Con un iPhone 4, muchas horas arriba del colectivo y cierta alma voyeurista, un fotógrafo amateur creó un proyecto que, además de capturar en secreto a las porteñas en pleno viaje, a modo de piropo, potenció las aplicaciones que convierten las imágenes en postales retro.
Nos fascinan las fotografías de estética retro. Tenemos como un enamoramiento con esas imágenes que remiten a los álbumes de la infancia, a las texturas propias de las cámaras analógicas. De ahí, entonces, el furor por las aplicaciones que lograron convertir el retoque digital en casi un truco de magia.
Instagram es una de las aplicaciones más utilizadas, aunque existen muchas otras herramientas similares que nos permiten jugar, de forma fácil y sencilla, a que somos artistas, a que vamos por el mundo capturando imágenes espontáneas de la realidad. Es el caso, justamente, del proyecto Chicas Bondi que, desde un tumblelog, hace furor en Twitter , Facebook y Pinterest. Se trata de una idea tan genial como sencilla: sacarles fotos a chicas lindas que viajan en colectivo sin que ellas se den cuenta, "sin pose y sin permiso", tal como declara su eslogan.
De ahí, entonces, la importancia del teléfono con cámara y de sus respectivas aplicaciones que permiten capturar, a escondidas, clandestinamente, escenas espontáneas, sin intervenciones ni condicionamientos que puedan modificar la actitud de quien está siendo fotografiada. Por esta razón, el responsable de Chicas Bondi –vamos a revelar, al menos, este detalle: que es un él– prefiere mantener el anonimato no porque quiera preservar su identidad, sino porque sabe que su presencia reconocida podría influir en el comportamiento de las posibles modelos que circulan en colectivo por la ciudad (así dice).
A diferencia de la mayoría, el fotógrafo amateur prefiere utilizar la aplicación Hipstamatic. Para compartirla, sí, utiliza la red social que le ofrece Instagram, además de la página de Facebook, que ya suma cerca de 8.000 amigos, y de Twitter, donde tiene más de 2.700 seguidores.
Todo comenzó cuando, en octubre de 2011, este pasajero serial de colectivos –con el 39 y el 93 como líneas de cabecera– se compró un
y empezó a sacarles fotos a sus casuales compañeras de viaje:
"Fue un experimento nada premeditado. Sacaba las fotos, las subía a mi FB y mis amigos dejaban likes y comentarios. En diciembre, hice un álbum que se llamó Chicas Bondi y, en simultáneo, armé un Tumblr con el mismo nombre. Hoy tengo más de 200 fotos publicadas",
cuenta, desde el anonimato, el creador de la iniciativa.
La cuestión del acoso surge como una pregunta natural frente al hecho de capturar fotos sin permiso. ¿Tuvo que enfrentarse a problemas de esta clase con alguna de las chicas elegidas? "Desde que empecé hasta ahora, jamás sucedió que en el colectivo alguna se diera cuenta y me dijera algo. En dos ocasiones, me pidieron que bajara las fotos ya publicadas; una vez porque a la chica no le gustaba cómo había salido y otra para evitarse una pelea con un novio celoso. En estos casos, elimino las imágenes sin inconveniente. Yo no gano plata con esto y trato siempre de que las chicas salgan lindas, creo que eso se nota. Es más, sucede lo contrario, ellas se terminan etiquetando para que sepan que son chicas bondi. Supongo que las halaga."
Como un elogio del piropo pero en formato digital, el viajero romántico insiste en que su objetivo simplemente es rendir homenaje a las mujeres que hacen más lindos sus viajes en colectivo. Analizando el perfil general de las chicas, se evidencia una fuerte carga subjetiva en la elección de estas modelos espontáneas: la mayoría de las retratadas son mujeres jóvenes, muy femeninas y con un look más de artistas que de ejecutivas.
La idea, según el autor –que suele pasarse alrededor de dos horas por día arriba de un colectivo–, es mostrar que la belleza verdadera de la mujer, sin photoshop, se mantiene al margen del contexto, como una declaración de principios que no se cae, que no claudica. Por supuesto que las imágenes no salen de una sola vez, sino que cada una de las fotos publicadas forma parte de una extensa colección de instantáneas obtenidas a escondidas para capturar la mirada justa. Los resultados parecen definitivos: las chicas bondi siguen siendo hermosas incluso en el entorno incómodo de un viaje en colectivo, cansadas, cargadas con bolsas, sin maquillaje o recién levantadas.
Chicas Bondi en números
Fotos capturadas por día:
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