Cómo empezar, dónde capacitarte, qué se necesita: diez datos prácticos para concretar tu proyecto y transformarte en tu propia jefa.
1. ¿Qué se necesita?
Para iniciar un emprendimiento, lo primero es tener ganas. Luego, tomar conciencia: no va a ser fácil, ni un negocio a corto plazo. Pero es posible. El desafío es creer firmemente en tu proyecto y armar una estructura que contenga el día a día hogareño. Eso sí: no existe un horario fijo de trabajo; a mayor crecimiento, mayor tiempo y esfuerzo; las vacaciones se complican y va a haber gente que juzgue lo que hacés crudamente. Incluso puede haber riesgos económicos, por eso es importante que estés advertida, aunque suene difícil.
2. La idea, el gran "cuco"
No hay ideas tontas, existe lo que se llaman "ideas inútiles": aquellas que no se pueden llevar a cabo o que no tienen un comprador. Por eso el mercado está repleto de fracasos de grandes sueños. Por lo tanto pensá en una idea:
- Que te guste como negocio.
- Que aunque te demande esfuerzo, te sea llevadera de aplicar.
- Que no haya en el mercado o que tenga un valor diferencial: si ya existe, qué motivo hará que el consumidor elija la tuya.
- De la que tengas mediano dominio o desees adquirirlo rápidamente.
- Que sea realizable.
- Que vos consumirías o que otra gente compraría.
3. ¿Por dónde empezar?
Con la idea en mano, el paso que sigue es el dinero. Con cuánto se parte es una cuestión difícil de definir, ya que depende del tipo de emprendimiento. Se estima que en Argentina, con unos US$ 50.000 de inversión en un proyecto de empresa, es posible sobrevivir los dos primeros años.
Un elemento clave en este punto es conseguir un inversor de riesgo: una persona que puede facilitar el dinero y que no exige su devolución a cambio, sino una parte del negocio.
Luego hay que definir otros aspectos: cómo vender, si tener un showroom, dónde comprar las materias primas, si tenés espacio para guardar los productos hasta que se vendan, si tu idea necesita una habilitación especial. Para esto, investigá un poco en internet, contactate con colegas del rubro y, si podés, acercate a alguna de las entidades que los agrupan.
4. La importancia del networking
En un planeta globalizado, el contacto es rey. Tender redes es esencial para lograr los objetivos. No sólo para conseguir clientes, sino para saber dónde comprar insumos, localizar a los mejores candidatos cuando necesites cubrir un puesto, que tu producto se conozca o detectar nuevas oportunidades.
Internet es una clave ineludible. Tu emprendimiento no debería comenzar sin una página web, aunque sea sencilla. Además, nada mejor para mostrar profesionalismo que contar con una dirección de mail propia, y no un "hotmail" o un "yahoo" para vender tu negocio.
5. ¿Sola o me asocio?
Cuando se inicia un negocio, enriquece estar rodeado de otras personas. El trabajo en grupo permite compartir tareas y gastos, pero también exige afrontar caídas y pérdidas, y soportar errores ajenos. Se pueden delegar responsabilidades y generar posibilidades que estando sola sería difícil. Pero también surgen roces, peleas y competencia. Por eso, a la hora de buscar un socio, es necesario que pueda reforzar el equipo en forma complementaria.
6. ¿Cómo captar clientes?
- Si ofrecés un servicio que complementa otro, podés sumar esfuerzos: ¿ordenás placares? Repartí tarjetas en locales que vendan interiores o complementos (perchas, organizadores, etc.).
- Si tu servicio es muy innovador, pensá qué otros gustos tienen los clientes que querés captar. ¿Producís un queso artesanal saborizado? Difundite en todos los sitios de los amantes de las delicatessen.
- Si vendés un producto o servicio masivo, desperdigá la noticia por todos lados, pero tené cuidado: asegurate primero de poder abastecer a quienes te puedan llegar a comprar.
7. Contratar personal, ¿sí o no?
Cuando se crece, delegar es obligación. Pero sumar empleados no es sólo un cálculo matemático:
- Es asumir y aceptar los vicios y errores de otros estilos.
- Es capacitar (una inversión que brinda retornos a corto, mediano y largo plazo).
- Es saber que la motivación no pasa siempre por el dinero.
- Es hacer una buena planificación de metas y objetivos posibles y supervisar la evolución de cada uno en su gestión diaria.
8. Analizar la competencia
Para descubrir a la competencia y enfrentarla con éxito, es necesario realizar una pequeña investigación de mercado. Para ello, definí el radio de acción de tu producto o servicio: el barrio o la zona de influencia en la que vas a distribuirlo. Luego, observá si tu cliente potencial tiene acceso a ofertas similares. Si es así, pensá cómo diferenciarte: mejor calidad, menor precio, más servicio, presentación especial, envío veloz, diversas formas de pago. Analizá las falencias de tu rival y pensá si podés mejorarlas.
9. Los errores más comunes
- No armar un equipo adecuado: no podés hacer todo, no sabés hacer de todo.
- Desconocimiento de la industria.
- Falta de control: no saber cuánto se gasta y en qué.
- No proyectar y planificar. Si sólo pensás en cuánto vas a vender esta semana y cómo, el lunes que viene tu emprendimiento estará muerto.
- Falta de criterio en inversiones y gastos. El plan económico y el plan financiero, hechos a conciencia, permiten maximizar nuestros ingresos minimizando gastos.
10. Dónde capacitarte y asesorarte
www.endeavor.org.ar
www.mujeresdeempresa.com
www.mujerynegocios.com
www.chicasemprendedoras.com.ar
www.sehacecaminoalandar.com.ar
www.cdeb.com.ar/amee
www.palermo.edu
www.inicia.org.ar
www.emprendedorasenred.com.ar
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