El partido lo vi rodeada de hombres. Más de treinta, sin exagerar. Estaban los que se daban vuelta y después de no sé cuántos partidos de insultar al Pipita Higuaín, en sólo segundos se volvieron fanáticos indiscutibles del 9. Otros, que creían que Di María no estaba dando lo mejor de sí, se volvieron locos con la lesión del jugador. "Así es el futbol", se escuchaba por los sillones.
Después del partido de Argentina la jornada siguió (básicamente todos sentados en la misma posición) con el de Holanda vs. Costa Rica (el 0-0 más emocionante que vi en mi vida). Río vibró con el triunfo de la Selección. El carnaval argentino, al ritmo del "Brasiiiiil decime qué se siente…" llenó calles y playas. El Fan Fest fue una locura que duró hasta altas horas. Los brasileros que antes con simpatía nos decían que nos querían encontrar en la final ahora se acercaban para decirnos lo mismo pero con menos simpatía.
Una vez que terminó esta jornada con la Selección entre las cuatro mejores del mundo empezaron a sonar nuestros teléfonos. Argentinos desesperados por saber cómo era la disponibilidad de nuestra casa durante los próximos siete días, tanteando sin disimulo si había lugar para hospedaje. Buscando pasajes, entradas, todo. El sábado fue pura y exclusivamente futbolístico. A esta altura del Mundial los partidos se hacen mucho más intensos (a todo o nada) pero mucho más esporádicos también. Por lo tanto entre las instancias hay muchos días libres.
Decidí aprovechar el domingo para visitar una de las grandes ferias de Río de Janeiro, la cual me venían recomendando y nunca encontraba el momento oportuno para ir.
El GAPAL, en la Praça do Ó (Plaza del Ó), es una galería a cielo abierto, montada alrededor de una pista de skate, ubicada frente al puesto 3 de la playa de Barra da Tijuca.
En esta feria se puede conocer a muchos artistas independientes que exhiben y venden sus obras, además de encontrar desde gran variedad de comidas elaboradas, frutas, quesos y pescado hasta vestidos, sombreros y juguetes para chicos.
Lo que muchos de ellos comentan, es que si bien este tipo de ferias se pueden encontrar en distintos puntos de Río, ésta es conocida por la excelente relación precio/calidad de los productos que se ofrecen.
Pero lo que más disfrute de esta feria, después de más de dos horas de recorrerla, fue el espacio en donde los artistas plásticos exponen relajados, sentados en sus sillas de playa, mientras charlan y se toman algún suco. Son expositores de categoría internacional que consideran que su arte debe llegar a todo el mundo y eligen la plaza por sobre las tradicionales galerías.
Me acerqué para charlar con algunos de ellos y, aunque debo confesar que esperaba que me hablaran desde algún lugar algo snob y me quisieran vender sus obras, de lo único que discutían era de un hipotético cruce Brasil – Argentina, de la lesión de Neymar y del golazo del Pipita.
Así es el mundial. Y mañana es la gran cita. El calendario, más oportuno que nunca, muestra la coincidencia: el día del partido es el de nuestra Independencia. Todo un país expectante.Y no es para menos. Holanda siempre nos complicó. Una sola vez pudimos ganarles en un Mundial. Esa vez fuimos Campeones del Mundo por primera vez. Ojalá se repita.
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