"Tengo dos familiares con los que me veo muy seguido que habían vuelto de Brasil, hicieron la cuarentena obligatoria y luego de los 14 días me vi con ellos", arranca contando Micaela Sánchez (20) que vive en Venado Tuerto, una ciudad del departamento General López, ubicada al sudeste de la provincia de Santa Fe.
Cuando a esta pareja el resultado del examen de Covid 19 le dio positivo, las autoridades sanitarias de su ciudad comenzaron a hacer el mapa de búsqueda para rastrear a las personas que habían estado con ellos. Y Mica era una de ellas, aunque dice que solamente tuvo un "poquito" de dolor de garganta y pérdida de olfato y del gusto por tres o cuatros días.
"Como yo estaba siempre con ellos, me empezaron a escrachar a mí también"
Desde el momento en el que le comunicaron que irían a realizarle el hisopado a su casa, en la que vive con su mamá y con sus tres hermanos, Mica ya se encontraba aislada, con el barbijo puesto las 24 horas y utilizando su propia vajilla.
"Antes de conocerse los resultados todo el barrio sabía o suponía que yo tenía coronavirus. De hecho, a esta pareja que vino de Brasil le habían hecho un escrache subiendo fotos a las redes y colocando la dirección de donde viven. Así empezaron a sacar sus conclusiones. Como yo estaba siempre con ellos, me empezaron a escrachar a mí también", cuenta Mica.
"Matarme a trompadas"
Las difamaciones, cuenta Mica, comenzaron a realizarse a través de grupos de WhatsApp, algunos de los cuales estaban integrados por amigas y conocidas que le contaron lo que estaba aconteciendo. Y hasta le mandaron las capturas con algunos de los comentarios.
"Decían que yo vivía en tal calle, publicaron fotos mías, de mi casa y hasta una chica decía que si yo estaba mintiendo ella misma iba a venir a matarme a trompadas y a cascotearme la casa", dice, incrédula, Mica.
"Me largué a llorar, tenía mucha bronca"
El 24 de abril Mica recibió un llamado en el que le confirmaron que había dado positivo. "Me largué a llorar con todo porque no sabía qué hacer en ese momento, tenía mucha bronca y me preguntaba por qué me pasaba a mí que siempre había cumplido la cuarentena".
El día que se enteró que los resultados de su familia habían dado negativo, publicó la información en twitter porque quienes la amenazaban también argumentaban que Mica los había contagiado. "La mejor noticia que me podían dar: toda mi familia dio negativo y me llena el alma saber que están bien y que ésta cadena se cortó acá. No puedo con tanta felicidad", escribió.
Aislada en un lindo lugar
El mismo día de la publicación la llamaron para comentarle que iba a ser trasladada a un centro de aislamiento para recuperarse de la enfermedad. Se trata de una estancia que habían preparado para atender a los pacientes con coronavirus.
"Era un lugar enorme que estaba equipado con lavarropas, microondas, había camas por todos lados. Estaba en la zona roja donde no podía ingresar nadie y del otro lado de la pared, en la zona verde, estaba la cocina y la enfermería", relata Mica.
Mica cuenta que al no tener síntomas no hizo falta tomar medicación. "Nunca les traje trabajo, ellos me hacían controles todos los días, me medían la temperatura y el riesgo cardíaco, entraban a la habitación solamente para eso".
Estando aislada, Mica seguía recibiendo algunas de las amenazas que le escribían cuando algún medio local compartía la noticia de su enfermedad en Facebook, aun resguardando su identidad. "Había mucha gente malvada, pero traté de no darle mucha importancia. Desde que llegué a ese lugar me trataron muy bien, me pusieron un psicólogo y también me escribía gente para apoyarme", dice.
Mica también rescata las buenas intenciones de otras personas que se acercaban a su casa para ofrecerles ayuda a su mamá y a sus hermanos para, entre otras cosas, traerles mercadería o hacerles compras.
La vuelta a casa
Tras permanecer aislada siete días, Mica recibió la noticia de que el segundo hisopado había dado negativo por lo que ya estaba libre de Covid 19.
- -Ya tenés el alta, ¿te querés ir? –le preguntó Marcelo, uno de los coordinadores del centro de aislamiento.
- -Ya me quiero ir, preparo las cosas y me voy –le contestó Mica, con mucha efusión.
- -Ahora te mando al chofer para que te lleve de nuevo a tu casa con tu familia.
"Cuando me estaba subiendo a la combi me aplaudían y me sacaban fotos. Cuando llegué a casa ninguno me quería abrazar porque estaban asustados, eso fue lo más gracioso. Pero yo me sentía tranquila y aliviada de que todo ya había pasado".
¿Qué cosas aprendiste de todo esto que viviste? "Lo primero que me di cuenta es que la gente nunca se va a poner en los zapatos del otro, la mayoría es muy egoísta. Otra cosa que aprendí es que hay que valorar las pequeñas cosas de la vida, yo sufrí un montón no poder tenerlas, como un beso o un abrazo".
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