A todo vapor
Un fotógrafo italiano registró la curiosa cotidianidad de los centros de aguas termales en diferentes rincones del mundo. Para romper con la rutina y sentirse bien
En el agua caliente la gente está bien, se relaja, predispuesta hacia el otro, para la charla. En el agua caliente la gente juega y se cura, especialmente si este agua tiene virtud terapéutica. El agua termal, el agua mágica, es uno de los remedios naturales más viejos, ahora difundido en todo el mundo.
En el lejano Ecuador, la presencia de muchos volcanes equivale a varias estaciones termales. Papallacta y Baños de Ambato son las más famosas, frecuentadas y populares. En el corazón de la Toscana, una de las regiones más famosas del centro de Italia, otras zonas en medio de la naturaleza permiten baños relajantes en plena libertad. En Hungría, el baño termal es un verdadero culto. Budapest, la capital, posee muchísimas piscinas, como la famosísima Széchenyi, con el estilo del imperio de Absburgo; está abierta todo el año.
El agua a casi 40°C es un excelente y divertido refugio cuando la temperatura exterior es de -5°C.
Y en el vapor de agua que se genera, en Toscana, en Hungría, en Ecuador y en tantas otras partes del mundo, la gente se relaja, juega, medita, se ensimisma, en busca de un regeneramiento de la rutina cotidiana.
Federico Tovolli