¿Qué significa el símbolo de Leo?
Hay varios mitos y leyendas que dan origen a su representación en la rueda zodiacal; una por una, las características que se le atribuye a los leoninos
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Las personas de Leo son aquellas que nacieron entre el 23 de julio y el 22 de agosto, y en la rueda zodiacal están representados por un león. Este animal simboliza muchas de sus cualidades principales, como su necesidad de sentirse el centro de la atención, su carácter fuerte y su imagen imponente.
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El león es conocido por ser el “rey de la selva”, por lo que las personas que se rigen por este signo del elemento Fuego suelen ser orgullosas y seguras de sí mismo. Además, son grandes líderes en cualquier situación que se encuentren y siempre están atraídos por el poder.
En el mismo sentido, tienen una gran autoestima, por lo que no les gusta ceder ni cambiar de opinión, sino que prefieren tomar las decisiones.
A continuación, qué significa el león y cómo surgió como símbolo de Leo.
La historia de Leo en la Mitología Griega
Esta es una de las leyendas más conocidas de la Antigua Grecia, cuyo significado se encuentra directamente asociado con este signo zodiacal. Se trata del León de Nemea, quien era descendiente del monstruo Tifón y la ninfa Equidna. Junto a Hidra, participó de las 12 labores de Heracles, también conocido como Hércules.
El León de Nemea era un animal de gran poder y destacaba por sus feroces garras, que eran más filosas que cualquier espada utilizada por el hombre. Su pelaje era dorado y grueso, por lo que era impenetrable para cualquier arma que se empleara para atacarlo.
Este vigilaba la ciudad de Cleonas, en el monte de Nemea. Allí, asesinaba cruelmente a quien pisara esa tierra y, luego, llevaba los huesos de sus víctimas a Hades, el Dios de Inframundo. En su primer trabajo, Hércules debía matar a esta bestia, así que se dirigió hacia ese desconocido lugar para cumplir su misión.
En una extensa batalla, el hijo de Zeus logró matarlo con sus propias manos, ya que ninguna lanza ni espada podía herir su cuerpo. Para consagrar su victoria, Hércules decide cortar el pelaje de este animal con sus propias garras para convertirlo en una capa que le sirviera de protección en sus siguientes labores. De acuerdo a la mitología, este acto le atribuye ciertos rasgos de este animal, que lo ayudaron a seguir su camino. Al observar este gesto, el Dios del Olimpo decidió honrar al León de Nemea y ascendió su imagen al cielo, justo donde se encuentra la constelación de Leo.
El orígen de Leo en el antiguo Egipto
Los egipcios se encontraban fascinados por la constelación de Leo hasta el punto que consideraban que tenía una relación cercana con el Sol y que era de gran augurio para ellos. Esto se debía a que, cuando sucedió la inundación del río Nilo, se podía divisar en el cielo a las estrellas que hoy corresponden a este signo zodiacal. Sumado a ello, el surgimiento de esta creciente propulsó la actividad agrícola de la nación, lo que permitió mejorar su economía y la vida de sus ciudadanos.
A partir de ese momento, comenzaron a referirse a esta constelación como “Knem”. Rendían tributo al cielo, para promover la buena fortuna y atraer nuevas oportunidades. De día, el Sol los iluminaba, mientras que por la noche se guiaban por las estrellas para la plantación y producción de alimentos. Es por ello que se relaciona a este signo del Fuego con este astro.
Con los años, los egipcios asociaron al Sol con la monarquía y el alto poder; y decidieron tallar el trono de Tutankamon en oro con las figuras de dos leones, con el fin de demostrar autoridad y lujo.
El León en la Antigua Babilonia
Durante la Mesopotamia, este animal era una figura muy importante, que formaba parte de las tablas Mul-Apin y a quien se bautizó como “el Gran León”. Los dibujos lo ubicaban en el cielo, en el lugar de la constelación actual de Leo. Se trataba del Dios de Ishtar, símbolo del amor, la fertilidad y la guerra. Casualmente, los sumerios asociaban a los leones con los meses del verano, que coinciden con la temporada de este signo zodiacal en el hemisferio norte.
Existen otros registros en las tablas Mul-Apin en las cuales se puede observar la figura de este animal representando al Dios Latarak. Este era el protector de las entradas, los templos y el hogar. Se lo representaba con cuerpo humano y una cabeza de león, y sostenía un látigo con el cual cuidaba de las personas y ahuyentaba aquellos que eran considerados como enemigos.
El ícono actual de Leo
Actualmente, este signo zodiacal posee un símbolo que representa al león de manera más sencilla. Se trata de un pequeño círculo, del cual se desprende una línea curva de su parte superior. Ciertos análisis sostienen que esta refiere a la cola de este animal, mientras que otros la asocian con la melena, característica más notable del rey de la selva.
Otras interpretaciones sugieren que esta línea ascendente intenta graficar al Fuego, elemento al cual pertenece este signo. Asimismo, esta figura intenta transmitir el espíritu libre de las personas de Leo, gracias a su movimiento incontrolable e impredecible que tanto los caracteriza.