¿Cómo iniciar a tus hijos en la actividad física?
Convocado por OSDE, Santiago Kweitel, médico pediatra y deportólogo del Centro Artro, nos explica la importancia de crear formas atractivas para que los chicos se conecten con el deporte.
¿Hay una cantidad de horas recomendada para que los chicos realicen actividad física?
“Todas las sociedades científicas recomiendan que los chicos realicen 60 minutos de actividad física, de intensidad moderada a vigorosa, los siete días de la semana. Esto puede incluir lo que tiene que ver con el traslado (caminar a la escuela, andar en bicicleta o patines de forma recreativa)”.
¿Los chicos pueden realizar deportes de alta competencia?
“Los pediatras decimos que la alta competencia, a nivel infanto-juvenil, no es lo deseable. Esto se contrasta con la realidad, porque desde que existen los Juegos Olímpicos de la Juventud, la alta competencia hace que baje esta edad de inicio. Podemos hacer dos cosas: o seguimos con nuestro discurso de ‘no a la alta competencia’ y no reconocemos lo que realmente está pasando o, dentro de este marco (que no es ideal), buscamos todos los recursos para preservar la salud de estos chicos”, asegura el especialista y suma tres premisas fundamentales del deporte infanto-juvenil:
- Asegurarse que los chicos crezcan y se desarrollen bien.
- Minimizar las lesiones por sobreuso.
- Evitar el burn out deportivo.
¿Los niños pueden entrenar la fuerza?
“Los chicos no solo pueden entrenar la fuerza, sino que deben entrenar la fuerza. El dicho popular de que si uno entrena la fuerza se rompen los cartílagos de crecimiento, uno se queda petiso o no alcanza su talla objetivo genético, es un mito que no tiene sustento científico. La sociedad científica recomienda el entrenamiento de la fuerza porque esto hace que los chicos se desarrollen mejor y tengan menor incidencia de lesiones. De hecho, cuando un bebé sostiene la cabeza a los tres meses, está haciendo fuerza. Cuando se sienta a los seis meses, está haciendo fuerza. Cuando se para y camina al año, está haciendo fuerza. Y está haciendo muchísima más fuerza cuando salta y aterriza a los dos años de edad. La fuerza es vida”, recalca Kweitel.
Cuando se trata de los más chicos, ¿es necesario consultar a un especialista antes del comienzo de una actividad física o deporte recurrente?
“Para realizar una actividad física o deporte organizado, previamente, los chicos tienen que ir al pediatra. Es él quien conoce bien sus antecedentes personales y familiares. Un examen físico y, eventualmente, la realización de algún examen complementario, podrá certificar la aptitud física del chico para la práctica deportiva”, nos comenta Kweitel.
¿Cómo influyó la pandemia en los hábitos de los chicos?
“Quedó demostrado que los chicos fueron los más perjudicados con el aislamiento. Los chicos son los que menos riesgo tienen de contraer una enfermedad complicada por COVID y, sin embargo, son los que más vieron modificados sus hábitos. No realizaron mucha actividad física. De hecho, los chicos que entrenaban y hacían deporte de competencia tuvieron que adaptarse a las posibilidades que tenían en sus casas”, nos cuenta el pediatra y suma muchas de las actividades cotidianas que se vieron afectadas por la cuarentena:
- Poco aporte de la clase de educación física virtual.
- La heladera y las alacenas estuvieron a disposición las 24 horas del día.
- Se modificaron los hábitos de descanso y los horarios de sueño, lo que tuvo un impacto directo en los ritmos circadianos de los chicos.
- Se vieron limitados en sus relaciones sociales fundamentales.
- Aparecieron fobias y temores que se manifestaron en el cuerpo.
En este escenario, ¿debemos insistir con la actividad física?
“La actividad genera bienestar. Se liberan sustancias que se llaman endorfinas, que están relacionadas con el sentirse bien. El deporte o la actividad física es uno de los mejores antiinflamatorios que existen. Todas estas sustancias pro-inflamatorias que se liberan con el sedentarismo y las enfermedades crónicas no transmisibles no tienen mejor medicamento que hacer deporte en forma regular. Por eso hay que insistir, por lo menos, media hora todos los días: moverse, hacer la clase juntos, buscar una manera creativa”.
¿Qué alternativas les podemos ofrecer a los chicos que no se interesan en ninguna actividad o deporte particular?
“Este es un tema que debemos enfrentar juntos (actores de la salud, el deporte y los padres) desde nuestro lugar de promover, de predicar con el ejemplo, de compartir. Los chicos sedentarios son los que tienen sobrepeso y, por ende, son los menos hábiles para la práctica deportiva. Está demostrado que la obesidad impacta en la coordinación y hay más riesgo de lesiones. Justamente, el entrenamiento de la fuerza es una de las cuestiones que más empodera a los chicos con sobrepeso porque se destacan en eso. Si conseguimos que los chicos entren a la actividad física a través de algo que los va a hacer sentirse bien, después podemos crear un sinfín de actividades porque los chicos ya se sienten empoderados”, recomienda Santiago Kweitel.
¿Cómo podemos compensar o complementar la actividad física desde la alimentación?
“Uno de los problemas más grandes que tenemos con los chicos, hoy en día, es la selectividad. Comen poca fruta, poca verdura, aumentó el consumo de gaseosas, comida rápida, ultra manufacturada que, además, es la más barata. Tenemos que lograr una educación nutricional y no buscar atajos”.
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