"Tosca" llegará a La Plata
"Tosca" es un título fuerte, de esos que parecen desbordar los límites físicos de un escenario. Sus personajes, diseñados por Victorien Sardou y marcados a fuego por la sangre itálica de Puccini, responden a un provocativo cóctel de amor, celos y sadismo, religión y arte, que golpea invariablemente al espectador. En realidad una mezcla efectiva de drama de carácter, pieza psicológica, gran guiñol y teatro histórico. Pero todo eso carecería de la turbulencia que recorre la obra si no fuera, en parte al menos, por los celos de Floria Tosca. Sin ese rasgo fundamental de la protagonista, Scarpia no habría podido llevar adelante su nefasto proyecto. Lo hace notar bien el libreto de la ópera cuando, en posesión del abanico de la marquesa Attavanti, el perverso jefe de la policía de los Estados pontificios alude a Yago, que necesitó un pañuelo para arrastrar a Otelo al abismo de la locura, como hará él mismo, usando el abanico, con Tosca.
"¡Es Scarpia -dice cínicamente- quien ha soltado el halcón de tus celos!" Sin embargo, la mayor cuota de violencia la aporta la música de Puccini, desde los formidables cinco acordes con que se abre la ópera, concebidos para representar a Scarpia, hasta ese redoble de tambores del segundo acto, que se erige en uno de los más impresionanteshallazgos músico-dramáticos del compositor.
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Al parecer lo quehabría atraído a Puccini del dramón de Sardou es la dimensión humana, simplemente humana, de los personajes.Scarpia,ante quien "tremava tutta Roma", es asesinado por una mujer, aunque la victoria de Floria es ilusoria, ya que la condición maléfica de aquéldestruye aún después de su propia muerte. A su vez Cavaradossi, que proclama con heroica valentía la victoria de Napoleón, luego, frente a la muerte, exhibe sumedida mortal. Sucumbe desesperado. Esa dimensión humana de los amantes, parecería ratificar las conocidas inclinaciones de Puccini en el momento de elegir sus personajes, tan apartadosde los héroes y antihéroes verdianos. "Yo no estoy hecho para las acciones heroicas -ha confesado el músico de "La Bohéme"-. Amo a los seres que tienen un corazón como el nuestro, que están cargados de esperanzas e ilusiones."
Sin embargo, en "Tosca", y tal vez a pesar de sí mismo, Puccini excede los modestos límites psicológicos de Musetta, Mimí o Rodolfo,sus creaciones inmediatamente anteriores. PorqueFloria Tosca es el vértigo. Habituada, como cantante de ópera, al arrojo y a las explosiones escénicas, nada la arredra, ni siquiera en el momento de lanzarse al vacío, como lo hará en aquella madrugada romana desde el parapeto de Castel Sant´Angelo.
Sobre ella ha recaído la elección de las autoridades del Teatro Argentino de La Plata para inaugurar, el próximo martes 31, su moderno y majestuoso edificio. Convocados por "Tosca", volveremos a recorrer las diagonales y a aspirarel perfume de los tilos, ahí no más, por 51 entre 9 y 10, donde en 1890 la señorialciudad de DardoRocha selló su pacto de amor y fidelidad con el canto lírico. Una alianza que superó la dura prueba del fuego y ahora renace para orgullo del país entero.