Una casa en la que objetos, texturas y materiales naturales conspiran para que cada centímetro cuadrado se vuelva un motivo de disfrute.
Producción: Carolina Etchebehere | Fotos: Santiago Ciuffo | Texto: Verónica Ocvirk.
"Lo más hondo en cuanto a la relación con mi casa es la conexión que tengo con los objetos. Me parece que uno vive en un contacto permanente con los materiales, tanto de un modo visual como táctil. Y bueno: a mí me gusta sentir que lo que voy tocando, que todo aquello de lo que me rodeo me provoca placer", enuncia con plena seguridad Pablo Torres Lacal, dueño de casa dedicado a la importación de artículos de decoración desde sitios como Indonesia, Bolivia, Guatemala, Perú, Ecuador y "cualquier país que se destaque por la calidad de sus artesanías". Hace poco, además, Pablo decidió asociarse con las arquitectas Clara Sardone y Gabriela Frisch para abrir las puertas del local "Tocar Tierra", en Martínez. Allí exhibe algunos de los hallazgos de sus viajes: desde esculturas talladas en madera hasta cuencos de piedra, bandejas de ratán y abrigadísimas mantas.
Ideas
* "Este tipo de objetos artesanales son ideales para ‘cortar’con la dureza que a veces tienen las casas de líneas modernas", sugiere Pablo. "Últimamente, se usa mucho el techo de hormigón, el vidrio, los pisos de cemento alisado, que es posible alivianar con estos colores y texturas. Por ejemplo: los cestos de ratán resultan ideales para aportar calidez al estilo net de un baño nuevo".
* Nunca es conveniente atiborrar un ambiente de muebles y adornos con demasiada presencia: mucho mejor es elegir un objeto de especial interés y convertirlo en punto focal para organizar luego la decoración alrededor de él. "A veces,se invierte mucho en una pieza que termina desapareciendo en un entorno demasiado cargado".