitas internacionales (Karpov, "Mano de Piedra" Durán, Montaner) y el ciclo tuvo su emisión más baja: 21 puntos de promedio. A la misma hora, "ShowMatch" se acercó con 19,2 y Susana Giménez, con la ayuda del mentalista Tony Kamo, mantuvo su promedio (17,8). También rindió a satisfacción "Criminal" (ver aparte), "RSM" llegó a 7,8 puntos y elevó el rating de las 20 para América y el "Duro de domar" de Pettinato, ahora por el 13, alcanzó una buena marca de 11,3 puntos en un horario casi insólito: empezó su emisión de media hora a la 0.45 de ayer.
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