Antes que nada, ¡muchísimas gracias a todos por sus mensajes para que me recupere pronto! Mis ojos ya están mucho mejor, el reposo fue casi absoluto, por eso no llegué a responder sus comentarios. Por lo mal que estuve los primeros días, estar frente la computadora era como salir de bikini a la nieve: un riesgo con pronóstico negativo asegurado. Pero como es adictivo, y necesito estar conectada, espiaba de vez en cuando el blog y mis otras cuentas. ¡Muchas gracias por estar siempre!
El Haute Couture hace de las calles de París otra gran pasarela en donde se puede ver también la tendencia, lo que se viene o lo que se está palpitando en la moda. Todo el mundo, estilistas, fotógrafos, editores, modelos y quien pisa la ciudad para ver estos desfiles, lleva encima sus mejores combinaciones, porque es la oportunidad para mostrarse y ser admirado, es la vidriera top de Europa en el momento top. Cuando era más chica no podía creer todo esto que veía, me divertía observando ir y venir zapatos insólitos, carteras Chanel vintage y estampados únicos en un medio tan urbano como es la calle. Poco a poco la costumbre hace que uno se vaya metiendo más y más en ese medio y el ojo se pone exigente, mucho de ese colorido pasa a ser natural y sólo se detiene en lo que le llama la atención de verdad.
Ya lo dije alguna vez, me gusta mucho el coolhunting que hace el fotógrafo Tommy Ton para Style.com. Y el de la semana que pasó estuvo muy bien y me vino muy bien. Quería, justamente, contarles que vi tantos sacos, corbatas y pantalones de vestir en mujeres durante estos días que al momento de buscar imágenes que mostraran mejor esta moda, las de Tommy fueron perfectas.
Sí, volvió la corbata (esta vez más ancha, la clásica) y especialmente las que son a rayas, más bien sobrias. Y vuelve junto a un completo traje de hombre (o con la mayor cantidad de detalles de un traje de hombre), con camisa e incluso chaleco y tiradores. Muy british , fresco. Y vuelve para usarse de día, en un estilo casual, para el verano. Y vuelve para usarse con zapatos chatos, si son mocasines o abotiandos, mejor. Y todo esto viene ahora en una paleta de colores fuertes, combinaciones con un estilo europeo a la máxima expresión. Mucho azul, rojo, verdes claros. Hombres y mujeres para los que casi no varían detalles, perfectamente pares. Y en las calles de París así los vi estos días, casi iguales, casi uno. Aunque las chicas se llevaron más miradas sin mostrar sus partes, pero insinuando con descaro que hasta un look de ellos es también patrimonio de ellas.
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