Un thriller sobre los colores de la verdad, la ética y la justicia

“Punto muerto” (“Deadlocked”) es una interesante producción original de la cadena TNT que el sello AVH acaba de lanzar en el mercado local. Este largometraje de Michael Watkins (productor de “Los expedientes secretos X” y director de varios capítulos de series como “Millenium” y “Chicago Hope”) propone una lograda mixtura entre el thriller judicial y el drama sobre las relaciones entre padres e hijos.

David Caruso (la estrella surgida de la serie televisiva “Policía de Nueva York” y visto también en films como “El beso de la muerte” y “Jade”), el veterano actor negro Charles S. Dutton (“La fortuna de Cookie”, “Mimic”) y el ascendente Jo D. Jonz son los protagonistas de esta película que el propio Caruso definió como “una revindicación de la ética, de la moralidad y la verdadera justicia, una historia sobre las varias formas de la verdad, sobre la fabricación y la compra de la verdad”.

Contra el sistema

Película extremadamente crítica del sistema judicial norteamericano que al mismo tiempo apuesta a la posibilidad de la redención individual, "Punto muerto" se centra en el dilema de un fiscal (Caruso) que se ve obligado a reabrir e investigar un caso ya cerrado (con un joven negro acusado a muerte por violar y asesinar a una mujer blanca) cuando el padre del acusado (Dutton) toma como rehenes a los integrantes del jurado y otorga 24 horas de plazo para que se demuestre la inocencia de su hijo.

Watkins dosifica con acierto las cuatro subtramas del film: los detalles y la evolución de la investigación, las simetrías entre las relaciones de los dos protagonistas con sus conflictivos hijos, la veta política (las arbitrariedades de la estructura jurídica y los conflictos raciales), y la tensión policial con un omnipresente equipo de SWAT listo para intervenir en cualquier momento y terminar de forma violenta con la situación.

Así, "Punto muerto" no sólo resulta una noble y sólida novedad a la hora de elegir en los videoclubes, sino que demuestra también las bondades de la mejor producción televisiva, que muchas veces ofrece alternativas que superan en calidad a tanta película vacía y previsible de Hollywood.