4 preguntas (y sus respuestas) sobre la transpiración

Cansancio, estrés o calor: sudar es una reacción normal a través de la que nuestro cuerpo regula su temperatura. Transpirar es un proceso vital del organismo que se genera por diferentes procesos. Por ejemplo, un aumento de temperatura corporal debido a la actividad física o el calor en el ambiente pueden provocar que tu cuerpo sude. Este tipo de sudor se genera con el fin de regular la temperatura del cuerpo mediante la pérdida por evaporación del calor.

Y eso no es todo. También podemos transpirar después de comer o durante las comidas. Este proceso se llama “sudor gustativo” y se origina por la ingesta de bebidas o comidas calientes y preparaciones picantes. La temperatura interna aumenta, y tu mecanismo de regulación corporal se activa.

Hay además otras causas de la transpiración que tienen que ver con el estrés emocional o psicológico. Una primera cita, una entrevista de trabajo o un evento muy importante son situaciones frente a las que nuestros cuerpos reaccionan físicamente al experimentar emociones fuertes. En este caso, sudamos principalmente en la zona de la axila, en las plantas de los pies y en las palmas de las manos y, en algunas personas, este sudor puede aparecer también en la frente. Provocado por el estrés, este tipo de transpiración es parte de una respuesta evolutiva antigua a situaciones amenazantes y desempeña un papel muy importante en nuestra comunicación no verbal. Esta sudoración también puede causar malos olores y humedad excesiva, especialmente en las axilas y en esta época del año. Al respecto, te compartimos información y algunos consejos para que tengas la transpiración bajo control.

La respuesta es no. Es un líquido claro e inodoro compuesto generalmente de agua, sal, proteínas y aceites. El olor al que comúnmente llamamos “mal olor en el cuerpo” es, en realidad, causado por bacterias. Sí, porque nuestro cuerpo sirve de hogar a miles de bacterias inofensivas que ayudan a las defensas naturales de la piel y que crecen en ambientes húmedos y ricos en nutrientes, como las axilas. Las bacterias se alimentan de nuestro sudor, lo metabolizan y producen derivados que tienen un olor característico. Entonces, lo que causa el mal olor en el cuerpo son las excreciones de las bacterias que se alimentan del sudor. Este proceso es completamente natural y comienza en la pubertad.

Un producto que simplemente evita el mal olor es un desodorante. Los desodorantes eliminan las bacterias o impiden que sigan multiplicándose. Además, enmascaran el olor corporal con una fragancia agradable. Las personas que transpiran más y quieren reducir su producción natural de sudor deben usar un antitranspirante. Los desodorantes y los antitranspirantes son más eficaces cuando se utilizan sobre la piel limpia. Para mantener una sensación de limpieza durante todo el día, lo ideal es aplicarlos por la mañana, directamente después de la ducha.

El uso de antitranspirantes no afecta al proceso de termorregulación del cuerpo. El área las axilas comprende una superficie de unos 200 cm2, lo que supone solamente alrededor del 1 % de toda la superficie corporal. Por esta razón, esta zona es demasiado pequeña para interferir en la termorregulación del organismo.

Depende de tus necesidades. Los aerosoles se secan rápidamente, y esto los hace convenientes y muy prácticos. Los antitranspirantes en barra vienen en un bloque sólido de producto y son los que más alcance de aplicación tienen; por eso, son muy buenos para la transpiración. El formato roll-on es fácil de usar y, además, preciso. Las cremas, por su parte, permiten medir la aplicación del producto de modo exacto, mientras humectan la piel y la protegen del sudor.

Experta consultada: Julieta Pautasso. Directora Técnica de Nivea.