De terror: 6 chicas nos contaron sus peores primeras citas
27 de marzo de 2019
Hay hombres que tienen esa capacidad de lograr que las primeras citas sean las últimas. Atendé a la "maestría" de estos siete narradas por las que lo vivieron en persona.
Una tras otra
Llegó tarde, tardísimo, como dos horas. A la hora y cuarto de demora yo ya le había dicho que mejor no viniera, que tenía cosas para hacer al otro día y que ya me parecía muy zarpada su impuntualidad, pero según él, estaba perdido alrededor de mi casa y no sabía cómo llegar. Me pareció increíble porque vivíamos a un barrio de distancia ¡y esta es la era del GPS! Cuando finalmente llegó, me subí al auto y para disculparse me propuso que elija adonde quería ir a comer. Le sugerí un barcito tranqui. Cuando me senté, pedí un plato y me dijeron que justo no había. "¿Con lo caro que es este lugar no tenés pollo?", le dijo al camarero, acto seguido se levantó y me dijo: "Ya fue, vamos". De la vergüenza, tuve que levantarme y salir. En la puerta le dije que me tomaba un taxi y me iba y me dijo "¡No, pará! Si te vas, ¿no me das una mano para empujar el auto que solo no arranca?". Todavía no me explico qué problema tenía ese tipo.
Luciana, 30.
Sin sencillo en el bolsillo
Me dijo que me invitaba a almorzar. Me pasó a buscar y me llevó a un lugar carísimo, pero a la hora de pagar, se dio cuenta que no tenía la billetera. Pagué yo con mi tarjeta. A la salida me llevó a mi casa y me dijo: "Qué mal lo de la billetera, bueno la próxima invito yo". No hubo próxima. Si pudiera, lo pondría en el Veraz.
Nati, 25.
El Narciso
Salí con un flaco súper interesante, tan interesante que a él tampoco le interesaba nadie más que él. No me hizo ni una pregunta sobre mi vida pero me contó hasta su historia clínica. Al final de la cita me dijo: "Qué buena charla tuvimos, no encuentro muchas mujeres con las que pueda tener este nivel de conversación".
Anabella, 28.
Con los amigos de mi hermano, never again
Salí con un amigo de mi hermano que me terminó contando cómo le hacía la gamba a mi hermano para meterle los cuernos a mi cuñada. Supongo que pensó que yo ya lo sabía. Cuando se dio cuenta de que no era así, me pidió que nuestra relación empiece "con este secretito".
Luchi, 31.
Alto machirulo
Nos conocimos por Tinder. Cuando nos vimos, me dijo que estaba bastante bien mantenida para la edad que tengo. ¡Él era diez años mayor que yo!
Antonella, 33.
El de las indirectas... pero intelectuales
Él era escritor y me encantaba. Supongo que lo sabía, porque en la primera cita me regaló un libro. Del Marqués de Sade. Subrayado. En las partes de erotismo escatológico. Nunca nadie me dejó de gustar tan rápido.
Diana, 32.
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