Un día en la vida de. Un periodista antiguo, afortunado y leal
Roberto Di Sandro
Impecable traje y corbata a pesar de los treinta y pico de grados, colonia con notas de pino y la Marcha Peronista que, desde su celular, suena a cada instante. Roberto Di Sandro sabe que, a esta altura de la vida, él es tan personaje o más que muchos políticos que transitan a diario el Patio de las Palmeras. "Estoy en Casa de Gobierno desde el gobierno de Perón, a mí me conocen hasta los ladrillos. Encima me han distinguido como ciudadano ilustre de la Ciudad de Buenos Aires", desliza el decano de periodistas de la Rosada.
Hace 30 años que escribe sobre las intimidades de los gobiernos en una sección del diario Crónica. También tiene su programa de radio (Hola Ciudad, por Radio Splendid) y está escribiendo un libro que, jura, dará qué hablar. "La verdad es que me daba pereza escribir. Son tantas cosas, tantas anécdotas, que me parecía imposible resumir todo en un libro. Es que no se trata de bla bla bla ni de lo que me dijeron. ¡Son cosas que yo vi! Y bueno, estamos empezando. Tiempo tengo, porque lamentablemente hoy en la Casa Rosada los periodistas tenemos muy poco trabajo. Es triste e inentendible, pero no nos dan información. El presidente Néstor Kirchner jamás viene a la sala de periodistas y tampoco da conferencias de prensa. La verdad, estamos desconcertados. Todos los presidentes –simpáticos, no simpáticos, con o sin carisma– han tenido relación directa con nosotros. El primero en pisar la sala, en 1948, fue Perón. Sin aviso abrió la puerta y se sentó a charlar. Lastiri vino a jugar a las cartas. Menem, con el que nunca compartí una idea, nos visitaba a diario. Hasta Alfonsín, Duhalde y el mismísimo De la Rúa tenían otro trato. Yo siempre me sentí respetado."
En la sala de periodistas hay clima compinche, algo de tabaco, gente apurando una tarta de atún mientras resume el último discurso del Presidente, decenas de computadoras y una máquina de escribir Olivetti, propiedad de Di Sandro. "Sí, soy antiguo. Jamás intenté entender aquellos aparatos. Yo sigo con mi máquina, que no me falla ni me pierde nada. Soy al estilo de antes. Me gustan los buenos modales, no tolero las malas palabras en la radio ni en la televisión. Por eso sólo miro a Gerardo Sofovich, un señor educado, culto, que hace un programa bárbaro donde la gente se divierte y aprende. A Mirtha Legrand y a Susana Giménez las respeto, pero Tinelli no para de decir groserías sabiendo que lo ve un país entero."
El tano Di Sandro es directo, apasionado, irónico y divertido. "Todos los pibes que comienzan vienen a verme. Yo tengo años de gráfica, radio y televisión, fui como hermano de Luis Clur y Roberto Galán, y hasta me di el lujo de cantar con el Gordo Troilo. Amo el tango, como debe ser, y tengo oído. Una noche de parranda con Pichuco terminé en el escenario cantando junto a él y con Mariano Mores en el piano. Fueron años gloriosos, de mucha poesía y bohemia. Pero a la vez soy un tipo tradicional, buen marido y padre. Tengo dos hijas preciosas, una de ellas casada. Cuando me dé un nieto me muero: ojalá le guste el periodismo como a mí, a mi padre y a mi tío, que fue un editor fotográfico sensacional. También está Norma D’Amato, mi gran amor, compañera de toda mi vida. Yo de acá salgo a las 9 de la noche, a las 10 o a las 11. Me quedo buscando información, hablando por teléfono, escribiendo. Y cuando llego a casa está ella, con sus ravioles caseros que tanto me gustan. En fin, soy un tipo afortunado, muy fiel y leal en todo sentido."
Di Sandro exprés
Pasado: “Trabajé en gobiernos duros y nunca me achiqué. Esas ideas se acabaron, me dijeron una vez los militares. Y yo les respondí que las ideas no se matan. A pesar de eso no me echaron. Me investigaron de arriba abajo, pero acá estoy”.
Cambio: “A mí lo que me sorprende de este Presidente es que, cuando era gobernador de Santa Cruz, siempre estaba al lado nuestro. Lo veía como un tipo simpático, lúcido, siempre con muy buena predisposición hacia el periodismo”.
Carisma: “Yo soy antimenemista porque pienso que traicionó la doctrina, pero debo reconocer que el hombre tenía una chispa y un trato humano sensacional”.
Macri: “No sé cómo se comportaría acá adentro, pero es ejecutivo. Además es hincha de Boca, como yo”.
Carrió: “Denuncia mucho, pero después no pasa nada”.
Colegas: “Me gustan Mariano Grondona, Alfredo Leuco, Joaquín Morales Solá, Marcelo Bonelli. Admiro las buenas plumas”.
Estilo: “No adhiero al estilo K. Soy puntual, me gusta vestir formal (sport sólo para el fin de semana) y me perfumo con colonia La Toja. La ropa me la compra siempre mi mujer, es mi asesora”.