Estos diseños aportan gran personalidad a los ambientes
Las chimeneas y las salamandras son artefactos típicos de campo y zonas rurales donde, como ya se sabe, muchas veces no cuentan con instalaciones de gas natural. Pero también estos sistemas se hicieron muy populares en las regiones urbanizadas, por lo general en decoraciones rústicas.
Cabe destacar que como la leña no es fácil de conseguir, tanto unas como otras pueden funcionar con gas, pero no como sistema excluyente, sino que pueden contar con ambas formas de calefacción: la natural de leña y la que emplea el gas. La ventaja es que permite que puedan apreciarse estos enseres en ambientes más elegantes.
Por su diseño, todos ellos tienen mucha presencia y personalidad.
En el caso particular de la salamandra, al ser antigua y rústica a la vez, con detalles en mica o bronce sobre hierro forjado y acompañada con puertas de cristal vitrocerámicas, se convierte en la estrella del living o de la sala de estar.
Lo mismo ocurre con los hogares y las chimeneas, que se pueden encontrar en materiales como madera, mármol, granito y piedra. Ambos artefactos se convierten en un punto focal importante de la casa. Y, por sobre todo, aportan calidez.
En las viviendas donde existe una chimenea, hay calefactores empotrables que hacen que salgan los gases al exterior. Además, llevan un sistema de encastre y abulonado para su armado.
Durante mucho tiempo fue motivo de discusión el tema de la contaminación que generaban hogares y chimeneas. Pero hoy por hoy se sabe que han mejorado en este aspecto, respecto de la calidad del calor que generan y también en cuanto a la disminución de la probabilidad de que éste contamine.
Muchísimos años atrás, las chimeneas tenían bocas de dos metros, ya que en ellas se cocinaban y asaban grandes piezas. Un ejemplo de esto lo podemos apreciar en el Museo de Arte Decorativo de Buenos Aires.