EN FOCO. El dark solo bien se lame
Después de armar y desarmar a The Cure una infinidad de veces, a los 42 años inicia su carrera solista. Presente y futuro de un muchacho melancólico y solitario
LONDRES (El País).- Aeropuerto de Gatwick, Londres. Terminal Sur. Debe de haber mil lugares mejores en el mundo para pasar un lunes por la mañana. Llega Robert Smith, 42 años, solo, vestido de negro, pantalones anchos y camisa abierta. Una maleta de South Park y mirada distraída. Ni representantes, ni secretarias. Solo. Terminal Sur, Hilton Gatwick, habitación 3232, el líder de The Cure se maquilla antes de empezar la entrevista y la sesión de fotos. Se sirve un café y se sienta con un pie encima del otro. Labios pintados, cabello encrespado.
The Cure presenta un disco de grandes éxitos, formado por 16 clásicos de la banda, junto a dos temas nuevos. La única condición impuesta por Robert Smith a la hora de colaborar en la producción de este disco fue poder elegir la lista de temas. Veinticinco años de carrera, 20 discos editados y casi 28 millones de álbumes vendidos, embutidos en un compacto. Y, además, insistió en que hubiera dos canciones nuevas, un disco extra con las versiones acústicas y participar de la promoción. "Esta vez las entrevistas son más fáciles, porque no debo convencer a nadie de que mi último disco ( The Cure-Greatest Hits ) es el mejor. En este caso, es obvio".
Curarse de espanto
"Disuelvo el grupo cada semana, más o menos", comenta, cínico. Por The Cure han pasado 13 miembros distintos. Con la formación actual, lleva ya más de seis años, un récord con una base filosófica: "Me he hecho mayor. Ya no sufro ataques de rabia histérica. Si me cabreo con alguien, ya no lo echo del grupo, como hacía antes". Admite que no ve a los miembros fuera de lo estrictamente profesional e, incluso así, prefiere hacer las cosas solo, a su manera.
The Cure se formó en 1976 con el nombre de The Easy Cure. Cuando empezaron ensayaban en el comedor de la casa de los padres de Smith. "La mañana siguiente tenía que recogerlo todo con una resaca horrible. Supongo que es el precio de la fama." Smith dejó la universidad, se lo comunicó a sus padres y se concedió un tiempo para ver si conseguía un contrato discográfico. "Mis padres, sorprendentemente, lo comprendieron, no se enfadaron y me dijeron que adelante. Salí del salón pensando: "no se han cabreado, ya no me quieren". En seis meses el niño ya tenía un contrato. "Estuve un tiempo cobrando el seguro de desempleo, iba a las entrevistas de trabajo descalzo, no quería que me dieran ningún empleo."
Tres años después su banda teloneaba a Siouxsie & The Banshees, grupo al que se unió como guitarrista en aquella misma gira. Mientras, The Cure iba creciendo poco a poco. Smith mira atrás y cree que esto fue bueno. "No hubiéramos soportado que el éxito nos llegara de golpe. De pequeño soñaba con tener un grupo al que poca gente conociera y amara, y el resto del mundo ignorara, algo tipo Nick Drake. Afortunadamente, cuando nos hicimos famosos, ya había tenido mucho tiempo para reflexionar". De cualquier modo, sí hay un par de momentos en el ascenso al estrellato de The Cure que fueron especialmente traumáticos. El primero, unos meses antes de que Smith cumpliera un cuarto de siglo. "Intenté con todas mis fuerzas no llegar a los 25. Y casi lo consigo. Acabé en el hospital y, cuando estaba allí, pensé que morir tal vez no era tan buena idea." El segundo, llegó a finales de los años 80, cuando Smith tuvo que abandonar Londres, la vida de la capital estaba a punto de acabar con su salud. "Me fui unos meses a Francia y luego a Irlanda. Pero tuve que volver, bebía tanta Guinness que no acertaba a entrar por la puerta".
"Nunca me he preocupado mucho por las consecuencias de lo que digo o hago en público, porque... a ver cómo digo esto sin parecer un tonto pretencioso". Smith intenta responder a la pregunta de si alguna vez ha sentido que era un modelo para mucha gente y que debía medir sus actos y sus palabras. "Nunca creí que si hacía cosas negativas se imitaran porque yo fuera algún tipo de ejemplo por seguir. Quizá porque siempre he intentado tener una vida de la que pudiera estar orgulloso."
Además, Smith opina que los fans de la banda son más inteligentes de lo que la industria cree. Unos ejecutivos le dijeron un día que su público era esencialmetne masculino, entre los 30 y los 40 años. Smith dijo que lo dudaba y los hombres de gris hicieron un estudio de mercado. "Salió que eran hombres y mujeres al 50%, y entre los 25 y 35 años. Cuando empecé, ya sabía que la música era un negocio, pero no pensé que acabaría haciendo investigaciones de ésas".
Smith dice que pasa el día, principalmente, leyendo y grabando cosas, el 99%de las cuales no escuchará nadie. Está preparando su primer disco solista, en el que habrá seis colaboradores, pero no puede dar nombres.
Anoche se puso frente al televisor -le gusta más la tele desde que en un episodio de South Park le salvaba al mundo de la amenaza Barbra Streisand- a ver el Tributo a los héroes , el concierto benéfico que los artistas norteamericanos ofrecieron en favor de las víctimas del atentado del 11 de septiembre. "Lo vi, creí que era un acontecimiento cultural. Pero me horrorizó. Sin sonar excesivamente cínico, debo admitir que estas cosas me molestan: siempre la misma gente, son una red. Además, la música era horrible, todo contra lo que me rebelé cuando tenía 15 años estaba allí, parecía que no hubiese pasado el tiempo". Sí que pasa, pero para cada uno transcurre de manera distinta.
Robert Smith
- A los 42 años es uno de los mitos de la música pop mundial y uno de los referentes de la cultura dark.
- Con The Cure grabó 20 discos, de los que lleva vendidas casi 28 millones de placas en todo el mundo. Y hoy se edita un grandes éxitos del grupo con dos temas nuevos.
- Veinticinco años después de la creación de The Cure, y luego de disolver la banda en más de una ocasión, se larga con su primera incursión como solista.
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