6 lugares que no te podés perder si vas a Nueva Zelanda

Está en plena ciudad de Auckland, pero basta recorrer unos metros de este inmenso y verde parque para que te sientas alejada del bullicio y puedas disfrutar de la naturaleza al 100%. Podés caminar, ir en bici, con chicos o sola. Los senderos están muy bien cuidados. El parque Cornwall, que es uno de los más grandes de esta ciudad asentada en el norte de la Isla Norte, está justo al lado de la colina de One Tree Hill, y aunque la visita al volcán es casi obligatorio, no es lo único que podés hacer en esta ubicación. Camino a la cima, donde vas a poder contemplar la enorme estatua que hace homenaje a la cultura pre europea maori, vas a cruzarte con muchas ovejas e incluso algunas vacas. Y, llegando al final del recorrido, el broche de oro es la vista de 360 grados que tenés desde ese punto. Es realmente impactante. Más info: cornwallpark.co.nz

Es la experiencia más septentrional de Nueva Zelanda donde el mar de Tasmania se encuentra con el océano Pacífico. En el final del camino, además de visitar el típico faro y deslumbrarte con la vista panorámica que ofrece su mirador, vas a poder contemplar un árbol pohutukawa nudoso que, según se estima, tiene más de 800 años y, de acuerdo a la tradición oral maorí, los espíritus de los maoríes fallecidos saltan desde este árbol hacia el océano para regresar a su patria ancestral de Hawaiki. Ahí mismo -y si tenés un poco de suerte- vas a poder ver al kiwi, el pájaro nacional de Nueva Zelanda. Cuando baja el sol, Cabo Reinga es uno de los lugares preferidos para mirar el atardecer. Más info: www.destinonz.com

Aunque puede resultar algo cansador y caluoroso, caminar hacia las dunas gigantes de Te Paki -ubicadas en la región de Northland, en el extremo más al norte de la isla Norte de Nueva Zelanda y que se elevan hasta los 140 metros sobre el nivel del mar-, es una experiencia que vale la pena explorar. ¿Te imaginás la sensación de arena blanca y tibia escurriéndose entre los dedos de tus pies mientras el sol acaricia tu cuerpo y el viento sopla con suavidad al mismo tiempo que disfrutás de una de las más increibles vistas que hayas imaginado? Bueno, una vez que llegás al lugar y, si sos amante de la aventura, vas a poder hacer nada más y nada menos que ¡surf en la arena! Si sos principiante lo mejor es que lo hagas acostada sobre tu estómago y, si ya tenés un poco de "cancha" quizás te animes a surfear parada. Eso sí, en los dos casos lo importante es mantener la boca cerrada para no comer arena. Más info: www.tripadvisor.com.ar

The Mermaid Pools es una parada obligatoria si el mar es tu lugar en el mundo. Se trata, como su nombre lo indica, de un conjunto de piscinas rodeadas por rocas y a las que se puede acceder durante la marea baja. Si viajás en auto, este lugar se ecuentra a poca distancia de la bahía de Matapouri. Para llegar a las pisicinas hay que recorrer a pie un camino un tanto empinado que se formó naturalmente sobre una colina y que exige algo de esfuerzo físico. Hay que atravesar un pequeño bosque de palmeras y cruzar el mirador hasta llegar a las piscinas. La temperatura del agua varía de acuerdo a la época del año en la que viajes pero, por lo general, suele estar un tanto fría. Más info: www.newzealand.com

También conocida como Mangawhai Heads, es un tranquilo pueblo de playa que se encuentra en medio de las costas del océano Pacífico y las tierras cultivables de Nueva Zelanda. En este spot podés disfrutar de diferentes experiencias playeras: tomar un barquito que te lleva a bucear, hacer surf,snorkel o relajarte en las aguas cristalinas del área. Más info: www.mangawhai.co.nz

Cathedral Cove. Es posiblemente uno de los sitios más pintorescos (y en Nueva Zelanda hay muchos) de la península de Coromandel. Quizás te resulte conocido este lugar y es porque forma parte de las imágenes que se pueden ver en la segunda parte de la trilogía "Narnia".

La vista es alucinante: sobre el mar se erige un arco de piedra caliza que contrasta con el azul del cielo. Podés llegar a la playa a través de un sendero que atraviesa un bosque o en kayak. El lugar es ideal para hacer un picnic y nadar respirando paz y tranquilidad. Más info: www.thecoromandel.com

Hot water beach. La playa con aguas termales existe, y está en Nueva Zelanda. Y es que en la arena, cuando la marea baja, brotan aguas termales que se filtran de flujos subterráneos. Por eso esta es una de las grandes atracciones en la Península de Coromandel. La forma de disfrutarla es muy simple: con marea baja -y volviendo un poco a divertirte como cuando eras chica- tenés que hacer un pozo en la arena hasta que el agua caliente que brota forme una piscina temporal. Después simplemente te sentás o acostás a disfrutar y te dejás llevar por los beneficios que las aguas termales tienen para tu organismo. Más info: comoserunkiwi.com

Cómo llegar. Dicen los viajeros frecuentes que 13 horas se pasan volando. Literal y metafóricamente ese es el tiempo que demora llegar a Nueva Zelanda desde Buenos Aires. Los vuelos desde Argentina llegan al aeropuerto de Auckland (US$1.296 por Air New Zealand), ubicado al norte de la Isla Norte. Desde ahí podés tomar una conexión hacia la mayoría de las ciudades.

Cómo moverte. Una muy linda forma de explorar Nueva Zelanda es en auto. De esta manera, tenés la flexibilidad de diseñar tu itinerario a medida que avanzas y la libertad de explorar lugares que están alejados de los senderos de turistas habituales. Por lo general, las rutas están en muy buenas condiciones y, fuera de las ciudades, el tráfico es liviano. Un detalle extra es que en Nueva Zelanda el asiento del conductor está del lado derecho y se maneja por la izquierda. Así que asegurate de conocer toda la información necesaria (podés hacer un test de formación en este sitio para probar tus habilidades al volante).

Dónde dormir. Podés encontrar alojamientos económicos a lo largo de tu recorrido y también lanzarte a la aventura de acampar. Sí, porque en Nueva Zelanda viajar en casas rodantes es una tendencia que pisa cada vez más fuerte y, desde luego, los servicios están a la altura de las circunstancias e incluyen cocina, lavandería y baño (las mayoría de las instalaciones son dignas de un hotel), áreas de juego, parrillas, piletas climatizadas, un área de comedor y sala de TV. Como si eso fuera poco, muchos están situados en la orilla de un lago o playa. Más info: www.newzealand.com/ar

Agradecemos a Agustina Barrionuevo y a Pablo Santos por su colaboración para la realización de esta nota.