Carnaval: 5 destinos distintos y cercanos para disfrutar este fin de semana
Más allá de los superclásicos de Carnaval como Gualeguaychú, Corrientes o los corsos de la Ciudad de Buenos Aires, la Argentina ofrece una serie de destinos para disfrutar el fin de semana largo (larguísimo en este caso) con la dosis justa de fiesta, descanso y naturaleza. Una experiencia distinta para tus escapadas que deberías conocer al menos una vez en la vida.
El camping más loco del mundo
Está ubicado en Tolhuin, corazón de la Isla de Tierra del Fuego. Se llama Hain, como las ceremonias nativas de iniciación juvenil, y es de lo más particular. Ubicado a orillas del lago Fagnano (o Kami), tiene cabañas de madera reciclada para dormir y cocinar o, si te gustan las experiencias nuevas, podés armar una carpa dentro de un kawi, las viviendas de madera de los nativos Selknam. Es un lugar pensado para vivir una experiencia ecológica donde también permiten mascotas. El anfitrión es Roberto Berbel y no solo te va a llevar de un lado al otro para que elijas el mejor sitio donde dormir entre árboles de botellas, helicópteros de fierro y trencitos que cargan leña, sino que en el camino te va a contar la historia de Tolhuin y su proyecto para cuidar el medio ambiente. Todo lo que allí se encuentra es material reciclado, miles y miles de palets, tubos de gasoductos, recortes de aserraderos, plásticos reconvertidos, fierros y troncos con los que se construyeron desde las cabañas hasta los juegos para niños. Precios accesibles: una cabaña para 6: $1700 pesos diarios. Hay dos vuelos diarios de poco más de tres horas, desde Buenos Aires a Ushuaia o Río Grande. Todo está muy cerca en Tierra del Fuego.
Carnaval de Tilcara
Si bien no es de lo más conocidos, el carnaval de Tilcara en Jujuy es uno de los más tradicionales y antiguos del país (casi quinientos años de historia). Un clásico imperdible es el ritual del entierro y el desentierro del diablo que comienza al principio de la cuaresma y combina el aporte de la religiosidad española con la cosmovisión de los pueblos originarios. Podés alojarte en una casa de montaña con rápido acceso a los lugares más visitados de la Quebrada de Humahuaca. Si te gusta caminar, no dejes de hacer el trekking por la parte trasera del Cerro 7 colores acompañado de una tropilla de llamas. Hay tantas cosas por conocer que podrían no alcanzarte solo cuatro días, por eso siempre es mejor planificar una hoja de ruta bien definida para aprovechar el tiempo al máximo.
Tour de pulperías en Areco
A poco más de cien kilómetros de la Ciudad de Buenos Aires, San Antonio de Areco es un punto clave en el que cada escapada ofrece cosas nuevas por descubrir. En la "cuna de la tradición" los corsos y las murgas barriales conviven con los paisanos que se pasean por el pueblo con el cuchillo en la cintura (y el caballo, obvio). Los asados arrancan aplausos, las escapadas pueden ser diarias y también es posible hacer noche, pero atención: hay que reservar porque el pueblo siempre está a pleno los fines de semana largos. Podés hospedarte en una casa de campo sustentable con energía solar para electricidad, agua caliente y tratamiento biológico de efluentes, ubicada a 10 km de casco histórico. Tenés que hacer parada sí o sí en alguna pulpería, las hay y muchas en todo el pueblo, como el boliche de Bessonart, donde paraba Don Segundo Ramírez, el gaucho que inspiró a Ricardo Güiraldes, y comerte una picada de los dioses. No hace falta llevar cuchillo.
Mar del Sur, cerca del bosque energético
La cantidad de historias de suspenso que podés conocer en Mar del Sud, a sólo 17 kilómetros al sur de Miramar pueden atraparte aun cuando seas de los más incrédulos. Es un balneario muy despojado, tanto como algunas playas de Rocha en Uruguay, y quienes lo conocen por primera vez suelen amarlo u odiarlo, sin medias tintas. Con playas grandes y limpias, una sola calle asfaltada y pocos negocios, combina el campo con el mar y la piedra con la arena en proporciones casi perfectas. Son frecuentes los cuentos sobre el mítico hotel Boulevard Atlántico construido en 1891, avistajes de ovnis, desembarcos nazis y vacas que los días de calor se mojan las patas en el mar. Podés conocerlo haciéndote una escapada desde Mar del Plata (a solo 61 kilómetros), Necochea (83 kilómetros) o alojarte alquilando casas por día a dueño directo. Mar del Sud también es célebre por ser un sitio paleontológico donde los turistas suelen hallar huesos pertenecientes a la megafauna. Así que, prestá mucha atención porque durante una caminata podrías toparte con el hueso de un animal de 700 mil años de antigüedad. Si así fuera, lo mejor es llevarlo al Museo Municipal de General Alvarado para que los especialistas puedan documentarlo.
Chilecito: empanadas y fiesta
Chilecito es la ciudad más importante de la provincia de La Rioja después de su capital y acaba de cumplir 304 años desde su fundación, por lo que todo febrero ha estado de celebraciones, entre empanadas de carne, vino torrontés y fiestas aquí y allá, que culminan este carnaval en medio de corsos y disfraces. Alejado de la Ciudad, podés hacer visitas en bicicleta a los viñedos y olivares del Valle de Famatina mientras te cuentan la historia de los diaguitas y su orgullosa resistencia al dominio español. ¿Dónde alojarse? De acuerdo con Airbnb, lo mejor es esta cabaña en el medio de la naturaleza y con bajada directa al río.
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