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Ejercicio: claves del coaching para que tu emprendimiento sea un éxito

9 de agosto de 2019

Lográ tus objetivos visualizando no sólo lo que querés lograr, sino además lo que vas a sentir cuando lo logres.

Natalia Barrera es coach motivacional y trabaja desprogramando el inconsciente para que las personas logren sus metas y objetivos . Ella cree que la clave para que un emprendimiento funcione es la motivación. "Emprender nos pide 'prendernos', encendernos y entusiasmarnos con nuestra idea para justamente hacerla nacer y que no quede solo en un proyecto de la mente", explica. Y a continuación nos explica cómo lograrlo:

"Nuestras emociones marcan el destino de nuestro emprendimiento. ¿Cuál es nuestra meta?, ¿qué queremos lograr con eso?, ¿cuál es el motivo que nos mueve internamente para crear una empresa? Si la respuesta es 'para ganar más dinero', 'para crecer económicamente' o 'para tener algo propio' nuestra meta encubierta es la necesidad de satisfacer carencias o cubrir necesidades, un lugar en el que no hay entusiasmo, sino, muy por el contrario, necesidad. Eso genera que proyectemos miedos y limitaciones en nuestro emprendimiento y que las cosas nos cuesten el doble, justamente porque estamos accionando desde el sacrifico. Si, en cambio, la respuesta es 'porque es lo que siempre soñé', 'porque me encanta ese trabajo' o 'porque es un deseo que siempre tuve', ahí sí hay motivación, deseo de crear y emociones positivas que nos impulsan a cumplir con ese proyecto.

¿Cómo hago para entusiasmarme?

Arrancar con un emprendimiento es como tener un hijo. Lo primero que tenés que hacer es ponerle un nombre y asignarle un logo, porque hasta que no lo hagas, de alguna manera no existe. Al igual que un bebé, va a requerir que lo cuides y le prestes atención, algo que lleva tiempo, un condimento fundamental para que crezca. A veces el camino es inverso: la falta de entusiasmo aparece justamente porque no le estamos dando un espacio al proyecto y por ende este no está creciendo.

No nos hace falta nada para comenzar a crear. Podemos empezar por lo más simple: el nombre, el logo y la lista de atributos que queremos que tenga. Recién después arranca la parte más material de invertir dinero. El problema es que muchas veces esperamos a tener recursos para comenzar a crear, y ese es el mayor de los errores, porque partimos desde la necesidad. El entusiasmo es interno y para eso no necesitás nada, solo conectar con lo que para vos significa concretar tu proyecto.

Hacelo real: ejercicios

Un gran ejercicio práctico es preguntarte cómo te vas a sentir cuando tu negocio esté en marcha. Por ejemplo, "voy a sentirme feliz". En este caso tu mente hace esta asociación: "Negocio en marcha = felicidad". Conectar con la felicidad, es decir, sentirte feliz, es súper importante para que las oportunidades aparezcan.
Otro gran ejercicio neurológico para elevar la testosterona (la hormona que nos hace sentir seguros y confiados) consiste en levantar los brazos en V como si hubiéramos ganado una carrera y repetir verbalmente nuestra meta, por ejemplo: "Este año voy a tener un almacén de productos naturales que me genere ganancias de 500 mil pesos mensuales". Enunciar las metas es clave para lograr el resultado.
Al verbalizar tu meta, no te olvides de siempre nombrar el dinero, porque a veces concretamos nuestros negocios pero nos olvidamos de visualizar las ganancias. Tené en cuenta que el dinero es una energía y que tu manera de relacionarte con él va a hacer que lo atraigas o lo repelas. Para eso está bueno preguntarte: ¿cómo te sentís cada vez que cobrás?, ¿qué te pasa cuando ganás dinero?, ¿te deshacés rápidamente de él?, ¿vas corriendo a pagar?, ¿por qué tu meta es pagar más que ganar?. El dinero te trata como vos lo tratás, y si tu mente asocia pagar con tranquilidad, entonces es probable que te estés programando para crear deudas. Tus palabras expresan como es tu mente, por eso está bueno cambiar los términos pagar por "abonar", por ejemplo. Un negocio crece si vos crecés, por eso la clave está en invertir en tu mente y animarte a romper tus límites interiores".

Con estos ejercicios aprendemos a valorar el poder de la palabra y de la intención en nuestros emprendimientos. Si vos los sentís, lo pensás, lo decís, podés llevarlo adelante y que sea un éxito rotundo.

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