El supersol para el súper fin de semana
Escenas del capítulo anterior
En el comienzo de la semana la ciudad se enfrentó a su peor pesadilla: el granizo. La bestia apedreó nuestras cabezas por varios minutos, nos cascoteó más que Brasil en el Mundial de Italia pero esta vez no hubo un Caniggia que gambeteara la tormenta. El hielo cayó de golpe y desató otra ola de histeria colectiva. Muchos vecinos mandaban fotos con el hielo acumulado en el fondo de sus casas mostrando a sus jardines convertidos súbitamente en un daikiri. Otros se acostaban en el techo de sus autos y movían frenéticamente sus pies y sus brazos como si fueran Heidi pasada de anfetaminas haciendo "angelitos" en la nieve. Hasta una piedra hizo foco en un camarógrafo. El monstruo se alejó, la calma volvió al estuario y me metió la duda de inducirlo a mi hijo a ser programador o a ser sacabollos como garantía de un buen futuro económico.
Buenos Aires on the rocks
El pánico a las piedritas de hielo es parte de la cultura meteorológica de esta ciudad. Ni siquiera se le tiene el mismo miedo a amenazas muchísimo mayores a niveles de daño estructural o vidas humanas. No reconocemos que elegimos al granizo como nuestro enemigo, no nos hacemos cargo, como un Voldemort al que no podemos nombrar, su sola mención desata una locura orsonwellesiana. Propongo blanquear el tema y asumir que el granizo es parte nuestra. Tenemos que proclamarnos capital nacional del granizo. Hacer ferias con stands tipo "granizomanía". La celulitis sería muy bien vista por hacer juego con los chasis de los autos y debería ser primordial a la hora de elegir a nuestra reina. Y si los pantalones nuevos se venden rotos, que nuestros autos salgan abollados de fábrica como último grito de la moda. Y si en algún lugar organizan una batalla de tomates nosotros haremos una guerra de Rolito. "Vení a conocer nuestra ciudad. Buenos Aires y el granizo te van a partir la cabeza".
El supersol y el antisol
El sol todavía juega en nuestro equipo y eso hay que agradecerlo y disfrutarlo. Es un amigo en las mañanas cuando nos acaricia las mejillas con sus primeros rayos atenuando el fresco matinal. Empuja la temperatura a valores agradables y como ya recobró cierta potencia, nos deja cómodamente en 20°C si no hay aporte de aire frío. Lo destaco porque en un par de meses abandonará nuestra escuadra, se convertirá no solo en rival sino en un verdadero enemigo. De entibiarnos pasará a sofocarnos. De abrigarnos pasará a asfixiarnos. Nos hará la vida imposible hasta maldecir su sola presencia. Y las tardes agradables se convertirán en un verdadero crematorio. Es asombroso como algo pasa meteóricamente de una adoración absoluta a una repulsión extrema. Creo que solo se da con nuestra selección nacional de fútbol.
Jueves: inestable a la noche
Bienvenidos a un jueves atmosféricamente inseguro donde la probabilidad de lluvia es baja pero no lo suficiente como para evitar el titulo meteorológico del día: hoy puede llover. Si bien las simulaciones marcan un par de milímetros nocturnos estaremos atentos a que nuestro cielo no pierda la chaveta y nos deje algún chaparrón activo. Por lo demás, no hay mucha variación con respecto a los últimos días salvo el marcado aumento de nubosidad que puede dejarnos varios tramos directamente sin sol. El viento del este no toma partido y el termómetro no se anima a más de 18°C. Aquellos que les toque pasarse el día en la calle sepan que estarán a merced de un constante viento fresco.
Viernes: mañana inestable y ventosa
La mañana del viernes mostrará a los nubarrones en retirada, todavía estaremos a merced de algún goteo hasta media mañana. Luego la veleta marcará sur, el viento limpiará gradualmente nuestro cielo y nos devolverá de a poco el sol. Es otro día ventoso que puede dar una sensación de temperatura muy diferente a lo que nominalmente cuente el termómetro. Se estima una plusmarca de 20°C con una proyección nocturna de 16°C con nuestro firmamento casi libre de nubosidad.
Sábado: la vuelta del pleno sol
El fin de semana largo se estrena con una jornada que hará las delicias de aquellos que planificaron actividad al aire libre. El sábado transcurrirá en medio de un ambiente agradable, seco, sin viento, soleado y térmicamente muy amable. Temperatura punta de 22°C para redondear el primer capítulo de la trilogía sin oficinas. El sol se pavonea, la primavera se florea y si el sábado cumple, el domingo dignifica.
Domingo: la primavera a sus anchas
La jornada dominical abre un nuevo episodio meteorológico en la ciudad. Sus efectos no serán inmediatos pero con el correr de los días se notarán exponencialmente. Comienza el descenso de una masa de aire caliente sobre el Río de la Plata y durante cuatro días seguidos tendremos temperaturas en marcado ascenso. El domingo invita a la mesa afuera en el almuerzo y puede tener la gentileza de mostrar 25°C vespertinos con un cielo mayormente despejado. Sorprende la noche con 22°C dando cuenta de lo que se viene al otro día.
Lunes: pinceladas estivales
Si el domingo cantó envido, el lunes grita quiero y muestra 29°C sobre la mesa. Es un cierre del fin de semana largo a pura orquesta, conservando el cielo despejado, con viento caliente surcando la ciudad que mantendrá la temperatura bien arriba desde temprano hasta los 24°C de la cena. Para los que se entusiasmen con este coletazo térmico, el efecto dura hasta mitad de semana con la entrada de un poderoso frente frío en la noche del miércoles.
Tengan todos un gran fin de semana, sepan que ningún lector acertó hoy y el pozo de nueve millones de dólares pasa para el jueves que viene y se lo llevará la pareja que sume más puntos en las disciplinas de nado sincronizado, lambada y coreografía de Dirty Dancing. Nos vemos en siete días.
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