Crossfit mental: cómo aprenden los innovadores
En busca de resultados a corto plazo, los creativos e innovadores utilizan nuevas rutinas de aprendizaje que aplican las claves de este entrenamiento físico
Alta intensidad en poco tiempo, retroalimentación permanente, combinación entre maestría y saberes de corto plazo, diversidad ante todo (la rutina es el enemigo), uso de combinaciones de varias habilidades a la vez, aprovechamiento intensivo de tecnología y de técnicas de productividad personal. A la hora de armar la rutina de aprendizaje, quienes están en la cresta de la ola de la creatividad y la innovación mencionan estos imperativos para mantenerse actualizados y motivados en la búsqueda de nuevos conocimientos.
"Estamos todos reaprendiendo a aprender", dice Pablo Lorenzo, director de la agencia Palo y dueño de Tea Connection y Green Eat, entre otros emprendimientos. "Es una suerte de crossfit mental", define.
Los paralelismos con el esquema de entrenamiento de moda, compuesto por ejercicios funcionales, altamente variados y ejecutados en alta intensidad, son numerosos y notorios. En diez entrevistas de LA NACION con especialistas en agenda disruptiva, la analogía entre las nuevas rutinas de aprendizaje y el diseño del entrenamiento físico del crossfit surgen una y otra vez. Esta no es una nota sobre "training cerebral", un campo que explotó en los Estados Unidos con aplicaciones que dan ejercicios para mantener la mente en forma, sino de cómo las claves para reinventarse con nuevos conocimientos son comunes entre prácticas mentales y físicas de frontera.
"Busco conocimiento en lugares nuevos y trato de que tengan una aplicación práctica inmediata, que se aceiten con el uso", comentó a LA NACION Nick Law, el director creativo global de RG/A, la agencia de innovación y tecnología más premiada del año, cuando pasó por Buenos Aires. En la era del cambio acelerado, los programas tradicionales con más de un año de antigüedad ya son viejos. Nadie de los consultados para este artículo menciona un MBA (una maestría en negocios) entre sus principales alternativas.
"El crossfit se basa en el incremento de las diez capacidades físicas más reconocidas en el entrenamiento deportivo: resistencia cardiorrespiratoria, muscular, fuerza, flexibilidad, potencia, velocidad, coordinación, agilidad, equilibrio y precisión", cuenta ahora Ezequiel Agraso, un especialista en esta disciplina que incluye ejercicios de creatividad y resolución de problemas en sus rutinas con atletas de alto rendimiento. "Si te fijás bien, todas estas habilidades se extrapolan directo a nuestras capacidades cognitivas. Pero el paralelo más destacado es el de hacer 'trabajo en equipo' con varios músculos a la vez (al contrario que en un gimnasio tradicional, donde se suele trabajar con partes del cuerpo de manera individual). Y la capacidad de combinar es una clave central en el portafolio de habilidades de quienes trabajan en el mundo de las ideas."
En BoxPro, el gimnasio que coordina en Colegiales, Agraso (apellido atinado si los hay, ya que trabaja bajando la grasa en cuerpos) le da desde hace un año clases a Gustavo Chiocconi, un diseñador que entrena tres veces por semana y ve un ida y vuelta muy rico entre su rutina física y su rutina cognitiva.
"Cuando llegás, el WOD (trabajo del día, por sus siglas en inglés) siempre es distinto, y eso es fundamental. Greg Glassman, el inventor de esta técnica, sostiene: La rutina es el enemigo. Mantén los entrenamientos cortos e intensos. Regularmente aprende y juega nuevos deportes", sigue Chiocconi. Como Atoine Ego, el crítico de la película animada Ratatouille, el diseñador pide que lo sorprendan todo el tiempo, con una rutina lúdica que le permita mantener alta la motivación.
"El Work of Day y la agenda del día se parecen mucho", marca ahora Agustín Gosende, de Cooperativa Mental, una agencia que aplica conceptos de inteligencia colectiva en su modelo de negocio, en una de las líneas que está disrumpiendo el mercado publicitario.
Gosende llegó al crossfit intrigado por hacer "divertida una rutina de pesas, que por lo general es muy aburrida". "Se parece mucho a la lista de cosas para hacer en el día, que al principio te suena inabarcable y que al final con mucha concentración, técnica, curiosidad y ansias de superación personal podés llegar a completar."
Esta dinámica, explica Chiocconi, se combina con una buena dosis de maestría: "Porque a su vez hay algo que sobresale a nivel de aprendizaje, y es que es muy repetitivo; después de dos años de entrenar te encontrás como en la primera clase, con un profesor explicándote paso a paso cómo hacer un snatch, un clean o un kip de pullup (movimientos clásicos de esta movida), y junto con eso la búsqueda de perfección de las técnicas con correcciones y más correcciones".
La consultora en innovación May Groppo cuenta que cada vez le presta "menos atención a la adquisición de conocimiento técnico o demasiado puntual, porque caduca muy rápido. Contra la velocidad actual me gusta el concepto de adquirir maestría en algo: no es de un día para el otro y requiere disciplina. Hay que practicar mucho y al querer aplicar lo que aprendo, aprendo rápido, algo fundamental para la innovación. La diferencia entre los conocimientos que caducan y adquirir cierta maestría -en saber hacer buenas preguntas, por ejemplo- es que nunca llegás al destino, no hay una meta, sos aprendiz de por vida".
En Palo, la agencia de innovación que se especializa en reinvención de categorías de productos y servicios, las consignas anuales de capacitación se arman "con libertad, naturalidad, con un imperativo de disfrute y que se note la evolución del grupo al hacerlo. Buscamos los últimos conocimientos en foros, blogs, revistas especializadas, charlas TED, libros, viajes y cursos preferentemente cortos, al estilo HyperIsland. Y nos obligamos a hacernos espacio semanal de aprendizaje, si no, como en el crossfit, decae mucho la cantidad y la calidad del ejercicio, en este caso de investigación", cuenta Lorenzo.
A Gosende también lo atraen, de ambos universos, "la posibilidad de medir y tener feedback sobre los resultados todo el tiempo".
En el gimnasio de Colegiales, Agraso usa varias computadoras, timers en las paredes y hay un cuidado "diseño de la experiencia" que incluye el aprovechamiento intensivo de tecnología. La parte más fuerte de la hora de entrenamiento dura unos 20 minutos en promedio y tiene un motor muy parecido al de la "técnica pomodoro" de la productividad personal y la creatividad: una cuenta regresiva de un tercio de hora que exige una concentración total en la tarea, un "estar presente" sin ninguna distracción (no hay espejos en las paredes para mirarse).
Diego Luque, de la agencia de branding innovador PicNic (que fundó Fernando Vega Olmos), encontró atajos tecnológicos para nutrirse mejor de conocimientos de vanguardia. "Estoy suscripto a varios podcasts, los escucho cuando salgo a correr. Combino la duración de la corrida con la duración del podcast (si son cortos a veces son dos), y siempre termino sabiendo algo nuevo. Como suelo correr entre dos y cuatro veces por semana un promedio de 45 a 60 minutos, esto me facilita completamente la forma de consumir contenidos que no podría adquirir de ninguna otra manera", explica Luque.
"Con respecto a los estudios, yo hago una distinción importante entre aprender y estudiar -continúa el planner y creativo-. Considero que estamos en una era donde lo importante es aprender. Los programas que quedan viejos son aquellos que están pensados para que estudies. En este sentido, la 'educación' que elijo no es formal, sino que es informal: basado en la experiencia, o sea profesionales del hacer antes que profesores del saber, y esto se tangibiliza con charlas, papers, workshops, webinars, tuits, y excepcionalmente... clases. Los teóricos pueden ayudar en la inspiración, pero realmente aprendo de la acción (propia y de terceros). Ahí está la posta."
El motor de la curiosidad
Agraso vivió hasta los 16 años en Martinica, la ex colonia francesa del Caribe, y cuando estaba en cuarto año de su bachillerato en Letras le dijo a sus padres que no quería ir más los jueves al colegio. El motivo: un profesor de educación física les estaba enseñando -y evaluando- cómo hacer "la vertical", pero él no podía. "Era pésimo en eso y estaba muy mortificado." Hoy, a los 30, recorre caminando sobre sus manos superficies largas. "Está todo en la mente, ese es nuestro límite. Cuando llegamos a una determinada edad pensamos que ya no podemos aprender más nada, y eso es completamente falso", afirma.
Los recientes descubrimientos en neuroplasticidad -la capacidad que tenemos de reformular nuestros circuitos neuronales a lo largo de la vida- están entre los insumos del best seller llamado Las primeras 20 horas, anticipado en este suplemento un año atrás, uno de las biblias del "nuevo aprendizaje", que escribió Josh Kaufman, y que da consejos para adquirir capacidad de disfrute en una nueva actividad luego de los 25 años: tocar un instrumento, aprender un idioma, windsurf o programación. La idea es que 20 horas muy bien planificadas, en las que se supera "la cordillera de la frustración de la séptima u octava hora", alcanzan para que uno pueda empezar a gozar con cierta nueva habilidad y se adquiera una determinada velocidad crucero, clave para que el hábito se consolide y no se abandone.
"De todas maneras, lo esencial en materia de nuevos aprendizajes tiene que ver con tu forma de ser", dice Javier Ghia, director de la agencia CuKo. "En primer lugar, percibir el momento de cambio exponencial que estamos viviendo y aceptarlo (y hasta disfrutarlo), porque lo más típico sería aferrarse a lo conocido. Claramente tener que poseer una personalidad abierta al cambio, y eso te hace ser naturalmente curioso, pero te fuerza (y creo que esto es lo más difícil) a ser humilde, porque tenés que reconocer que nunca sabés todo y que hay que aprender todo el tiempo y adaptarse constantemente."
Carolina Dennin, directora de Fogdog Innovation, coincide en que la actitud curiosa es clave: "Tengo una rutina de 'tres a la semana', que es una suerte de recordatorio para hacer esas cosas importantes que nunca tienen lugar en la agenda. Todas las semanas me reúno con alguien que me interesa conocer sin ningún objetivo en particular; leo un artículo y escribo en un diario que algún día será un artículo o un libro. Y en cada proyecto siempre pruebo una técnica nueva sobre la que leí, para ideación o para buscar estímulos para las ideas".
"Tengo un título de grado apestoso de una universidad australiana de cuarta categoría, no lo digo con orgullo, pero creo que hoy se aprende de otra forma. Y Bob (Greemberg, el fundador y dueño de RG/A) también, si tiene algún título es en plantas alucinógenas -bromea Nick Law-, pero es la persona más curiosa del mundo." Y eso le alcanzó para reinventar su compañía cinco veces en 40 años, y ganar premios de innovación, creatividad y excelencia artística. Como decía Vladimir Nabokov, autor de Lolita: "La curiosidad es insubordinación en su forma más pura".
5 claves del aprendizaje de frontera
Velocidad
Los tiempos de los procesos académicos tradicionales muchas veces llegan tarde. La búsqueda se orienta a espacios no convencionales: blogs, grupos de estudio, seguimiento de referentes en Twitter. La conversación sobre la agenda de disrupción hoy está más viva en el periodismo de calidad (FastCompany, The Economist, Slate, Monocle, etc) que en publicaciones académicas: los contenidos de hace 6 meses ya son viejos
Variedad
Se terminó la etapa de una carrera, una maestría o doctorado y trabajar con ese título hasta jubilarse. Hoy el entorno exige un aprendizaje permanente, que para volverse un hábito tiene que ser divertido, y para entretener tiene que ser variado. "La rutina es el enemigo", dice el padre fundador del Crossfit
Intensidad y compromiso
La agenda diaria a menudo hace que el espacio de aprendizaje sea lo primero que se relega. Hay que evitarlo comprometiendo un slot de tiempo semanal, y sostenerlo a toda costa, como con el ejercicio físico
Uso de tecnología
Escuchar un podcast durante un viaje largo en auto o mientras se hace deporte; o usar herramientas digitales para interactuar con personas en búsqueda similar de conocimiento, entre otras prácticas, hacen que este proceso sea más productivo
Aplicabilidad
Experimentar con lo que se aprende en la rutina diaria ayuda a fijar los conocimientos y a crear nuevas conexiones. La "funcionalidad", el usar varias habilidades cognitivas (o músculos) a la vez es el nuevo mantra.
Producción de Natalí Ini