Desde que aterrizás en el DF sabés que hay algo especial. Esa mezcla entre lo prehispánico y lo cosmopolita se siente en el aire y, cuando vas hacia el sur de la ciudad, ese aire se tiñe de un olor intelectual, pasional y bohemio. Esa sensación se potencia al recorrer las calles de Coyoacán, el barrio que vio nacer a Frida Kahlo, que la vio amar, sufrir y consagrarse como artista.
Los souvenirs de Frida te empapan de su esencia en cada calle porque, como ella, no son perfectos, pero son únicos y coloridos. Su casa, sus amores, sus aventuras, te empoderan como mujer, porque su historia y ella misma son lo que más te conmueve. Cómo logró ser un ícono de estilo poniendo en alto las vestimentas locales, cómo se convirtió en una mujer deseada alzando la bandera del amor sin barreras ni pruritos, cómo convirtió su dolor en arte y en bandera de otras tantas mujeres. Cómo amó tanto, sin nada ni nadie que la detuviera. Nosotras seguimos la estela de su energía y te mostramos los lugares de su vida.
Casa Azul
Frida te da la bienvenida al comedor lucerna con este mural hecho por el colectivo artístico Chilango - Créditos: Gentileza de Edi Aguirre
El lugar: es la casa que la vio nacer, crecer y morir y hoy es SU museo. Entre estas paredes comenzó a dibujar y nunca paró. Están todas sus cosas, entre ellas, su cama y algunas de sus obras, como Frida y la cesárea (1931), Retrato de mi padre Wilhem Kahlo (1952) y Viva la vida (1954), la cual pintó justo antes de morir.
Cuánto: MXN$ 120 en la semana, MXN$ 140 el fin de semana.
Cuándo: martes a domingo, de 10 a 17:45; miércoles, desde las 11.
El lugar: en los años 20 fue el escenario del inicio del romance entre Frida y Diego Rivera. Muy cerca está el Comedor Lucerna (Lucerna 51), un lugar re canchero con muchos restós. Un muy buen hot spot.
Cerquita de las casas gemelas, está la casa-estudio de Juan O’Gorman, disponible para alquilar por Airbnb. ¡Es divina! - Créditos: Gentileza Edi Aguirre
El lugar: en 1931, por encargo de Rivera, Juan O’Gorman –amigo y arquitecto– diseñó este espacio funcionalista con una casa-estudio para Diego y otra para Frida. En 1934 se mudaron ahí, donde vivieron durante seis años. Además de ver la colección de Diego de Judas y calaveras tal como la tenía –que es impresionante–, hay una sillita con muñecas que cuenta una leyenda: dicen que Frida, cada vez que se enteraba de un amorío de Diego, le dejaba una muñeca como signo de que ya lo sabía. Esa silla con muñecas está en una esquinita de su estudio.
Casa de León Trotsky - Créditos: Gentileza Edi Aguirre
El lugar: Frida era miembro del Partido Comunista. En 1936, junto con Diego, acondicionan la Casa Azul para asilar por dos an~os a Leo´n Trotsky y a Natalia, su mujer. Sin embargo, se dice que después de un enojo de Natalia por un supuesto amorío entre Frida y Trotsky y tras la ruptura política con Diego, se mudaron a esta casa, a solo unas cuadras, donde finalmente Trotsky sufrió el segundo atentado de mano de estalinistas y murió en 1940. En el libro de Leonardo Padura El hombre que amaba a los perros, se describe esta casa a la perfección.
El Museo Diego Rivera Anahuacalli por dentro y por fuera - Créditos: Gentileza Edi Aguirre
El lugar: es el museo más impresionante a nivel arquitectónico ya que fue diagramado por Rivera para alojar su colección de arte prehispánico –con más de 50 mil piezas que atesoró durante toda su vida–. El edificio fue construido de la misma piedra volcánica sobre la que se levantó haciendo referencia a un teocalli (casa de energía). Con Frida querían que el pueblo mexicano heredara la Casa Azul y este museo, por lo que, en 1955, Rivera armó un fideicomiso con el Banco de México para vigilar el cumplimiento de las disposiciones relativas a los dos museos. Sin embargo, Diego murió en la etapa de construcción del segundo piso y, a partir de entonces, su hija Ruth y el arquitecto Juan O’Gorman supervisaron el fin de la obra. Gracias a los aportes de su amiga Dolores Olmedo, se concluyó en 1963 y se inauguró en 1964. El sueño de Frida y Diego era que sus cenizas estuvieran en el Anahuacalli, pero, al morir Frida, sus cenizas se conservaron en la Casa Azul y las de Diego, en la Rotonda de Hombres Ilustres en el DF (donde solo alojan hombres).
Cuánto: MXN$ 80. Si pensás visitar este museo y la Casa Azul, podés comprar un combo de entradas bonificado en cualquiera de los dos lugares.
Museo Dolores Olmedo - Créditos: Gentileza Edi Aguirre
El lugar: es uno de los museos más alejados, pero vale la pena. No solo por las obras, sino por sus parques, sus perros (Dolores Olmedo era amante de los animales) y los pavos reales que revolotean por los jardines. Dolores en su juventud fue modelo de Diego Rivera, después se convirtió en su amiga y finalmente en su mecenas. Para Frida, Dolores fue su gran rival, primero por la lucha de ambas por el amor de Alejandro Gómez Farías –primer novio de Frida–, y después por una posible aventura no confirmada con Diego. En su tienda vas a encontrar los souvenirs y artesanías más lindos.
El museo queda en Xochimilco, bien al sur, que es conocido por sus canales y sus famosas trajineras, grandes canoas de colores en las que se suele ir a festejar cumpleaños mientras se come y se bebe ahí. Estás a 15 minutos del embarcadero, así que el mismo día podés aprovechar para hacer este lindo paseo.
Coyoacán, parada obligatoria en este recorrido - Créditos: Gentileza Edi Aguirre
1. Mercado: para comer “a lo mexicano”: tacos, enchiladas, sopes. Pedí sin picante y sabé que si dicen “pica un poquito”, pica muchooo.
2. Mercado de artesanías: acá podés comprar vajilla mexicana, souvenirs de Frida, las clásicas camisolas bordadas y ponchos de hilo.
3. Plaza Central: en los puestitos callejeros, no dudes en probar los elotes (choclos), que preparan bañados de mayonesa, queso rallado y, si querés, picante. Un manjar.
4. Tranvía Frida: podés dar un paseo de 40 minutos por el barrio, con datos de la querida Frida.
5. Viveros Coyoacán: es un Parque Nacional en plena ciudad y es precioso para caminar sus senderos.
6. Los Danzantes: es uno de los restaurantes tradicionales de Coyoacán frente a la plaza. Se come de 10 y podés probar su mezcal.
7. Corazón de Maguey: otro restaurante que bordea la plaza con comida tradicional y deco mexicana.
8. Café Jarocho: es una cafetería clásica mexicana. Te avisamos: siempre hay cola, pero va rápido.
9. UNAM: no te podés perder el MUACC (Museo Universitario de Arte Contemporáneo); su arquitectura y sus muestras son buenísimas.
10. Estadio Azteca: un clásico para los amantes del fútbol; es donde Maradona hizo la famosa “mano de Dios”.
Cómo llegar
En avión, desde $13.627 con escala. La única aerolínea que llega al DF con vuelo directo es Aeroméxico.