Guardamuebles y seguros médicos: el lado B de irse a recorrer el mundo
Dejarlo todo para salir a recorrer el mundo suena romántico como si hacerlo implicara nada más sacar un pasaje, subirse a un avión y embarcar tan sólo con una mochila. Pero no. No es ni tan fácil ni tampoco tan poético: irse en plan trotamundos requiere de una organización material y concreta que excede la imagen idílica y que requiere de una cabeza hábil en la planificación alejada de cuentos publicitarios edulcorados.
Irse no es tan fácil. Dicen los que se animaron que antes de emprender la aventura hay que dejar todo resuelto acá. Y no sólo se trata de lo material, sino también de lo que llevamos en el corazón y, por qué, en el inconsciente. "La cuestión más importante para tener en cuenta antes de irnos es tener todos los asuntos internos resueltos con el lugar y con las personas porque las angustias te las llevás. El mito de huir de los problemas no existe. Si una se va mejor que se vaya en paz: las emociones conflictivas vienen con nosotros", asegura Guadalupe Aráoz, una profesional de las finanzas que en 2013 se lanzó a conocer el mundo en moto y que ya lleva un recorrido que incluye todos los países de América, nueve de África, Italia, España e Inglaterra. Desde su blog Hasta pronto, Catalina y su cuenta de instagram que lleva el mismo nombre cuenta todas sus aventuras además de dar consejos y ofrecer información para quienes quieran imitar sus pasos.
Mientras que los asuntos íntimos se van gestionando a su propio ritmo quienes desean cumplir el sueño de viajar sin rumbo fijo deben ocuparse de cuestiones mucho más terrenales. ¿Cuáles? Las referidas a lo económico y a la salud. Respecto del trabajo, Gonzalo y Victoria, una pareja que hasta el momento lleva recorridos 33 países y una vuelta al mundo y que narra sus historias a través de la cuenta de instagram @gavito_travelling, dicen respecto del trabajo que "uno tiene que estar confiado de la decisión tomada y tranquilo con la puerta que plantea cerrar". El resto de los temas para resolver requiere de un análisis más minucioso.
Lo económico
Quien se embarca en la aventura de viajar hacia donde las ganas lo lleven debe tener certeza acerca de cómo va a mantenerse durante el tiempo que esté sin trabajar. ¿Hay que cerrar las cuentas bancarias y abrir otras nuevas afuera o conviene mantenerlas? En este punto, todos los viajeros coinciden: las mantienen y se manejan con tarjetas de crédito y de débito de bancos de acá. "Nosotros mantuvimos nuestras cuentas. Las tarjetas de crédito son importantes para moverse tranquilamente en el exterior, para pagar los vuelos por ejemplo. También es posible retirar dinero en moneda local de los cajeros, asumiendo una comisión. Avisamos al banco los destinos que estaríamos, para evitar problemas (un débito de una compra en Sri Lanka, sin aviso, podría tranquilamente tratarse de un caso de robo de datos por lo que por seguridad, bloquean estas situaciones salvo aviso previo)", señalan Nicolás y Laura, otra pareja viajera que lleva visitados 64 países y que próximamente se embarcarán en una nueva aventura por Estados Unidos y África. Desde su sitio Vida de Viajes relatan sus historias que complementan con la cuenta de instagram @vida.de.viajes.
El otro asunto es el flujo de dinero durante el tiempo del viaje. En la mayoría de los casos, el efectivo proviene de ahorros previos. Diego Percivaldi viaja con su familia de tres hijos en un colectivo convertido en casa rodante. Él y Cecilia, su esposa, que transmiten su experiencia desde la cuenta de instagram @almundoenfamilia, decidieron vender todo lo que tenían para financiar parte del viaje: el resto lo complementan con un ingreso fijo que proviene de una participación en un restaurante de Pilar.
Junto con los ahorros, Gonzalo y Victoria, especialistas en finanzas, invierten el dinero para generar ganancias que utilizan para pagar la tarjeta de crédito todos los meses: "Nosotros decidimos viajar 100% para disfrutar del trip. Cuando estamos trabajando nos dedicamos a ahorrar lo necesario como para realizar el viaje, cubrir los gastos locales y contar con algo para la vuelta. A veces nos sale bien, otras, volvemos justos de dinero".
Hay algunos que prefieren combinar viaje y trabajo gracias a actividades freelance. Es el caso de Nicolás y Laura que además de mantener una vida muy austera durante los recorridos, han comenzado a obtener ingresos a través de su sitio web vidadeviajes.com: "Trabajamos para empresas de afuera y generamos contenido en redes sociales que nada tienen que ver con nuestros estudios previos", cuentan.
"No hay una fórmula. Están los nómades digitales que en general trabajan en sistemas, creación de contenido, creación de páginas web o diseño gráfico. Pero también hay nómades digitales astrólogos o de otros rubros que puedan realizar su trabajo a distancia. Además, hay viajeros que trabajan en las Work & Travel de distintos países como Nueva Zelanda y luego gastan ese dinero en viajar. También están los que venden postales, artesanías u otros bienes materiales durante el viaje y los que viajan extremadamente barato por un dólar al día", cuenta Guadalupe Aráoz, con un gran conocimiento de la comunidad viajera internacional.
La salud
Junto con lo económico organizar el tema de la cobertura de salud durante el viaje es fundamental. Tener que recurrir al médico nunca está bueno y menos todavía si estamos en un país desconocido sin una cobertura médica adecuada. Lanzarse a las rutas del mundo requiere ocuparse de la salud.
¿Cómo se resuelve? Gonzalo y Victoria tienen una respuesta certera y explican que "las tarjetas de crédito gold, platinum o black ofrecen una cobertura médica de hasta noventa días. Se puede alternar entre las marcas de tarjetas tradicionales para maximizar los días. En el caso de no contar con los plásticos mencionados se puede contratar un seguro médico privado a un precio competitivo con una de las principales aseguradoras del mercado de viajes".
Los consejos también son bienvenidos. Guadalupe Aráoz dice que "es mejor que el seguro médico tenga una cobertura de 100.000 USD" y agrega que "no todos los países tienen salud gratuita y a veces la tienen pero es un desastre. Es aconsejable averiguar si conviene o no trasladarse a otro país y a cuál. Por ejemplo en África lo mejor es volar a Europa o a Sudáfrica por atención médica si es grave y en el Sudeste asiático, a Singapur".
Lo más adecuado es hacerse un buen chequeo médico antes de partir. Diego Percivaldi que viaja con su familia cuenta que "antes de comenzar el viaje nos realizamos estudios exhaustivos los cinco. A su vez, fuimos a Stamboulian al área de Medicina del Viajero donde nos interiorizamos de las vacunas que teníamos que darnos. Actualmente tenemos un seguro del viajero".
Las pertenencias
Conservar muebles y electrodomésticos resulta un pésimo negocio para los aspirantes a viajeros. No se puede usar la casa de los padres o de los amigos como guardamuebles y un guardamuebles requiere un costo mensual que puede convertirse en una fortuna cuando se vive de ahorros. El consejo de los que ya partieron hacia otros confines es venderlo todo y empezar de cero a la vuelta. "Nosotros vendimos casi todo, salvo lo esencial -mantenemos un cuarto en nuestras casas de familia para cuando eventualmente nos encontremos en Buenos Aires-. No tenemos propiedades ni autos, como así tampoco nada de valor. Tener un gasto innecesario en Argentina mientras estamos recorriendo el mundo no es algo que queramos hacer", aseguran bien pragmáticos Nicolás y Laura.
Guadalupe Aráoz, explica que hay tres opciones: "Podés regalar o vender todo; pagar un espacio donde guardar las cosas o guardarlas en la casa de alguien que tenga espacio. En mi caso, elijo una combinación de la primera y la tercera. Hoy dejo tres valijas que comenzaron siendo más pero que de a poco fueron reduciéndose gracias a la conciencia que adquirí en los viajes".