Lujo. Cannes, el nuevo sueño dorado de las marcas más exclusivas
Con sus fiestas, eventos y celebrities, el icónico Festival de Cine se convirtió en una de las mejores ocasiones para promocionar sus productos
NUEVA YORK (The New York Times).- El último sábado a la noche, la edición norteamericana de la revista Vanity Fair ofreció una fiesta en el Hotel du Cap-Eden-Roc, en las afueras de Cannes, a la que asistieron las grandes estrellas de la pantalla, que celebraron hasta pasadas las 2 de la mañana.
Jennifer Lawrence llegó cerca de la medianoche, tras haber sido paseada por los productores de Los juegos del hambre delante de los distribuidores internacionales, en un evento cercano. Antes de entrar, Sylvester Stallone se fumó un cigarro en la recepción, se miró en el espejo y asintió con la cabeza, complacido ante su propia imagen. Eso, claro, es sólo una parte de lo que se vio en la glamorosa fiesta.
En el centro mismo del salón principal estaba Justin Bieber, en jeans y saco de cuero color mostaza. Intercambiaba información con Jamal Al Sharif, director de la Comisión del Cine de Dubai, quien le prometía el oro y el moro si Bieber aceptaba presentarse en ese país. "Sí, adoro Dubai", aseguró Bieber, con el celular en la mano.
La pregunta es: ¿alguna de las celebridades presentes -como Julianne Moore, Edward Norton, Naomi Watts, Pamela Anderson, Harrison Ford y Russell Crowe, entre otros- habrá ido realmente a ver alguna película esta semana? Parece que no... "Ah, no. No voy a ver las películas -dijo, por ejemplo, Bryan Ferry, mientras deambulaba por el deck del hotel, mirando los barcos-. Me estoy alojando en las afueras, en la montaña."
A Bieber también se le escuchó decir: "Vine a pasarlo bien, a socializar". Y las oportunidades de socializar, ciertamente, no faltaban. Es que el Festival de Cine de Cannes se ha convertido en una de las ocasiones más importantes del año para promocionar marcas de lujo.
De ahí que las marcas de alta moda hayan desembarcado en Cannes repartiendo pasajes en avión, estadías en hoteles y hasta dinero en efectivo a las grandes actrices para que se paseen luciendo sus productos.
El jueves pasado, sin ir más lejos, Calvin Klein fue cosponsor del evento Mujeres en el Cine, que se realizó en una mansión privada en las montañas, a la que asistieron Watts, Moore, Lupita Nyong'o y Rooney Mara, todas ellas vestidas por la marca patrocinadora, claro, y más que dispuestas a posar para las fotos.
El viernes, Vivienne Westwood ayudó a Pamela Anderson en el lanzamiento de su nueva fundación. Y la fiesta de Vanity Fair del sábado fue patrocinada por Giorgio Armani.
El domingo, Chopard ocupó una suite en el Martinez Hotel del Paseo de la Croisette, para una cena "íntima". Claro que, en este caso, la cena "íntima" incluía un gigantesco video-wall que reproducía en continuado las imágenes de Uma Thurman y Cate Blanchett luciendo las joyas de la empresa.
Allí había estuches de alhajas con la inscripción Chopard iluminados cenitalmente, como Porsches en un concesionario. Colin Firth y su esposa Livia eran los anfitriones. Y durante la comida, un empresario de Pequín les comentó jocosamente a sus compañeros de mesa que su traje a medida de Roberto Cavalli le había costado... ¡68.000 euros! "Confeccionarlo les llevó 11 meses", remató.
Para el lunes, estaba programada otra gala de Chopard, pero, en este caso, a gran escala.
Jacob Bernstein
Traducción de Jaime Arrambide