Francia: prohíben el ingreso de una mujer a un comercio de pañales por "tener un escote muy pronunciado"
En Francia, una mujer que intentaba entrar a un comercio fue detenida por el guardia de seguridad por vestir una remera "demasiado escotada". Según la denunciante, el hombre la frenó en la puerta del local y le impidió el ingreso. La policía, en lugar de tomarle la denuncia, tuvo una inesperada reacción para solucionar las cosas, que logró una conciliación entre la clienta y el comercio.
Marion, la protagonista de la historia, asegura que "nunca se había sentido tan humillada". Por esa razón, ahora denunció públicamente al local que, el viernes pasado, cerca de las cinco de la tarde, le impidió el ingreso a un supermercado al que se dirigía a comprar pañales para uno de sus dos hijos.
"Me dijo: 'No será posible con este atuendo, estás demasiado desnuda, no entrás así en la tienda", reconstruyó Marion sobre el intercambio que tuvo con el guardia de seguridad. "¡Estaba vestida correctamente!", añadió. "Me había puesto rápidamente una pollera de algodón y un corpiño, con solo un pequeño agujero en la parte del pecho".
La mujer relató además que la situación fue sumamente humillante para ella. "Fue desagradable. ¡Me hicieron sentir que no valía nada, frente a todos! ¡No importaba cuánto me defendiera, no querían escucharme para nada!", expresó. "Estoy acostumbrada a manejar distinto tipo de situaciones extrañas o particulares, pero esto me quebró. Llegué a casa y lo único que pude hacer fue llorar. Nunca había vivido algo así".
El lunes último Marion decidió presentar una denuncia en la comisaría. Según contó la mujer, la policía se negó a tomarla. "No podía dejar pasar algo así", agregó Marion.
"Me pongo en su lugar e imagino la humillación y el trauma sufrido", contó Marion que le dijo el policía que la recibió. "Pero también sé que será difícil demostrar que este incidente es un delito penal, y que es poco probable que la fiscalía actúe", añadió el oficial, que en lugar de tomar la denuncia trató de solucionar las cosas de una forma "amigable".
El policía llamó al local y el gerente del negocio se disculpó con Marion. "El guardia y el gerente admitieron haber actuado mal", sumó el policía. "Reconoció que el atuendo de Marion era aceptable y que no deberían haberle denegado la entrada".