El estrés de las fiestas: cómo cuidar nuestro cuerpo, mente y alma

Se acercan las fiestas y con ellas los sentimientos se ponen a flor de piel, todos empezamos a entrar en la recta final de un ciclo y crece la sensación de que no vamos a llegar con todo, de no saber qué hacer con los más pequeños de la familia, de no tener un lugar para irnos de vacaciones, los regalos que debemos comprar, etc. Corremos y corremos sin pensar que esto afecta a nuestra salud, y aunque no lo creas también repercute en nuestro corazón.

Por eso, es muy importante prestar atención a las señales que da nuestro cuerpo. Las evidencias sugieren que el estrés tiene un papel preponderante en varios tipos de problemas crónicos de la salud y particularmente en las enfermedades cardiovasculares. La irritabilidad, el mal humor, el cansancio y el malestar generalizado son sólo algunas de las manifestaciones que puede provocar si no tomamos los recaudos necesarios. Desde la Fundación Cardiológica Argentina sugieren tener en cuenta algunas pautas para encarar este último mes del año de la mejor manera:

-Tratá de distinguir lo urgente de lo que no lo es y evitá exigirte. En un mes no se puede concretar aquello que no hiciste en el resto del año. Diciembre termina, pero comienza enero que está a un solo paso de distancia. En esta carrera por cumplir te olvidas de intentar encontrar un ritmo saludable para nuestra salud y la del corazón.

-Focalizate en lo positivo que te deja el año (siempre hay cosas positivas) y agradecé todo lo aprendido, lo compartido, lo soltado y lo vivido. Despedí el año con gratitud, ya que ésta es una de las fuerzas más potentes. De este modo, vas a poder conciliar con tu historia con humildad, reconocer logros, virtudes y fortalezas.

-Si logras detectar lo que tenés, tu mirada se vuelve más completa y positiva, y la ansiedad se controla.

-Repetí: “Hice lo mejor que pude, algunas cosas me salieron y otras no”. Esto te permite pensar que lo iniciaste, le pusiste todo, pero no resultó. Podés tomar nota de lo que funcionó y lo que no, para dejarlo en la lista de posibles proyectos para el año que comienza.

Otra de las cuestiones que genera una carga emocional con sus respectivas consecuencias son las que están relacionadas con ir cargadas por la vida, no soltar y no querer dejar atrás aquello que nos hizo mal, un aspecto fundamental para tomar un nuevo camino y seguir adelante. Sobre esto, el Licenciado Santiago Bonomi, dice: “Perdonar hace bien física y psicológicamente, pero sólo si logramos tener la capacidad de hacerlo de modo sincero”. Nadie dice que sea una tarea sencilla, pero a veces vale la pena intentarlo. “Creo firmemente en dar segundas oportunidades; es más: en algunas oportunidades que pude perdonar me vi ampliamente recompensado, no sólo por la satisfacción de haber brindado otra chance sino también por el hecho de haber recuperado a alguien querido”, revela el especialista.

-Dar vuelta la página puede ser muy liberador. Sacate la mochila, seguí adelante y viví más liviana.

- La Navidad es una buena época para empezar a perdonar. Hacélo desde el corazón, pronto te vas a sentir recompensada.

- Frase del Dalai Lama: "Si no perdonas por amor, perdoná al menos por egoísmo, por tu propio bienestar”. En definitiva, perdonar te beneficia a vos mismo, te libera del que te hizo daño y te permite volver a la senda de la alegría.

- Es importante aprender de las experiencias, incluso de las negativas, pero para hacerlo en toda su dimensión es importante abandonar el rencor y soltar a quien te dañó.

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