Art Basel, la feria que cambia Miami
Esta semana la ciudad de las palmeras y los daiquiris será sede de una nueva edición de la expo de arte contemporáneo más grande del mundo. Con ADN suizo y el sabor cosmopolita del sur de Florida, convoca a artistas célebres, expertos y multimillonarios ávidos de ampliar sus colecciones
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Todos los años, desde hace 13, los primeros días de diciembre Miami se convierte en la meca mundial del arte contemporáneo. Los jets hacen fila en el aeropuerto internacional de la ciudad y el Convention Center, sede oficial de la feria, despliega la alfombra roja para recibir a los coleccionistas más fuertes del planeta. Bradd Pitt, el ruso Abramovich, Paty Cisneros, Rosa de la Cruz, Ella Cisneros Fontanalls, Alan Faena y Eduardo Costantini suelen ser habitués de este encuentro anual inspirado en el relojito suizo de Art Basel.
Gran parte del suceso corre por cuenta de la calidad de las obras exhibidas, de Picasso a Jeff Koons, y del aceitado mecanismo de organización con el soporte clave del UBS. Bancos más arte más privacidad. Esa parece ser la ecuación perfecta en un mundo de precios en alza y mucha liquidez.
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La feria original, que daría origen a las ediciones de Miami y Hong Kong, tiene un derrotero de cuatro décadas y abre sus puertas en las márgenes del Rin los primeros días de junio en la Messe, un edificio vidriado con escaleras mecánicas, sin pompa ni circunstancia, pero con una clara geografía del poder: planta baja para los maestros consagrados, arriba arte contemporáneo fresco y una sala VIP famosa por la calidad del sushi.
Cada dos años, Basel, Basilea o Bale, según se diga en alemán, español o francés, coincide con la Bienal de Venecia y los viajeros del arte hacen doblete: en la bienal registran la tendencia y anotan los nombres, y en Basel, compran. No en vano, en la edición dirigida por Daniel Birnbaum, la obra del argentino radicado en Berlín Tomás Saraceno ocupó la sala mayor del Pabellón Internacional. Era una red inspirada en el paciente tejido de la araña y ganó la categoría de objeto de deseo. Después sería bestseller en Basel.
En tren de hacer un poco de historia, cuando se acerca la fecha de la apertura, a puertas cerradas y con invitación, la expansión de Art Basel Miami Beach está en deuda con dos personajes únicos, el marchand suizo Ernest Beyeler, fundador de la feria, y Sam Keller, un suizo de cabeza rapada y zapatillas tenis, que le dio el touch necesario para ser el lugar en el que hay que estar. Basilea es el búnker de gigantes de los fármacos como Novartis, cuna de la dupla de arquitectos fetiche Herzog & DeMeuron, y base operativa del único restaurante merecedor de reservas long distance, el Donati (por los linguini a la matriciana),
Miami es otra cosa. Es el destino ideal para la fiesta perpetua con el ADN suizo. Art Basel ganó el lugar de marca sólida para vender arte. Es la única feria del mundo donde el visitante y ocasional comprador (privado o museo) puede elegir entre diez buenos Picasso, cuatro Giacometti y obras de Morandi, Matisse y Henry Moore. Un piso más arriba reinan los Julian Opie y los Doris Salcedo, lo cual facilita la movilidad de la clientela.
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Tras muchos dimes y diretes, en 2002 Art Basel plantó bandera en Miami Beach. Sam Keller preparó la lista de galerías y de invitados especiales con su guard du corp y buena amiga, la española Isabella de Mora y Aragón. Juntos armaron la mejor agenda. Para los europeos, Art Basel Miami Beach sería la feria del invierno boreal, pero… con clima de verano y el combo ideal de arte, palmeras y daiquiris.
En 2002 le tocó bailar con la más fea al salir al ruedo un año después del 11-S. Sin embargo logró el objetivo. Hoy es una cita obligada y tiene como telón de fondo un rosario de ferias satélite que se suman a la jarana de la semana arty. Design Miami, Pulse, Art Miami, Scope, Untitled, Nada y el nuevo eslabón de la cadena que es Pinta Miami, la feria del argentino Diego Costa Peuser que en su octava edición se muda de Nueva York a una carpa en el Midtown para estar en la escena con mayor sabor latino del mercado internacional.
Cubanos, venezolanos, mexicanos, colombianos, peruanos y argentinos circulan de feria en feria, y de brunch en brunch. Acorde con el mecanismo de relojería suizo todo funciona perfecto. El Convention Center tiene su VIP abierto antes del opening para los Abramovich que prefieren comprar a puertas cerradas, una modalidad que ya está instalada en Arco de Madrid y en arteBA de Buenos Aires.
Del miércoles al sábado próximos, las 300 mejores galerías del mundo buscarán cerrar tratos en un ambiente relajado y sin presiones. Esa es una de las claves. La negociación comienza en el stand del Convention, pero puede terminar en la barra del Delano o con un sashimi en Yuca, contemplando un jardín vertical.
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El formato de la feria está determinado por secciones fijas, muy curadas, que facilitan la búsqueda del comprador. No es lo mismo Survey, Nova, Unlimited o Kabinett. Este último segmento resulta una expansión para montar un solo show o conocer más sobre la obra de un artista de peso; allí estarán Guillermo Kuitca, Liliana Porter, Antoni Tapies y James Turrell, entre otros.
El dato más interesante a nivel continental es la manera como ABMB se las ha ingeniado para darle sabor latino a una feria con ADN helvético. Los hispanos en su casa y en su salsa ahora que el arte latinoamericano ha comenzado a tallar fuerte en las grandes ligas y en museos como MoMA, Tate Modern, Reina Sofía y Pompidou. Pero también están los tiraditos, las fajitas, el mojito y el ceviche, sabor local en territorios ajenos. Por los pasillos circulan los miembros de comité de compras, directores y curadores; también de los museos de Miami, como Jorge Pérez, con un museo propio en la ciudad de las palmeras diseñado por los suizos Herzog y Demeuron. La imponente Ella Cisneros Fontanalls compra fuerte para la fundación CIFO, mientras Eduardo Costantini y Alan Faena tienen muchos metros, miles, para exhibir arte en sus megadesarrollos inmobiliarios. Faena con un equipo de curadores ha preparado un programa de conferencias y de exhibiciones que en muchos casos estarán coronadas por un asado de Francis Mallmann, el señor de los siete fuegos.
De las 267 galerías que participan en esta 13a edición, 31 tienen base en México y en América del Sur, incluidas las argentinas Ruth Benzacar y Jorge Mara, la colombiana casa Reigner, la ascendente Kurimanzutto de México, Gentil Carioca de Río de Janeiro, y Luisa Strina y Fortes Vilaca de San Pablo. Algunas de las galerías con más rancio pedigree en el mercado, caso Sperone Westwater, eligen exhibir artistas de esta parte del mundo, como es el caso de Kuitca, integrante del staff, que mostrará trabajos sobre papel de gran tamaño inspirados en las plantas de los teatros. La galería Charpentier, de París, mostrará obras de Teresa Margoles, atenta hasta la obsesión en la expansión del tráfico de drogas en México, frente a la indiferencia y/o complicidad de la policía y del Estado, con las consecuencias inevitables de marginación y muertes.
El sector de los maestros, Survey, estará dedicado a obras de artistas mujeres como la muy genial Niki de Saint-Phalle con sus gordas voluptuosas y al mismo tiempo etéreas.
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Ningunos de los desembarcos latinos en South Beach sería posible sin el avance de las economías regionales, que, salvo la Argentina, exhiben un crecimiento económico notable, en muchas casos al ritmo de tasas chinas, como Perú, que ahora impone sus artistas y multiplica espacios de exhibición.
Asociado con jubilados y el dolce far niente, Miami levanta el listón cultural a un nivel muy alto y en este cambio de paradigma estará siempre en deuda con la feria suiza que resultó la llave de mandala para cambiar la imagen. Nuevos museos, un auditorio de nivel internacional y el mejor diseño de interiores han convertido la pasarela del South Beach en un legítimo destino del arte, latino y universal.
DATOS Y PISTAS
Una semana a puro arte en Miami
ART BASEL Convention Center- Arte Moderno y Contemporáneo
Entrada: US$ 45
Pase permanente: US$ 100
PINTA MIAMI ART FAIR- Arte Latinoamericano Moderno y Contemporáneo
Midtown. Wynwood
3401 NE 1. Avenida
FAENA ART
3201 Collins Avenue
Miami Beach
Heart to Heart, Instalación de Manuel Amestoy. Proyecto Rem Koolhass
DESIGN MIAMI Carpa Convention Center
35 expositores de diseño
CIFO FUNDACIÓN CISNEROS FONTANALLS- Colección Arte Contemporáneo
1018 North Miami Avenue. Arte Contemporáneo e Internacional
PAMM PÉREZ ART MUSEUM MIAMI
Beatriz Milhazes Show
1103 Biscayne Blvd.
SCOPE
Ocean Drive South Beach
100 expositores de arte emergente
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