Escenario. El nuevo turismo nupcial, all inclusive
Tradicionalmente, las cosas estaban más claras: por un lado, el casamiento; después, la luna de miel. Hoy, esos dos momentos tan especiales se pueden fundir en un solo paso. Entonces, los novios no parten después de la boda, sino que directamente dan el sí durante el mismo viaje. Todo incluido en un completo paquete de lo que ya podría denominarse turismo nupcial.
Según la Organización Mundial del Turismo, este año se llegará al récord histórico de 1000 millones de viajeros. Y uno de los nichos jóvenes a los que algunos operadores apuntan es justamente el de los casamientos lejos de casa. Las opciones van desde la ceremonia privada, con la pareja a solas, hasta la gran fiesta con familia y amigos. Cuestión de gustos, personalidades y, desde ya, presupuestos.
Para el aún minúsculo mercado argentino, las playas de Uruguay son la locación más habitual, tanto por cercanía como por tradición familiar. Pero también hay casos de quienes deciden casarse con vistas caribeñas, en México o en alguna isla de ensueño. Y se sabe también de quienes se atreven a destinos más exóticos, como la Isla de Pascua o la Polinesia Francesa.
Nada de improvisación. Los grandes resorts esperan con un variado menú casamentero. El complejo hotelero más importante de Nassau, en las Bahamas, por ejemplo, tiene opciones, como la llamada Celebrate Love , que incluye, además de alojamiento, la participación del ministro de la boda, el servicio de gestoría legal, la decoración, el músico en vivo, las fotos, peinado y maquillaje para la novia y hasta (sic) la flor en el ojal del novio. Todo eso y algunos detalles más, por 12.750 dólares, aunque también se ofrecen combos más sencillos desde 3250 dólares.