Un dúo de lujo para el barroco
El arte musical del barítono Víctor Torres y el intérprete de viola da gamba y director de orquesta Juan Manuel Quintana son lujos que -afortunadamente- los melómanos porteños pueden disfrutar en forma cotidiana.
Es que ambos bien podrían estar radicados desde hace tiempo en Europa; allí graban discos (Quintana, por ejemplo, es artista exclusivo de Harmonia Mundi) y tienen propuestas de trabajo lo suficientemente variadas e interesantes como para no regresar a su ciudad natal.
Sin embargo, estos dos grandes músicos y amigos, que tienen como centro (no excluyente) de su trabajo la música barroca, decidieron vivir y seguir haciendo música en Buenos Aires. Viven a pocas cuadras entre sí, en el porteñísimo barrio de Once y, cada vez que pueden, se encuentran para hacer música.
Habrá dos oportunidades para escucharlos juntos en las próximas dos semanas. La primera cita es para hoy, a las 18, en el marco del ciclo de la Academia Bach. En la Iglesia Metodista Central (Rivadavia 4050), junto con integrantes de la Orquesta Barroca del Plata, creada por Quintana hace un año y medio darán a conocer en Buenos Aires las bellísimas "Harmonische Freude Musikalischer Freunde", una colección de arias para voz, cuerdas y continuos del compositor barroco alemán Philipp Erlebach. La entrada para este concierto es de 25 pesos.
El domingo 15 de junio, y con entrada libre y gratuita se reencontrarán en la catedral de San Isidro. Allí, dentro del tradicional ciclo de Música Sacra entraran en otro "planeta" del barroco, del recientemente redescubierto Jan Zelenka.
Torres y Quintana tienen en común un espíritu emprendedor, fuera de todo divismo, que les permite pasar de cantar y tocar en el Teatro Colón o en un gran teatro europeo a encontrarse para ensayar en el taller del luthier Jorge González, en la avenida Jujuy al 900. "Somos amigos desde hace casi quince años y en términos musicales no se trata necesariamente de compartir las mismas ideas, sino la misma sensibilidad", explica Quintana, el más joven de los dos.
"Respiramos igual la música", dice Torres. Y lo hace literalmente: "En el ensayo él dijo que había que hacer una pausa antes de la entrada del ritornello. Pero en vez de hablar de cómo hacerlo, cerré los ojos y respiré. Y entramos en el mismo momento".
Más allá de Bach
Esta tarde, la Academia Bach, que dirige Mario Videla, volverá a abrir otras ventanas al barroco, ya que Quintana, Torres y la Orquesta del Plata ofrecerán obras de compositores de este período, pero poco escuchados, como Fischer y Erlebach.
Fue Torres el que primero tuvo contacto con la colección de arias de Erlebach, una de las pocas composiciones que se conservan de este compositor alemán, nacido en 1657 y muerto en 1714. "En Basilea, una amiga alemana, Frederike Heumann, me propuso grabarlas, y con el tiempo lo hicimos editadas por el sello francés Alpha", explica el barítono que este año canta dos veces en el Colón (ya protagonizó "Simon Boccanegra" y le falta "Armida", de Gluck).
"Son arias estróficas, estrofas y ritornellos, canciones morales, en su mayoría", explica Torres. El cantante define el estilo de Erlebach como "el verdadero barroco. Cuando no sabía nada el barroco era Bach, muchos caemos en esa idea. Pero él fue el máximo, y no es la norma del barroco. En su influencia de los estilos francés e italiano, termina siendo muy alemán. No hay que olvidarse de que los alemanes sabían que vivían en la periferia musical. Tenían maravillosos músicos y castillos con señores que querían tener músicos, pero se estudiaba en Italia y Francia. Esta tarde, Quintana tocará la viola da gamba y desde allí dirigirá a los integrantes de la Orquesta Barroca del Plata, uno de sus nuevos orgullos. Es que Quintana, que en Francia trabaja como asistente de dirección de Mark Minkovsky, uno de los directores top del barroco europeo, quería armar una orquesta para trabajar en forma continua en el país.
"Hace un año y medio estamos trabajando. La orquesta la integran músicos ya especializados en barroco, y también músicos que tocan en las orquestas con instrumentos modernos que estaban interesados en este repertorio", comenta Quintana.
Juan Manuel Quintana sí se pondrá a dirigir directamente, cuando interpreten la Cantata de Zelenka, en San Isidro. ¿Dirigir o tocar? Juan Manuel Quintana dice que depende del contexto. Hay música que no requiere de una persona parada delante de los músicos, entonces toco la viola o el clave. En cambio, Zelenka sí, porque hay cambio de tempo a cada momento, es de otra complejidad", concluye.
PARA AGENDAR
- Concierto de música barroca Víctor Torres y Juan Manuel Quintana.
Iglesia Metodista Central Rivadavia 4050. Hoy, a las 18. Entradas: $ 25.
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