Continúa el conflicto por el uso de los recursos hídricos en la provincia del vino. Además recomendamos unas guías para aficionados del buen beber.
¿Fin o principio?
El tema del agua en la provincia de Mendoza ha escrito un nuevo capítulo con la renuncia del Superintendente del Departamento General de Irrigación, señor Eduardo Frigerio. Este hombre, enfrentaba un Jury de enjuiciamiento por ser un funcionario que había designado con el acuerdo del senado provincial.
El Jury se formó a partir de reiteradas denuncias sobre un manejo supuestamente discrecional de un recurso en alerta rojo como es el agua en aquella provincia vinatera. Una de las gotas que habría rebalsado la copa sería la autorización a que un grupo inversor integrado por Marcelo Tinelli pudiera realizar un pozo –se dice que tiene el tamaño de 19 pulgadas- que proveería de agua a los vecinos de un futuro country. Para comprender el tema, un pozo normal tiene de 6 a 8 pulgadas.
Lo malo de la cuestión, de ser ciertas las informaciones circulantes, es que se habría autorizado en una zona en la que está expresamente prohibida la realización de nuevos pozos para extraer agua. A lo que se suma que no es agua para aumentar la producción de uva o lo que fuera, sino para regar jardines o llenar piletas.
La justicia mendocina, en concreto el fiscal actuante, ha dicho que esto no detiene el debido proceso que se ha iniciado por fuera del mecanismo de Jury. No pocos mendocinos han expresado cierto escepticismo sobre la resolución del tema con la debida rapidez, partiendo de la base que el funcionario renunciante contaría con un consistente apoyo en el gobierno nacional. Ojalá que se equivoquen…
No es suficiente
Claro que el recambio de la autoridad de aplicación no basta, para que el tema del agua en Mendoza sea tratado con algo más que medidas domésticas como el de regar jardines o lavar los autos de noche. La toma de conciencia en la población sobre el cuidado del agua debe ser mucho más enérgica y profunda que estas normas de vieja data.
Quizás haya que pensar en difundir agresivamente el riego por goteo, y quizás los fondos extremadamente blandos para créditos que permitan colocarlo, deberían provenir de organizaciones como la COVIAR, que en definitiva obtiene sus recursos de los propios productores. En concreto, el tema urge enfocarlo por varios frentes, comenzando por el educativo, y debe hacerse lo antes posible, sin esperar la actuación de la lenta maquinaria del estado. Los privados deben ponerse en movimiento y sumar al estado cuanto antes, pero no quedarse inmóviles en el mientras tanto.
Incluso, no todos los mendocinos saben que su precioso dique de Potrerillos no tiene funciones relacionadas con el riego sino la producción de energía. Esto quiere decir que, cuando al sistema interconectado tiene un demanda extraordinaria, se "abre la canilla" para aumentar la generación sin importar si esa agua se pudiera precisar en el futuro para los cultivos.
Otro asunto
En medio de una afortunada catarata de libros especializados, apareció la Guía de Vinos 2012-Austral Spectator, editada por Granica y con 3 autores-catadores responsables que son: Diego Bigongiari (56), editor histórico y mentor de Austral Spectator, que tiene en su haber un amplio compendio de guías como autor: desde las guías de viaje Pirelli en los 80’s a la actual de YPF. Joaquín Hidalgo (33), periodista especializado en vinos y gastronomía, colaborador de revista Viva, JOY y columnista de La Mañana de Neuquén; y Alejandro Iglesias (36) es catador de Bonvivir, club de vinos de La Nación, y secretario de la Asociación Argentina de Sommeliers. Como columnista, colabora con Bacanal, Glam Out, BeGlam, y JOY entre otros medios. Alejandro "Ale" Iglesias es además un twittero contumaz ( @hidalgovinos ) , que no para de informar a sus seguidores hasta del momento en que se está lavando los dientes.
Ellos la consideran única por muchos motivos, entre los cuales la de contar con 7 ediciones anteriores; o que particularmente los 1000 vinos catados lo fueron a ciegas; que eligieron los mejores 100 vinos para sus lectores, catalogándolos por precio, por relación calidad-precio; los 25 tintos o 15 espumosos con precios menores a 50 pesos; o 20 tintos ideales para el asado. En fin, varias entradas por el estilo.
Me pareció interesante que pongan abiertamente publicidad de bodegas, y repasando cuidadosamente las selecciones que fueron haciendo, darme cuenta que poner publicidad no garantizó ser seleccionado o mencionado, lo que sin duda le da un halo de honestidad a este asunto de las guías, siempre tan peliagudo.
Para la selección final-final convocaron a figuras destacadísimas del quehacer enogastronómico, como Andrés Rosberg, Presidente de la Asociación Argentina de Sommeliers ( AAS ); Santiago Abarca, Nº1 de Slow Food en la Argentina; Paz Levinson, quizás la nariz más precisa de nuestro país; Matías Preziozo, otro grande del buen olfato y mejor paladar; Daniel López Roca, creador del sito Argentine Wines; y así hasta totalizar 15 catadores de primer nivel, con sus respectivos criterios y opiniones.
Defecto
La guía tiene un apéndice dedicado al aceite de oliva que, se sabe, se ha transformado en un furor adicional en las bodegas. Pareciera que no tener aceite de oliva con la marca de la bodega es una mácula. Pero el apéndice dejó muchas buenas marcas fuera de su consideración. Preguntados algunos productores me dieron una explicación razonable: no les quedó claro quienes los catarían y puntuarían, y los autores no los tienen como referentes de la cata de aceites de oliva, sino de vino.
A mí la explicación me pareció razonable. Los argentinos no hemos sido un pueblo educado en el consumo de este aceite, por lo que quizás en el futuro los que se ofrezcan a catarlo y calificarlo, deberían acreditar una formación especial en el tema. Y en el caso de esta guía recurriría a los grandes expertos que ya tiene nuestro país, o acreditaría a los productores inquietos la propia valía en el tema. Pienso que puede ser que haya fallado la comunicación entre los autores y algunos productores. Como sea, el intento es bueno y útil para desasnar sobre el tema a quien lo precise.
Libro de cervezas
Día a día, por suerte, aumentan las propuestas de cervezas especiales, artesanales o no, en nuestro mercado. La sensación es que los consumidores no hemos crecido en conocimiento para poder apreciarlas. Por eso, Martín Auzmendi y Rodolfo Reich, acaban de sacar un libro que se llama Cervezas Argentinas. Es un libro que no pretende más de lo que muestra: explicar sencillamente los rudimentos de la cerveza y las propuestas que hoy tiene el mercado argentino respecto de estos productos.
Un glosario ilustra sobre una cantidad de términos que son, seguramente, desconocidos para la mayor parte de los consumidores. Y este es un punto en el que me gusta hacer hincapié siempre que puedo: hay una cantidad de productos en que nos falta educar a los consumidores. En este caso, este dúo de profesionales, que saben bien de que están hablando, creo que dejan satisfechos a todos los que quieran profundizar sus conocimientos sobre la cerveza en general, y del mercado argentino en particular.
Conclusión
El bombazo de agua nos esperanza en que las cosas en el cuidado del agua se van a ir encaminando. Por otro lado, los especialistas –y las editoriales- se van animando más y más a acercar al público herramientas que les permiten seleccionar productos con un mayor conocimiento de causa. Y sobre todo, de manera transparente y honesta.
Miscelánea enológica:
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