El entrenamiento funcional ahora se hizo más extremo

Sin nada librado al azar, FX o Functional Extreme se basa en programas preestablecidos por pasos, en los que cada ejercicio tiene su razón de ser. Diseñados en módulos, es necesario cumplirlos en un orden que permitirá al cuerpo estar listo para acceder a los siguientes, más complejos.

Su fundamento responde a que, con el paso de los años, la vida se hace más sedentaria y se pierden los movimientos primarios, de agacharse, pararse o lanzar algo. Con el tiempo, entonces, los movimientos se vuelven más rígidos. Obedeciendo a las reglas del entrenamiento funcional, disciplina en la que se basa este proyecto, se logra volver a esas acciones primarias y prevenir lesiones. Pesas rusas, cuerdas, sogas de saltar, bossu o pelotas medicinales, cajones de salto, mancuernas y core bags (especie de almohadón con manijas que se usa como peso para hacer trabajos con giros) sirven para trabajar en distintas direcciones así el cuerpo se moviliza, en un trabajo integral.

En el caso de un deportista, con FX, mediante la utilización de elementos, se entrenan los músculos que después va a utilizar en la acción deportiva. Así, optimiza su rendimiento y evita lesiones.

El entrenador Pablo Benadiba, junto a la cadena RockCycle, se encargó de armar programas de FX (Rock FX) que tienen un fundamento, lo que hace que los ejercicios tengan una razón de ser. Son módulos que, a medida que se realizan, van fortaleciendo distintas partes del cuerpo. Esto permite pasar después a un segundo estadío, más fuerte, con ejercicios más complejos. Primero es necesario armar las bases para lograr una adaptación general.

Cada módulo tiene distintos objetivos. El de los primeros es tener más fuerte la zona media del core; tener más capacidad aeróbica; y trabajar la resistencia muscular. Los ejercicios están ordenados de manera que puedan realizarse para fortalecer los músculos estabilizadores de la zona media, que es la que da sostén para realizar toda actividad. Esto permitirá, por ejemplo, realizar después un salto o una estocada de manera correcta. También para mejorar la capacidad aeróbica y la resistencia muscular. Está pensado para que la persona, cuando tenga que hacer ejercicios más complejos, los haga con buena estabilidad.

Inicialmente el proyecto es para cualquiera que no tenga una lesión. Apunta a todo tipo de público. En el caso de los adultos mayores se tiene en cuenta el historial deportivo de cada uno: si fue deportista y toda la vida saltó, va a poder hacerlo. Es para cualquier edad, siempre con un buen control.

Es fundamental la presencia de profesores que estén capacitados en las técnicas, que supervisen que estén bien ejecutadas. El profesor tiene que corregir e indicar las cargas de acuerdo al potencial de cada uno. ¿Un riesgo de la actividad? Tratar de superar al compañero y desconocer las propias limitaciones.

Requiere un apto médico. Es importante saber cómo está el corazón porque hay momentos en los que se aumenta la frecuencia cardíaca.

Asesoramiento: Pablo Benadiba, entrenador físico y director de Espacio Regenerativo.

Beneficios

• Despierta las aptitudes físicas que cada persona tenía y que fue perdiendo con los años.
• Es un trabajo que hace a las funciones básicas del cuerpo.
• Evita contracturas y calambres en situaciones de la vida, como correr un colectivo o agacharse para buscar las llaves porque los músculos trabajan de forma integral.
• Se tiene en cuenta la aptitud física de cada persona.
• Se activan los grupos musculares del cuerpo entero.
• Mejora la agilidad.
• Trabaja la coordinación.
• Activa la potencia, la velocidad, la resistencia y la fuerza.
• -Es un trabajo lipolítico que ayuda a quemar grasas.

Contraindicaciones

• No deberían practicarlo personas con lesiones osteoarticulares.