Tomá nota. Bodegas y algo más
El sector vitivinícola ha crecido de manera sostenida en los últimos años, y esto puede evidenciarse en la variedad que ofrecen las góndolas de supermercados y las tiendas de vino tanto en los mercados de los países productores como de los países consumidores exclusivamente. De a poco el sector productivo incursionó en el campo de la hospitalidad. Hay innumerables ejemplos de bodegas alrededor del mundo que ofrecen una excelente propuesta gastronómica que les da la oportunidad de mostrar sus vinos y menús adaptados a un maridaje.
En Mendoza fueron, en gran medida, las bodegas las que desarrollaron la alta gastronomía local para acompañar las degustaciones de vinos. Simultáneamente y con la gran reconversión e inversión de la década del 90, surgieron excelentes restaurantes en la Patagonia y en Salta a los que luego se sumaron otras provincias productoras que hoy inciden en la decisión de optar por un viaje a las regiones vitivinícolas.
Con el mismo criterio surgieron hoteles, hosterías y posadas que en un principio albergaban visitantes relacionados directamente con la empresa, para luego convertirse en lugares sumamente originales para el turista.
A edificaciones encantadoras y decoraciones de exquisito gusto, se suma el contacto con la naturaleza resultando una gran ventaja comparativa.
Así también presentan propuestas países vecinos como Chile o Uruguay, que incluso cuentan con el soporte hotelero de cadenas internacionales.
Curiosamente en Francia, por citar un ejemplo, es reciente que en algunos de los extraordinarios castillos de Burdeos hayan abierto restaurantes al público y servicios apuntados al ocio y descanso.
La calidez de la gente es uno de los puntos más favorables para optar por un viaje enoturístico, encontrar un servicio de excelencia, vinos fantásticos y disfrutar de la calma y geografía inigualable que las viñas regalan.
lanacionar