De un crimen brutal a conquistar la alfombra roja: Gucci, la marca que obsesiona a las celebrities
Del estreno de House of Gucci a los looks de las estrellas de Hollywood: con su vibra particular, la casa de lujo italiana se impone con un dejo cinematográfico
Con el estreno del film House of Gucci, la casa italiana revive su época de oro, a fuerza de identidad y un relacionamiento de lujo. Hollywood está a sus pies. La historia real de los Gucci, la familia detrás del imperio homónimo, está llena de ambición, poder y venganza. En 1995, desencadenó un drama que llevó al asesinato de su líder, Maurizio Gucci. La motivación de quien mandara a matarlo, su exesposa Patrizia Reggiani -interpretada fielmente por Lady Gaga- capturó la atención de los estudios de cine.
La película de Ridley Scott -el mismo de Gladiador y otros éxitos- se encarga de recorrer tres décadas de su historia y de retratar el espíritu e impronta de supervivencia que la sacó adelante. El elenco de esta saga Gucci incluye a Adam Driver (como Maurizio), Al Pacino, Jared Leto, Salma Hayek y un estoico Jeremy Irons. House of Gucci pone a la casa italiana otra vez en el candelero. “Esta es una película sobre el poder -declaró Leto- y sobre la familia. También es una cinta sobre la pasión, el arte, la creatividad y, por supuesto, la moda”. Moda y más.
Con mucho vestuario a nuevo, pero también el vintage real que todos queremos ver. Y es que, para hacerla creíble, esta película de la Metro Goldwyn Mayer contó con piezas de colección de los archivos de Gucci: “A Lady Gaga todos los trajes de archivo de Gucci le quedaban perfectamente. Fuimos muy afortunados”, confesó Janty Yates, la diseñadora de vestuario del film. Y es que, desde el primer día, la marca colaboró con la producción a sabiendas de los beneficios que traería tamaña repercusión internacional.
Un americano llamado Tom Ford
Fashionistas, de parabienes. En House of Gucci se llega a repasar cómo entró en escena el diseñador Tom Ford. Cómo “Maurizio Gucci lanza un ambicioso plan para revivir la reputación de Gucci y contrata a un prometedor diseñador estadounidense”, detalla la trama. Parece ser que el éxito del norteamericano fue tal que agitó las aguas y desató en parte la tragedia, sacando a relucir viejas peleas familiares.
En busca de fiel realidad, la versión cinematográfica de la vida de los Gucci recreó el desfile de moda de Ford de 1995 y cada diseño fue tomado en cuenta: “Fueron los más bellos trajes de terciopelo para hombres en amarillos brillantes, rosas, azules reales y chaquetas de cuero”, detalló Yates. Esos trajes de terciopelo que recorrieron el mundo. Maurizio tuvo buen ojo: Tom Ford llevó a la casa italiana a otro nivel. Vistiendo a celebridades, situó a Gucci en la mira y fue el primero en entender cómo Hollywood sería su mejor aliado.
En boca de todos
La historia continuó. Gucci tuvo sus altas y bajas pero, décadas después, retomó su esplendor. Hoy todos quieren vestir los diseños modernos e impactantes de su actual diseñador, Alessandro Michele. El director creativo se convirtió el gurú fashion del momento y, como Tom Ford, supo forjar alianzas de lujo, con la red carpet como su mejor pasarela. De esta forma, en su último desfile SS22 el italiano llevó la moda de París, Milán o Nueva York a otro nivel… ¡a Hollywood! Directamente al Paseo de la Fama.
En su show fue difícil diferenciar si había más estrellas desfilando o en la primera fila. Su “Love Parade” se volvió viral al sorprender con modelos como Jared Leto -incondicional de la marca, que en la película interpreta a Paolo Gucci- y al recordado Macaulay Culkin de Mi pobre angelito, entre otros. “Últimamente he estado pensando en cuan conectado está el cine con la marca para la que trabajo”, señaló el diseñador. “Mientras que otras tienen raíces en la aristocracia y la burguesía, Gucci tiene raíces en el cine... Así que, después del cierre por la pandemia, fue como volver a casa, este lugar elegido por el destino”.
Hollywood Boulevard a la italiana
No existen las coincidencias. La madre de Alessandro Michele solía trabajar en la industria del cine como asistente de producción: “Recuerdo todas las historias que me contó, los detalles y los destellos de esa fábrica de sueños”. Para él, un niño romano con exultante imaginación, aquella fue su “vía de escape”. “Desde aquel insignificante rincón del mundo, Hollywood parecía una estrella fulgurante. Nueve letras cargadas de deseo”, reconoció el director creativo de Gucci.
“Hollywood no deja de ser un templo griego habitado por deidades paganas. Aquí, los actores y actrices están considerados héroes mitológicos: criaturas híbridas capaces de aunar trascendencia divina y existencia mortal, lo imaginario y lo real. Son los nuevos ídolos”. “Semidioses”, los llamó Michele quien, en sus inicios, quiso ser diseñador de vestuario. Y estas deidades justamente se rinden ante él.
Fue por esto que, en este “Love Parade” -su colección inspirada en el “jet set, los artistas y el cine”- se hizo presente un séquito de amigos de la casa, VIPs como Gwyneth Paltrow, quien vistió una versión actualizada del smoking de terciopelo rojo que “tomó prestado” -según dijo en su cuenta en Instagram- en los tiempos de Tom Ford (la actriz lo usó en 1996 en los premios VMA). “La sastrería hermosa nunca pasa de moda”, escribió.
Todos quieren vestir Gucci
De la mano de Michele, Gucci va por el mismo camino que Ford en los años 90: las celebrities parecen hipnotizadas por su estilo, que combina como pocos los colores, las texturas y hace del maximalismo su ADN. Con el diseñador y sus estrellas, dio con la vibra correcta. Su estilo glamoroso y casual consigue que una prenda en ellos venda miles de productos más que por un desfile convencional. Inteligentemente, se aferra al pasado para crear un futuro.
Así, la casa italiana es capaz de vestir desde a Anna Wintour, Jane Fonda y Diane Keaton (otra de sus favoritas) a leyendas como Steven Spielberg o Leonardo DiCaprio. Cuenta con incondicionales como Dakota Johnson o la cantante Billie Eilish, figurita difícil si las hay. También a Harry Styles, a quien eligió como embajador y se encarga de vestir la marca 100% arriba y abajo del escenario. Sin dudas, el cantante hizo del relajado y colorido “Gucci style” su bandera.
Este año también tiró la casa por la ventana al crear “Gucci Beloved”, una singular campaña publicitaria disfrazada de talk show donde Keaton, Styles, Johnson y Sienna Miller (con Gucci de los pies a la cabeza) fueron entrevistados por James Corden.
También sumó a la irreverente Miley Cyrus como imagen de su perfume Flora Gorgeous Gardenia, quien luce exclusivos trajes en sus recitales y colaboró en una línea especial con su par Balenciaga.
Gucci se atreve a todo y estas acciones le dieron a la marca no solo atención, sino también un nuevo aire, sumando nuevos consumidores ávidos de lujo: un universo de estilo hollywoodense, descontracturado y actual, donde las dos “G” mandan.