El Covid 19, la nueva grieta del amor
Antes nos separaban las diferencias políticas, sociales y físicas; las religiosas, las económicas, las futbolísticas. Ahora también nos separa lo que pensamos de la pandemia y cómo la atravesamos. El marido de Laura quiere distancia social y ella piensa que todo es una conspiración del gobierno; María C. se distancio de su pareja cuando supo que él había comido pizza con dos amigos en su casa, sin barbijo ni distancias. Olivia dividió en dos su departamento desde que el marido vuelve del estudio en colectivo urbano. Ya no se tocan y se mantienen a metro y medio sí coinciden en la cocina...
¿Puede sobrevivir una relación cuando uno cree que el otro lo pone en riesgo?...
Como bien dicen por ahí, la pandemia ha sido un resaltador de situaciones críticas que ya estaban en nuestras vidas y, en el caso de los valores, ha funcionado poniendo en evidencia egoísmos, desaprensión y tantos otros desajustes que tampoco se curarán con la vacuna. El Covid 19 es la nueva grieta, y en el plano del amor, es definitoria. "Me quedé sorprendida cuando contó que había cenado con los amigos en su casa, cuando estábamos sin vernos desde hacía dos meses, planeando encontramos en el espacio público con distancia barbijos y todas las medidas para protegernos. Ahí se rompió algo entre nosotros. Me di cuenta que mentía, que quizá se había visto con más personas, que no le importa mucho contagiarse y contagiarme, y que pensamos distintos en algo fundamental" cuenta una conocida, separada en plena cuarentena. Dice "agradecer al virus" porque finalmente le ayudó a darse cuenta de que estaba tratando de forzar algo que no estaba destinado a ser.
Una encuesta de las tantas que se hicieron en estos meses sugería que el encierro podría acabar fortaleciendo más que debilitando las relaciones sentimentales, pero la tasa de divorcios se empezó a disparar en todo el planeta durante la crisis sanitaria.En Estados Unidos, particularmente en Nueva York, se esperaba una avalancha de presentaciones en los tribunales; Italia, España y Rusia registraron un aumento de demandas, sorpresivamente más altas que las registradas el año anterior en la misma época. En Francia, 1 de cada 10 personas consultadas dijo que piensa separarse cuando terminara la cuarentena. En Argentina, las consultas habrían llegado a un 30%, aunque es difícil en todos los casos saber cómo prosperarán habida cuenta que la crisis económica también frena la división de bienes. "Los problemas que surgen en estos días son los de siempre, con otro ingrediente más. En la terapia de paraje no se ve nada nuevo. Son cosas viejas", decía la psicoanalista Stacy Murphy, en un artículo del Washington Post."Cuando percibimos que estamos bajo amenaza, nuestro cerebro a menudo nos lanza a una reacción de supervivencia, de lucha, huida o congelamiento. Unos se ponen ansiosos mientras otros se desconectan. Y si una pareja tiene visiones muy diferentes sobre cómo manejar esa crisis, es posible que se rompa".
Es natural que cada quién lea con sus propios lentes lo que está sucediendo. Según Mark Schaller de la Universidad de Columbia Británica, en Vancouver, Canadá, muchos estudios demostraron que cuando los seres humanos tememos al contagio de una enfermedad, tendemos a ser más severos cuando juzgamos un incumplimiento de lealtad o cuando vemos a alguien que no respeta a una autoridad. Al ignorar la convención, damos la señal de que podemos romper otras reglas más relevantes para evitar el contagio. Además de convertirnos en jueces más estrictos con nuestro grupo social ,decía un artículo de BBC, la amenaza de enfermedad también nos lleva a desconfiar más de los extraños, una pésima noticia para quienes estaban empezando una relación amorosa. Tanto en los perfiles de Internet como en las reuniones cara a cara, Natsumi Sawada, de la Universidad McGill, en Canadá, descubrió que formamos peores primeras impresiones de otras personas si nos sentimos vulnerables a una enfermedad.
En fin. Si es cierto que el virus ha llegado para quedarse, más que nunca (y en buena hora) las relaciones deberán fundarse en la confianza, el único sinónimo de amor....