El increíble caso del hombre que murió por una mordedura de su gato, cuatro años después

Según relató el Daily Mail, Henrik Kriegbaum Plettner decidió adoptar una gata y sus gatitos de un refugio en 2018. Pero mientras intentaba mover a uno de los gatitos fue mordido en el dedo índice. Como la mayoría de la gente pensaría con una mordedura de gato, Henrik no le dio mucha importancia pero al tiempo su dedo comenzó a hincharse hasta llegar al doble de su tamaño.

Luego de consultar con varios especialistas, estuvo un mes internado en donde se sometió a la asombrosa cantidad de 15 operaciones. Pero ninguna de ellas funcionó, por lo que a Henrik le amputaron el dedo mordido. Sin embargo, su salud comenzó a deteriorarse porque el gato le había mordido un vaso sanguíneo.

Cuando la herida de Henrik se cerró casi inmediatamente después de haber sido mordido, la bacteria mortal entró en el torrente sanguíneo a través de la vena y luego comenzó a propagarse por todo el cuerpo.

“Tenía un sistema inmunológico debilitado, neumonía, gota y diabetes. El gato había mordido justo en un vaso sanguíneo, y cuando un gato muerde y saca el diente, el agujero se cierra y la bacteria se propaga”, explicó uno de los médicos. Henrik murió en octubre de este año, cuatro años después de la mordedura inicial del gato, y la familia decidió contar la historia para concientizar sobre el peligro de estas situaciones.

En una entrevista con RTL, el médico de cabecera Dr. Christoph Specht habló sobre los peligros potenciales de ser mordido por un gato. “La mordedura de un gato puede infectarse y volverse problemática debido a las bacterias. Estas bacterias no molestan al gato en la boca. Lo hacen, si entran en contacto con la piel. Algunos no le hacen nada a la piel y solo se vuelven problemáticos cuando entran en la sangre, o en las articulaciones o los huesos de la persona. Sin embargo, una mordedura de gato es como una jeringa infectada que se mete en nuestro tejido”, concluyó.

El impensado “regalito” que un gato le llevó a su dueña y dejó sin palabras a todos en Wisconsin

Los gatos también suelen impactar en las noticias por los “regalitos” que les traen a sus dueños. Uno de ellos tomó por sorpresa a Wendy Wiesehuegel, en el condado de Waukesha, Wisconsin. “Inesperado, sí. Definitivamente inesperado”, le dijo la mujer a Fox 6 Now.

Si bien los gatos tienen la fama de llevar objetos inusuales a sus casas, este pequeño peludo, identificado como Burnt Toast (“tostada quemada”), se llevó el gran trofeo. Orgulloso, trasladó la cabeza de un caimán a su hogar en Wisconsin. Las fotos de este inesperado premio para su dueña se empezaron a viralizar apenas se conoció la historia.

En declaraciones para el citado medio, Wendy dijo que el hallazgo ocurrió el domingo pasado, cuando vio que su gatito negro había arrastrado un objeto hasta su césped, que al principio confundió con un gran pez. Al acercarse para ver cuál era el animal u objeto que se escondía entre las plantas descubrió la verdad: su ambicioso gatito tenía la cabeza entera de un caimán.

¿Cómo había llegado este reptil hasta su gato? Podía ser una pieza de colección que algún vecino decidió tirar a la basura. El experto en conservación dijo que, aunque un biólogo dará el veredicto final, para él la cabeza era de un animal real.

A diferencia de Florida, donde las apariciones de estos reptiles son muy comunes e incluso hacen visitas inesperadas en los patios de las casas, en Wiscoinsin no son tan frecuentes. Por lo tanto, una de las sospechas giran en torno a que podría ser una mascota que se escapó o que fue liberada y que murió por causas desconocidas. Aun así, quedan varios cabos sueltos y se desconoce cómo este ejemplar llegó a las fauces del pequeño felino Burnt Toast.

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