Experiencia de migrantes
MISHIGUENE
Puntaje: 8
Dónde: Lafinur 3368, Palermo. Teléfono: 3969-0764. Otros: de lunes a sábado, noche; sábado y domingo, mediodía. Tarjetas .Cubierto, $90. Mesas en la vereda.
Salvo la música klezmer, que no a todos complace si suena fuerte, no hay notas folclóricas en la puesta del restó porteño de Tomás Kalika. Lo abrió en 2010 cuando volvió de Israel, donde se formó nada menos que con el local Eyal Shani y con el francés Jacques Le Divellec. En diez años fuera de la Argentina forjó su cocina de inmigrantes, entre sefaradí, centroeuropea, marroquí, etcétera. No es kosher, declara, sino israelí, porque se prepara con productos del milagroso desierto-huerta del país.
Tampoco es tradicional la puesta, con barra delantera enfrentando una butaca para disfrutar los tragos firmados por Tato Giovannoni. Atrás, la cocina a la vista con la exclusiva chef’s table para seis.
La carta nueva muestra una actualización interesante: platos y platitos, de temporada y clásicos Mishiguene para degustar variado. No tan clásico pero muy bueno el baba ganoush ($460), cholent de las abuelas de antes –aunque ellas no lo reconocerían– y tambien novedosas formas, tapas, pasos, degustaciones… Sofisticadas preparaciones para compartir (¡y bajar los precios!).
Versión sofisticada de la cocina judía los típicos varenikes con schmaltz (650) y chraime de pescado magrebí (620), ineludible la terrina de hígados de pollo (460), el sofisticado sándwich de lengua con coleslow y mostaza (550), o la mediterránea shashuka de huevos, queso de cabra, olivas negras, espinacas y berenjena frita (480). En la panera, pan pita, jalá con pasas y beigels de la casa. Dulzuras de dátiles, baklava y halva (310) para un final goloso.
Trago de bienvenida
Perfecto para acompañar la pañera con pepinos encurtidos y pasta de cebollas, schmaltz y gribenes.
Carta de vinos
Recomendados por el sommelier, por copa para cada plato de las degustaciones, entre $113 y 200.