Videoconsolas: Judas Priest se la juega

Buenas noticias para el headbangergeek: Screaming for Vengeance, de Judas Priest, será el primer disco que se podrá bajar completo para "tocar" en Rock Band, el exitoso videojuego musical (similar al Guitar Hero) que te permite crear tu propia banda virtual.

Ahora, los usuarios de Playstation 3 y Xbox 360 podrán sacudir las cabezas con los diez clásicos de este álbum fundamental del heavy. Harmonix y MTV, desarrolladores del juego, ya anunciaron que los próximos discos serán el debut de The Cars y Doolittle, de los Pixies.

Hasta el momento, estaban disponibles más de 130 temas para bajarse y utilizar en el juego, pero solo en forma de singles o de paquetes de canciones de un mismo artista: no se comercializaban discos enteros. Pero la posibilidad estaba al caer, más considerando que la venta de hits representa una gran parte del negocio alrededor de Rock Band. Desde su lanzamiento en noviembre de 2007, se estima que se vendieron 2 millones de copias, pero más de 8 millones de canciones, a un precio de U$S 2 cada una.

Se había especulado con que Who´s Next, de The Who, o Nevermind, de Nirvana podían ser los discos que tuvieran el "honor" que hoy tiene el de Judas Priest. Pero no fue así y, lejos de lo que podría pensarse, esa decisión no tuvo que ver con problemas legales o con elaborados estudios de marketing, sino con uno de los factores más importantes de la industria musical: el culo. Sencillamente, se tuvo en tiempo y forma los masters de todo el disco de los británicos para hacer el proceso de conversión necesario para ser utilizado en el juego.

Según explicó un ejecutivo de MTV a la revista Wired, la tarea de adaptar canciones al juego es muy complicada porque "nadie previó que los masters multitrack tendrían algún uso después de hacer los álbumes", con lo que las cintas suelen estar en un pobre estado, sin etiquetar, mal archivadas o, directamente, se han perdido.

Así que ya saben, rockeros: a cuidar el material original porque nunca se sabe qué depara el destino (y la tecnología).

Ahora bien: ¿qué opinan de todo esto los metaleros de ley?