10 claves para organizarte si vas a Disney con tus hijos

Cuando decidís ir a Disney, ya no podés decir que viajás "con chicos", los chicos viajan con vos. Ellos son los protagonistas. Esto no significa que hacen lo que quieren, sino que tenés que estar atenta a qué necesitan, cuándo seguir y cuándo parar, cuándo "alimentar" el excite y cuándo descansar. Hay niños que no paran y con hacer un stop largo al mediodía (con siesta en el cochecito incluida) alcanza, y otros que necesitan volver al hotel unas tres horitas y retomar a la tarde para llegar al cierre y ver los fuegos artificiales. Es clave que no les exijas de más y, para eso, vos no tenés que exigirle demasiado al viaje. Quizá sea elegir a qué parques ir según sus gustos (no querer ir a todos ni a todos los juegos) y planear en la previa un recorrido posible (por ejemplo, pensar en hacer una atracción por hora, así, si vas diez horas, serán diez atracciones en total).

Si viajás con niños, no hay nada mejor que quedarse en los hoteles de Disney. Potencia la experiencia, vivís la magia las 24 hs. y, además, estás más cerca de los parques por si querés volver a dormir la siesta y podés aplicar al plan de comidas que simplifica bastante la logística. Es cierto que quedarse en hoteles de Orlando puede ser más barato (y es súper recomendable para un viaje de adultos o con adolescentes), pero si querés vivir Disney al 100%, tenés que quedarte adentro. Si lo analizás bien, no es taaaan caro. Los hoteles que ofrecen se dividen en: económicos, moderados y de lujo. Los económicos arrancan en los US$112 la noche en habitaciones con capacidad para 4 adultos. Además, según la época del año en que vayas (de mayo a noviembre hay más descuentos), hay promociones especiales en hotelería o comidas gratuitas durante la estadía.

Más info: disneyworld.disney.go.com.

Hoy, para cada problema existe una app y Disney no se queda atrás con su aplicación My Disney Experience, que te bajás al celu y se encarga de reunir toda la info del viaje y simplificarte toda la organización. En la app podés ver los planos de los parques con el tiempo de espera de las atracciones (que se actualiza en vivo), tenés tus datos y los de todos los integrantes de tu grupo y un montón de herramientas practiquísimas. Podés hacer las reservas de los restaurantes, ver los menúes y hasta pedir los platos que querés para que cuando llegues al restaurante ya estén listos. Podés chequear en vivo cuánto falta para que llegue el próximo bus a tu hotel, ver y descargar las fotos que te sacan en los parques y sacar tus fast pass (para pasar a las atracciones sin hacer fila) en la previa o incluso el mismo día mientras recorrés el parque. Atenti, usar tantos datos consume mucha batería, así que llevate cargador.

Elegí bien la fecha del viaje. No hay nada peor que un niño haciendo una fila de 120 minutos. Así que, además de armar estrategia de recorrido y aprovechar los fast pass (los pases que te habilitan a entrar a una atracción sin hacer fila en un lapso de una hora) + child swap (chequeá el punto 6) a full, es importantísimo evitar fechas clave cuando las multitudes se multiplican. Las peores: Navidad y su semana previa, el tercer fin de semana de enero, el tercer fin de semana de febrero, marzo y vacaciones de invierno. Las mejores: abril/mayo (evitando Semana Santa) y el período que va desde mediados de septiembre hasta mediados de diciembre (evitando Thanksgiving). En junio, julio y agosto, además de mucha gente, hace mucho calor, un imposible para niños menores de cinco.

Más info: www.viajeromagico.com (en esta web hay muchísimos datos).

Es cierto que a veces el único momento para viajar con niños son las vacaciones y esas semanas son de las más multitudinarias. Para no pasarla mal, es importante ser estratega, armarte un recorrido para no caminar de más y sacarles jugo a los fast pass. Si te quedás en un hotel Disney, podés acceder a estos pases, a través de la app My Disney Experience, 60 días antes de tu visita al parque; mientras que si te quedás afuera, se te habilita recién a los 30 días. En ese momento, elegís tus tres fast pass entre los que están disponibles (fijate de usarlos en los juegos más populares, como Toy Story Mania o Pandora). No elijas horarios muy tempraneros para que no tengas que correr a la mañana (con chicos es imposible) ni muy tarde ya que, una vez que usaste los tres, podés pedir fast pass extras entrando a la app en el mismo momento. La franja horaria ideal para usar los anticipados es de 10 a 14.

Si viajás con un bebé o un niño que no puede subir a alguna atracción (ya sea porque no le da la altura o porque le da miedo) podés beneficiarte con el sistema child swap. Por ejemplo, para una familia de padre, madre y dos niños, la dinámica sería así: la madre hace la fila con el niño mayor mientras el padre espera en la puerta de la atracción (donde siempre hay un cast member) con el menor que no puede/quiere subir. Cuando los que hacen la fila para subir primero pasan por donde está el primer cast member de Disney, le muestran que el padre se quedará con el menor para poder subir después. Entonces le dan un papelito que lo habilita a subir en cualquier momento del día con hasta dos personas más. Incluso, si el papá no tuviera intención de subir a ese juego, pueden volver a subir la mamá y el hijo mayor (y alguien más también) sin volver a hacer la fila.

Esta pregunta es difícil y hay varias cuestiones a considerar. ¿Llegás al aeropuerto de Orlando o al de Miami? ¿Llevás cochecito o alquilás? ¿Te quedás adentro o afuera de Disney? Lo ideal sería llegar al aeropuerto de Orlando, quedarte en un hotel Disney y alquilar cochecito (o comprar en Walmart uno bien livianito para que puedas subir y bajar rápido si te movés en bus) así te ahorrás el costo del alquiler de auto, que en una semana sería de unos US$300 o más. El auto solo es la mejor opción si tus hijos son muy chicos y querés tener autonomía para volver al hotel un rato al mediodía, si llevás más de un cochecito y creés que necesitás baúl o si tu viaje, además de los parques Disney, incluye unos días en Miami y visita a otros hot spots de Orlando como los parques de Universal, Legoland o los Premium Outlets.

Si tu viaje es el clásico Miami + Orlando, no podés dejar de pasar por Legoland. No es un parque Disney, pero tiene dos características que lo convierten en un must. La primera es que queda a mitad de camino entre Miami y Orlando (en realidad, a una hora de Orlando, camino a Miami) y resulta un muy buen stop. Podés dejarlo para el final y así el último día de Orlando salís bien temprano y llegás tipo 10 a Legoland, aprovechás sus atracciones hasta su cierre, a las 18, y después seguís camino a Miami con los niños cansados durmiendo en el auto. La otra ventaja del parque de los ladrillitos es que está pensado para los más chicos de la familia y prácticamente todos sus juegos son aptos para preescolares. Además, tiene una zona de toboganes de agua súper completa ideal para los días de calor.

Más info:www.legoland.com.

Los outlets de Orlando te hacen sentir que en Miami compraste pésimo. En Orlando están todas las marcas (desde las de lujo hasta las masivas) a precios increíbles y con descuentos extra si presentás cupones que sacás de la web de los locales o de los mismos centros comerciales. Los más completos son el Orlando International Premium Outlet y el Orlando Vineland Premium Outlets, que abren de 10 a 23, ideal para una visita rápida posparque. Igual, reservate un día para quedarte a la mañana en la pile del hotel y hacer tarde de shopping. Es cierto que es difícil con chicos, pero en los dos encontrás Disney Store Outlet y Disney’s Character Warehouse, donde podés conseguir juguetes, ropa y souvenirs muchísimo más baratos.

Más info: www.premiumoutlets.com.

Si vas con niños menores de 6, tener una comida con personajes (ya sea en Cinderella Royal Table con las princesas o en Chef Mickey con los clásicos) es casi una obligación. Incluso puede convertirse en el programa del día acompañándolo con una tarde de relax en la pile de tu hotel (y así te ahorrás un día de parque). Estas cenas, están entre US$50 y US$70 por persona (sí, una locura). Por esto, si vas a hacer comida con personajes, lo mejor es sacar el plan de comidas Table Service, que te habilita a una comida con personajes por día (además de tener otra comida en uno de los restaurantes quick service para usar en el almuerzo, dos snacks y un vaso de gaseosa recargable) y que te termina costando por varios días lo mismo que una sola cena. Además, ya llevás todo pagado de antemano. Súper recomendado.

Estás pulseras electrónicas pueden comprarse por US$12,95 más impuestos o sin costo adicional si te quedás en cualquier hotel Disney. Sirven para abrir la puerta del hotel, pagar comidas o souvenirs (con una tarjeta de crédito que asociás a tu usuario), activar fast pass, linkear las fotos que te sacan los fotógrafos de Disney a tu usuario y gastar tus créditos si sacás plan de comidas. Las podés personalizar eligiendo el color que quieras y grabándoles tu nombre.

Si alguien del grupo llega a perderse, tiene que acercarse a cualquier atracción, restaurante o negocio y pedirle a algún cast member de Disney que escanee su pulsera. Lo mismo debe hacer el resto del grupo y así los mayores del grupo se enteran de dónde están los menores perdidos y se acercan al punto del parque donde el menor o el cast member que lo encontró escaneó la magic band.