Una fiesta que revela lo oscuro

¿Alguna vez fuiste a una fiesta al revés, en la quela comida no se come y el agasajado no aparece? Yo sí, pero no fui parte de ella, fui espectador de esta maraña de emociones, en un rompecabezas de distintos colores donde se unen piezas de códigos machistas con histeria femenina. Como resultado de este ensamble (en plena Copa Libertadores) surge el erotismo explícito y al mismo tiempo disimulado. Poco a poco, y con momentos de humor, se van uniendo los temas, poniendo la lupa en el rol de la mujer como esposa, madre, amante, y coronándose como hipócrita. Un niño duerme. El matrimonio en tela de juicio pone en evidencia un machismo conformista, donde insinuaciones directas tienen menos importancia que un roce o una frase sutil. Cada situación es atravesada por engaños y miserias, en una noche acalorada, discutiendo en voz baja. ¿Cuál es el precio de seguir siendo amigos? Las actuaciones encarnan arquetipos diversos de una sociedad moderna individualista: el machista, el soberbio, el gracioso, la ama de casa, la histérica y frívola, y la extranjera liberal se pasean por el living como vueltas de calesita. La buena intención de una esposa conduce, mediante una fiesta, a una verdadera sorpresa.

La culpa de nada

El Camarín de las Musas (Mario Bravo 960), los viernes, a las 21.

Producción Julia Montesoro

Carlos Belloso