El estilo colonial de esta casa se rindió a los pies de su dueña, una diseñadora inspirada por la bossa nova que le puso una nota tropical a cada rincón
Tom Jobim (creador de la garota más famosa del mundo) decía que su obra es todo un canto de amor a Brasil, a su tierra, su gente, su flora y su fauna. Fuertemente arraigado en la cultura del país, el artista es una referencia que trasciende el ámbito de la música en todas las escalas. De hecho, fue la inspiración para esta casa.
Cuando la diseñadora Kátia Barrios (creadora de la marca carioca de moda femenina Farm) tuvo que materializar su idea de hogar para ella y su hija en Río de Janeiro, se propuso que la gente que la visitara se sintiera como se siente con la música de Jobim. Ese objetivo la trajo colina arriba hasta el barrio de Jardín Botánico. Si bien sus 600m2 resultaron algo intimidantes al principio, no tardó en sumar un equipo que la ayudó a definir los espacios, ambientarlos y hacerlos “más cercanos”, como a ella le gusta.
La caja blanca, apenas matizada por el piso de madera, aprovecha y destaca la luz que recibe esta vivienda con vistas al verde y al mar. La tapicería, la ropa de cama y hasta las obras de arte y los muebles son coloridos y estampados. Así nació este conjunto profundamente brasileño, con la dulce frescura de una bossa nova.
André Luiz Cronemberger Nazareth y Simone Raitzik