Una voz que ilumina
Regreso: en el cierre del ciclo organizado por la Municipalidad de Vicente López, Mercedes Sosa, con 30 kilos menos, volvió a los escenarios.
Allí está ella otra vez en escena. Empecinadamente viva tras la dura prueba de una enfermedad implacable que la postró durante cinco largos meses en su casa y de la que salió con 30 kilos menos.
Está allí, en medio de esas quince mil personas -la mayoría jóvenes de veinte y treinta- dentro y fuera del paseo de Vicente López, que la escuchan con unción y veneración.
Mercedes Sosa ha regresado a la vida del arte -al arte vital, su vida- como el referente necesario de nuestra música; como su figura consular, ética y estética; como la contrapartida de la idiotizante cultura de masas.
Ella ha vuelto para poner las cosas en su lugar. Para mostrar, a sordos y a perversos, el verdadero rostro del folklore. Para contraponer la autenticidad del canto a los desperdicios de nuestra cultura.
Muchos temas que regresan en la vibración de su voz llegan cargados de símbolos y alegorías. Allí caben el ser humano acosado por indecibles padecimientos y su lucha por sobrevivir en medio de las tribulaciones cotidianas y los halagos de la fama de una artista universal.
Las canciones "Sube, sube" ("Canta por los ojos de los que lloraron; canta por la boca de los que soñaron"), "Sobreviviendo" ("Para decidir si sigo poniendo esta sangre en tierra"), "Razón de vivir" ("Para recalcar que estoy viva en medio de tantos muertos"), "Viejo corazón" ("Te presiento ya sin ganas de seguir"...), suenan aquí con toda su carga autobiográfica.
El canto lo dice todo. Y Mercedes se niega al golpe bajo, a la truculencia del relato de padecimientos. Le basta, aunque algunos insistan ("Negra, contanos lo que te pasó"), con mencionar los nombres de los doctores "que me salvaron la vida", entre ellos Jorge Calvo y Carlos Costa.
"¿Qué les puedo decir? -desliza en una pausa-. Que me acordaba mucho de ustedes cuando estaba enferma. Y me decía: ¿habrá alguien que se acuerde de mí..? Estoy feliz de estar aquí esta noche".
La ovación es la respuesta.
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