Una noche milagrosa
Phil Manzanera / Músicos: Phil Manzanera (voz, guitarra), Sonia Bernardo (voz, guitarra), Lucas Polo (guitarra), Fernando Kabusacki (guitarra), Sergio Dawi (saxos), Matías Mango (teclado), Fernando Samalea (batería, bandoneón), Paul Dourge (bajo) y Conce Soares (percusión) / Cantantes invitados: Maxi Trusso, Richard Coleman, Emmanuel Horvilleur, Alina Gandini, Rosario Ortega y Nathy Cabrera / Lugar: Sala Sinfónica del CCK / Función: anteayer / Nuestra opinión: muy bueno
Cuando todavía faltaban los bises, alguien dijo que acabábamos de presenciar el mejor show de música pop del año. Se trató, sin dudas, de una exageración. Pero, en cambio, habría que coincidir con lo que el propio artista dijo sobre el escenario, también cerca del final: "Ensayamos solamente tres días; esto fue un milagro". En tal caso, no hubo poderes sobrenaturales, pero sí capacidad, talento y oficio de alguien que tiene cabeza y espíritu de productor.
Inglés con 50% de sangre colombiana, habitante de muchos lugares del mundo, copartícipe de éxitos brutales como fue Roxy Music en los lejanos 70 y 80, socio de los artistas más variados y productor también de montones de proyectos muy diferentes, este señor de indudable flema británica ha sabido hacerse bueno en muy distintas batallas. Y sorteó con comodidad esta que le tocó disputar en el CCK.
Philip Geoffrey Targett-Adams, o Phil Manzanera, trajo únicamente dos compañeros de los que suelen trabajar con él, la cantante portuguesa Sonia Bernardo y el guitarrista español Lucas Polo. Pero a partir de ellos, y de su imponente destreza para el punteo de la guitarra, construyó una banda argentina que, con poco entrenamiento, consiguió resultados buenísimos.
El show fue una suerte de volver a vivir, un compilado de 45 años de carrera creativa, desde Roxy Music -"More Tan This", "Out of Blue", "In Every Dream Home a Heartache", "Amazona", "Take a Chance With Me", "Love is the Drug"- hasta los temas en castellano que grabó más recientemente. Pero todo lo trajo a hoy, a una mezcla de pop británico con aires latinos, al contexto de una banda intensa y divertida que jamás sonó superficial. Hubo rap con "Bala de plata" y rumba con "Magdalena". Hubo canciones con Sonia como voz cantante, quien además tuvo sus dos momentos plenamente solistas con "Sozinho" y "I Can't Help Falling in Love With You", y unos cuantos temas instrumentales. Y no faltó la cita a Fito Páez, de quien fue productor, con su "Circo beat".
Aunque la entrada y salida de músicos fue constante, la base del concierto se armó sobre las tres guitarras -las dos mencionadas y la del argentino Fernando Kabusacki-, el bajo de Paul Dourge, la batería de Fernando Samalea y el teclado de Matías Mango. A ellos se sumaron o no, según las circunstancias, una segunda percusión latina de la brasileña Conce Soares, los saxos sobresalientes de Sergio Dawi y una extensa lista de cantantes invitados, para ir al frente o para hacer coros: Maxi Trusso, Richard Coleman (los dos que más aportaron a la causa), Emmanuel Horvilleur al momento del rap, Alina Gandini, Rosario Ortega y Nathy Cabrera, estas dos últimas como coristas.
No fue una banda constituida, pero sonó como tal. Fue un solista famoso repasando su historia aunque sonaron por momentos como si se tratara de un grupo de amigos. Fue todo altamente profesional, pero Phil y sus circunstanciales compañeros se divirtieron como si fueran aprendices. Decir que fue el mejor concierto del año es una exageración, pero no hay dudas de que fue una muy buena noche.